✿ Capítulo 3 ✿

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Es sábado, son las 9:30 a.m y yo estoy despierta desde las 7. Pasé una pésima noche por culpa de los vecinos, al parecer tuvieron una fiesta y no terminó hasta las cinco de la mañana. Bajé a prepararme el desayuno, a ver si así despierto de una buena vez. Daichi, como siempre, es el primero en levantarse los días sábados y es porque generalmente sale a correr. Yo... veo algún programa de la TV y papá y mamá van al mercado a hacer las compras para la semana.

Decidí prepararme un café con leche para despertar y lo acompañé con un par de tostadas con mermelada.

-Daichi – Lo llamé -¿Ya has desayunado? –Pregunté.

-Sí, ya estoy por salir –Contestó.

Realmente me llevo muy bien con mi hermano, cuando discutimos la mayoría de las veces son solo pequeñeces.

-¿Y tú? –Pregunto curioso -¿A dónde fuiste ayer? Mamá dijo que estabas en casa de Hanna, pero te fuiste antes de la escuela.

-Acom...pañe...a Han...na –Tenía una tostada entera en la boca, la tragué y seguí hablando –A una tienda de mascotas.

-¿Qué? ¿Ya decidió amarrase? –Rió.

-Claro que no –Reí –Su padre le regaló un cachorrito.

Daichi asintió -¿Y qué raza es?

-...-Levanté los hombros haciéndole saber de que no tenía ni la mayor idea -¿Existe la raza galletas? El perrito tiene muchas manchitas cafés.

Daichi rió, luego se acerco y desordenó mi cabello.

-Ya me voy –Se colocó sus zapatillas –Te veo para el almuerzo.

-Ah...no lo creo, hoy tengo una cita y no almorzaré en casa –Respondí despreocupada.

-¿Cita? –Se giró hacía mi –Eso no te lo crees ni tú. ¿Quién es el desafortunado?

-Un chico –Lo miré –Obvio.

-Bueno señorita obvia, ten mucho cuidado –Me besó la frente –No quiero tener que golpear a nadie.

Reí ante su comentario y lo despedí con la mano.

Decidí encender la televisión y ver qué hay de bueno en la programación, como siempre, nada. A las 11:30 quedé de juntarme con Akiteru en la estación de trenes, así que me iré a bañar. Antes fui a abrir mi closet para ver que podría ponerme, estamos a una semana de salir de vacaciones de invierno, así que el frio no se aguanta.

Bien, finalmente me decidí por unos jeans negros, un suéter color crema y mi chaqueta favorita de color beige. Claramente me pondría botas, así que escogí las de color que más se asemeje al suéter. La tenida la dejé tendida sobre la cama mientras me iba a tomar un baño.

No me quise lavar el cabello, pues me lo había lavado la noche anterior. Al cabo de unos diez minutos ya me encontraba vistiendo. Decidí dejar mi cabello suelto y con el maquillaje no había problemas, pues suelo solo delinearme la parte superior del ojo.

Bajé las escaleras y me encontré con papá, este me dirigió una palabra de sorpresa.

-¿Pero quién es esta mujercita tan bonita? –Hizo una voz bastante dramática.

-Papá, no empieces por favor –Reí.

-¿Y a dónde vas tan arreglada?

-¿No te conté que nuestra hija tiene una cita? –Esa voz provenía de mi madre, se encontraba bajando las escaleras para así unirse a nuestra conversación.

E t e r n o  [TsukishimaXReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora