Trocitos de mí

No tengo prisa

No. Estoy donde quiero pero no me siento como si hubiera encontrado mi sitio. Sí, a veces eso me hace sentir alejada, desplazada, rara (en el mal sentido) y sí, me pasa desde siempre.

No, no creo que eso cambie al menos por ahora, o no sé, quién sabe. Pase lo que pase lo cierto es que no tengo prisa.

No soy la amiga con la que te vas de cervezas, con la que hablas de las raves hasta el amanecer o vas al cine o a cenar fuera. No tengo coche que me lleve a ningún lado, ni piso propio, ni sé mucho de política o historia, así que cuando escucho hablar sobre cosas que no entiendo escucho y aprendo, pero no es lo mismo.

Antes intentaba caerle bien a todo el mundo, socializar, hablar con todos, confiar, ser la sonrisa eterna y el apoyo de quien quisiera. Sí, necesitaba que me dijeran que servía porque no creía en mí misma.
Y sí, hace bastante tiempo que me cansé de eso.

No voy a decir que me da lo mismo, pero prefiero ir a mi bola que sentir que voy tras alguien constantemente, como si para ello tengo que estar sola. Me he vuelto desconfiada con la gente y sinceramente, no me siento culpable por ello, es algo que me voy a permitir, demasiado he tardado en abrir los ojitos.

Por eso, no me avergüenzo de ir con mi lata de piña y mi batido de chocolate a todos lados, hablar de tonterías y de "reflexiones profundas de la vida" hasta las tantas, tirarme al suelo de donde sea aunque haya asientos de sobra, jugar, pasar de la gente que no me tiene en cuenta, decir lo que pienso sin tener "miedo" a futuras reacciones, estar feliz o triste cuando me toque estarlo y millones de cosas más que no mencionaré porque me acaba de entrar hambre y tengo una natilla de chocolate a mi lado que me está diciendo "Cómeme".

En fin, que no, no me preocupa.
No tengo prisa.
En comerme la natilla sí, porque se calienta y ya no es lo mismo..

Me acabo de cargar la profundidad de esta entrada, verdad? XD