Capítulo 10:

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Habían pasado días desde que Nauto decidió que era mejor movernos hacia la base principal de los brujos ya que esta se encontraba más cerca de la frontera para así poder cruzar el Danubio y bajar más para adentrarnos en los Balcanes. Era una buena idea por el hecho de que yo quería huir de aquí y comenzar una vida con él desde cero como habíamos dicho que haríamos tiempo atrás.

- Deberíamos acampar aquí antes de que anochezca. - Murmuré tirando de su brazo para que me hiciese caso, creo que llevaba más de hora y media hablando sola cuando le pregunta algo ya que el solo me contestaba con simples monosílabos de afirmación, duda o negación. Era como si estuviese viajando con una Nix muy cabreada porque había espantado a su presa del día o había estropeado sus pociones. Y ahora que pienso en pociones, necesitaba hacer algunas.- Debo preparar algunas pociones.

- No vas a preparar nada. - Se dio la vuelta viéndome con ira mientras rechinaba los dientes ya que apretaba bastante fuerte su mandíbula. Fruncí mi ceño mientras colocaba ambas manos en mis caderas inspirando fuerte. - No voy a dejar que sigas haciendo esas malditas pociones que hacías con tu maldita hermana.

- ¿Cómo acabas de llamar a mi hermana? - Pregunté con tono macabro gritándome a mí misma que me tranquilizara ya que con en él era con quien menos deseaba pelear.

- Maldita. - Río con pura amargura ganándose una mirada confusa por mi parte. - No hay otra manera de llamar a una persona tan repulsiva, asquerosa, desagradable, miserable, desgraciada, maleducada, descuidada...

- Cállate. - Advertí quitando las manos de mis caderas para poder convertirlas en puños mientras le fulminaba con la mirada.

- ¿Dije algo que no era verdad? Tu misma me contaste que te dejó en aquella casa con ese maldito chucho y que casi mueres por su culpa. El último pedazo de respeto que tenía por ella se fue a tomar por culo porque no supo cuidar de lo único que le pedí que cuidara entre mis agonías. - Rugió golpeando con su puño repetidas veces. Le observé horrorizada dando un paso atrás cuando en el árbol se abrió una brecha haciéndolo caer hacia uno de los lados, se dio la vuelta observándome con ojos rojos a lo que tragué. Jamás le había visto perder tanto los papeles conmigo delante, esto era nuevo.

- ¿Nauto?

- Cállate, no me hables. Lo que menos quiero escuchar en estos momentos es tu irritante voz y mucho menos quiero ver tu maldito rostro. De seguro que te acostaste con ese estúpido lobo con solo decirte que te cuidaría ya que es inofensivo y él no te haría daño. - Sus palabras me dolieron bastante haciéndome recordar a que este mismo sentimiento lo viví cuando Stephen me echó en cara que anteponía mi libertad a los sentimientos de otros.

Mordí mi labio fuerte tratando de aguantar las lágrimas al volver a recordar su mirada fría moviendo mi rostro para que no viera mi debilidad. Comencé a andar entre los arboles con la mirada totalmente nublada, ni siquiera sabía dónde me estaba dirigiendo. Solo quería escapar de ese lugar, necesitaba volver a estar sola.

¿Por qué demonios me siento así?

Pasé la mano abrumada por mi rostro limpiando malamente las lágrimas mientras me recostaba en un árbol para poder calmarme, quería que todo parase, que dejase de sentir de verdad, no necesitaba los sentimientos porque yo nunca fui hecha para estos. Mi vida comenzó con sufrimiento y acabará de igual manera.

Sentí como el viento comenzó a elevarse a mi alrededor dándome cuenta de que mis puños estaban en contacto con la tierra húmeda llena de pequeñas piedras, arena fina, hojas y quizá maleza a medio pudrir. Dejé de tocar la tierra mientras pasaba repetidas veces las palmas de las manos por mis piernas tratando de calmar mis poderes, pero era prácticamente imposible. En mi interior estaba desatándose un tornado de desasosiego y tristeza que todavía no sabía cómo calmar exactamente, Nix solía darme una poción la cual tranquilizaba mis nervios dejándola maniobrar con más calma las pócimas exactas para poder calmar por un tiempo mis demonios.

Atada al AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora