4. "Gilderoy Lockhart."

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Al día siguiente, las niñas notaron lo raro que estaban Ron y Harry. Estos casi nunca sonreían en todo el día. Las cosas habían sido peor desde el desayuno en el Gran Comedor. Hermione seguía enojada con ellos y les hablaba fríamente, si es que les llegaba a hablar. Noa y Maddie querían animarlos un poco, pero lo máximo que lograban era una sonrisa de lado que rápidamente se borraba de la cara de los chicos. Neville, en cambio, los trataba alegremente.

-El correo llegará en cualquier momento... supongo que mi abuela me enviará las cosas que me olvidé.

Justo en ese instante más o menos unos cien búhos penetraron con gran estrépito, volando mientras dejaban caer cartas a quienes pertenecían.
Algo grande e irregular cayó sobre la cabeza de Neville, y un segundo después, algo grande y gris cayó dentro de la taza de Noa, salpicándolos a todos de leche y plumas.

-¿Es enserio? -dijo Noa luego de ser salpicada.

-¡Errol! -dijo Ron, sacando sin cuidado de la taza de Noa al pobre y empapado búho. Errol se desplomó, inconsciente, sobre la mesa, con las patas al aire y un sobre rojo y mojado en el pico.

-¡No...! -exclamó Ron.

Maddie se tapó los ojos con tristeza. Ella amaba las criaturas y ver a una tan destruida le hacía mal.

-No se preocupen, no está muerto, al menos no por el momento -dijo Hermione tocando a Errol con la punta de un dedo.

-No creo que sea por eso, Hermione... -dijo Noa mirando al sobre rojo con preocupación. Creía que sabía qué era.

-Es que no es por eso, es por esto.

Ron apuntó con el dedo al sobre rojo. Maddie se destapó los ojos y lo observó atentamente. Si, las gemelas sabían exactamente lo que era.

-Uh, hermano, te irá mal -le dijo Fred a Ron al ver el sobre rojo.

-¿Qué pasa? -Preguntó Harry confundido.

-Una carta vociferadora -respondieron a coro Ron, Hermione, Noa y Maddie.

-Será mejor que la abras, Rin -dijo Neville en un tímido susurro-. Si no lo hicieras, sería peor. Mi aburla una vez me envió una y no la abrí, fue horrible...

-¿Qué es una carta vociferadora? -volvió a preguntar Harry, pero nadie le prestó atención.

-Ábrela -urgió Neville-. Tomará unos minutos.

Ron alargó una mano temblorosa, le quitó a Errol el sobre del pico con mucho cuidado, y lo abrió. En el salón se oyó un bramido tan potente que desprendió polvo del techo.

-...ROBAR EL COCHE, NO ME HUBIERA EXTRAÑADO QUE TE EXPULSARAN, ESPERA A QUE TE ATRAPE, SUPONGO QUE NO TE DETUVISTE A PENSAR LO QUE PASAMOS TU PADRE Y YO CUANDO VIMOS QUE EL COCHE NO ESTABA...

Los gritos de la señora Weasley, cien veces más fuerte de lo normal, hacían que los platos y las cucharas tintinearan en la mesa y reverberaran en los muros de piedra de manera ensordecedora. Todos se giraron para ver quién era el que había recibido la carta vociferadora. Ron se encogió tanto que solo se le veía la frente colorada. Noa le dio unas pequeñas palmadas reconfortantes en el hombro, que no sirvieron de nada.

-...ESTA NOCHE LA CARTA DE DUMBLEDORE, CREÍ QUE TU PADRE SE MORÍA DE VERGÜENZA, NO TE CRIAMOS PARA QUE TE COMPORTES ASI, HARRY Y TÚ PODRÍAN HABERSE MATADO...

Las chicas pretendían que no oían la voz que les estaba perforando los tímpanos, pero de nada servía, los gritos seguían.

-...COMPLETAMENTE DISGUSTADO, EN EL TRABAJO DE TU PADRE ESTÁN HACIENDO INDIGNACIONES, TODO POR TU CULPA, Y SI VUELVES A HACER LA MÁS MÍNIMA TRAVESURA TE SACAREMOS DEL COLEGIO.

Pequeñas Black y la Cámara de los Secretos [II] [Harry Potter] (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora