Un verano infinito

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Te mereces unos días soleados y cálidos, un abrazo, una caricia y tal vez un beso.

Te mereces caminar sabiendo donde pisas sin necesidad de saber a dónde vas, porque en estas fechas a nadie le gusta saber con exactitud lo que quiere y así no tener margen para investigar hasta saciarse.

Te mereces que te miren con ese brillo con el que el sol te mira a ti cuando te abandonas en el césped. Te mereces que alguien discuta las forma de las nubes que ves en el cielo, que te haga cosquillas cuando le hagas rabiar, que te haga feliz con sólo mirarle a los ojos.

Te mereces poder salir de las sombras con quien te confíe sus secretos, quien consiga erizarte la piel cuando te susurre en el oído, quien te de ese motivo que buscas para dejar de frenarte.

Podría decir millones de cosas que te mereces, pero sólo con una conseguiría resumirme:

Te mereces un verano infinito.

Trocitos de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora