Capitulo 4 (Parte 2)

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 -He estado pensando.
Miró a Blair, que se había repantigado en el asiento y había cruzado las piernas. Maldición. Aquel transformista era bueno. Aunque no llevaba demasiado maquillaje, parecía una mujer al cien por cien. Justin miró otra vez a ______.
-Sé que te dije una noche, pero...
Ella se puso nerviosa.
-¿Necesitas quedarte más tiempo?
-Esa podría ser una buena idea.
-No sé...
-Es para... -Justin se calló; podría decir que era para protegerla, pero eso lo descubriría-. Me ayudarías a salir de un buen embrollo.
-¿Entonces para qué el disfraz? Podrías quedarte en el apartamento hasta que... -se quedó callada y pestañeó-. Esto, Blair, tal vez podrías ir a tu apartamento y traer algunas cosas. Por si nos hicieran falta.
Blair se puso de pie; estaba tan cerca que pudo oler el perfume del otro hombre.
-¿Como qué? Tengo zapatos de tacón alto y Wonderbras de encaje.
______ le dio un empujón a su vecina.
-Vamos, Blair. Utiliza tu imaginación. He visto tu ropero. Es como una tienda. Se te ocurrirá algo.
-¿Agua oxigenada? -dijo Blair mientras avanzaba por la cocina-. Volveré dentro de diez minutos. ¡Me encanta hacer proyectos!
Justin espero a que ______ volviera de cerrar la puerta antes de interrogarla sobre Blair.
-¿De verdad que eso es un hombre?
-Yo no he dicho eso.
-Sí que lo has dicho -Justin dejó su taza de café sobre la mesa-. Has dicho que Blair trabaja en el Pink Banana...
-Sí, pero nunca he dicho que sea un hombre.
-Los travestís suelen serlo.
-Normalmente.
-¿Entonces qué es?
-Es una mujer -______ sonrió-. Es un show tipo Víctor o Victoria.
-No lo entiendo...
-Es una mujer que se hace pasar por un hombre que a su vez se hace pasar por una mujer. ¿O tal vez sea un hombre que se hace pasar por una mujer que se hace pasar por un hombre?
Justin sacudió la cabeza.
-¿Quieres decir que nació mujer y se quedó así, sin cirugía plástica ni hormonas?
-Eso es. Pero la gente del espectáculo cree que es un hombre. Un hombre que se hace pasar por una mujer.
-Entiendo. ¿No es eso un engaño?
-Sí. Blair no lo habría hecho de no haber estado desesperada. Ella es actriz, pero no encontró trabajo porque tiene ese aire de travestí, con su altura y ese físico tan espectacular... Bueno, ya me entiendes.
-Claro.
-¿Ya ti te preocupa que ella engañe?
-No, por mí está bien. Yo no tengo nada que ver. Y, cirugía plástica o no, me siento aliviado.
-¿Porque te ha gustado?
-No exactamente -Justin le echó una mirada rápida.
Mientras él había estado en el cuarto de baño pensando qué hacer, ella se había puesto un traje de chaqueta y un par de zapatos de tacón bajo. El traje no tenía nada de sexy, salvo la percha.
______ resopló mientras se peinaba el cabello con los dedos.
-Te he visto cómo la mirabas.
-Reconozco que me estaba extrañando que un hombre pudiera ser tan precioso.
______ suspiró levemente.
-Espera a que veas a Blair vestida, con el pelo suelto.
Él se acercó a ella, como atraído por un imán, a pesar de que eso fuera una gran indiscreción por su trabajo de policía secreto. Le tocó el hombro.
-No me has dicho todavía por qué te cortaste el pelo, ____.
-¿Importa acaso? Tal vez lo haya hecho hace años.
-¿Sí? -no esperó su respuesta-. Te vi un par de veces, ¿sabes? En Scarsdale. Era el Día de Acción de Gracias, y seguramente habrías vuelto a casa de la facultad -le deslizó los dedos por la nuca y a ella se le aceleró el pulso-. Y después un par de años más tarde. Salías de un cine con tu madre. Era verano y llevabas uno de esos vestidos de algodón fino que dejan ver la forma de las piernas. Eso fue... mmm -le dio un masaje en la cabeza-. Tenías el pelo largo entonces, pero recogido. Con una cola de caballo.
-Vaya... -se pasó la lengua por los labios-. ¿Por qué no me dijiste hola?
En ese momento tenía dos empleos mientras tomaba clases nocturnas y esperaba a que aceptaran su solicitud en la academia de policía. Entonces ya sabía que su mentor había dejado caer que sería perfecto para el trabajo de agente secreto. De modo que se había dicho a sí mismo que no tenía sentido iniciar una relación que no podría mantener con ______.
-No necesitabas a un tipo como yo en tu vida.
Ella se mordió el labio inferior. Su cuerpo tembló, casi imperceptiblemente, hasta que se acercó un poco más y sintió sus acelerados temblores.
-Pero Justin, podría haberte ayudado.
-No quería ser tu proyecto.
-¿Entonces qué ha cambiado?
El detuvo sus labios a un centímetro de los de ella.
-Esta situación es seria. No es un juego.
Ella se retiró.
-¡Entonces cuéntamelo todo!
-No necesitas detalles. Si Sloss y Bonny vuelven...
-Ajá. Sabes cómo se llaman. Maldición.
-Sí.
-Te oí hablar por teléfono anoche.
Él se puso serio rápidamente, calculando cuánto podría contarle o si debería contarle otra historia. Bajo las mentiras que tendría que contarla, sintió la necesidad de impresionarla, pero inmediatamente decidió ignorar ese impulso. Lo más importante era que no sospechara que era un agente secreto.
-Robaste... algo valioso, ¿verdad? Y esos tipos quieren quitártelo, ¿no?
-Tal vez eso sea lo correcto.
Ella aspiró con suspicacia.
-¿Y de pronto decides que quedarte por aquí, disfrazado, es la opción adecuada? Perdóname, pero no tiene sentido.
-Lo tiene si te das cuenta de que estoy intentando protegerte.
______ aguantó la respiración y retiró la cabeza hacia atrás. Se quedó inmóvil un momento y entonces se tapó la boca con la mano.
-Entiendo -lo miró con intensidad-. ¿Cómo vas a poder ayudarme si vuelven?
Él se encogió de hombros.
Ella paseó la mirada por sus hombros desnudos, por el cuerpo vendado, por los vaqueros y hasta los pies cubiertos con unos calcetines. Justin sintió calor bajo su escrutinio.
-¿Llevas pistola? -le preguntó ella.
-No.
Eso era cierto. Tampoco llevaba carné de identidad o su arma cuando estaba trabajando, a no ser que fuera con micrófonos al final de una operación. El Gordo conocía todos los trucos.
-¿Me lo prometes? -le dijo ______.
Le asombró que confiara en él.
-No llevo pistola -repitió, alzando la mano como lo haría un Boy Scout.
-Porque yo no creo en las armas.
-No tiene uno elección. Las armas no son hadas madrinas.
Ella hizo una mueca.
-Ya sabes a lo que me refiero. No quiero tiroteos en mi casa. Ni tampoco peleas.
-¿Y decir palabrotas?
-Cállate.
-¿Escupir?
-Pensaba que esto no era una broma.
-No lo es -la agarró de los brazos-. No sé qué demonios estoy haciendo. Esto podría ser un error, implicarte en esto. Pero no puedo dejarte sola, sobre todo ahora que sabes demasiado -maldijo sin esperar a que ella le diera permiso-. Podrías estar en peligro, me quede o no.
Ella se acercó a él y le puso las manos en el pecho.
-Entonces quédate -lo miró a los ojos-. Si me permites decidir mi propio futuro, entonces quiero que te quedes.
-Esto es una locura -dijo antes de besarla.
______ tenía los labios suaves y vulnerables. Ella creía que él era un ladrón, y sin embargo ni siquiera intentó apartase de él. Ni tampoco cuando la abrazó con más fuerza, ni cuando le plantó las manos en el trasero, moldeándolas a sus curvas gloriosas; ni al fin cuando le pasó la lengua por la boca con avidez. Ella sólo entreabrió un poco más los labios y emitió un leve gemido que encendió aún más su deseo.
Un deseo lo bastante fuerte para derribarlo... sobre una cama.
-Espera un momento -le puso las manos en la cintura para empujarla levemente, a pesar de que la sensación de aquellos pechos turgentes sobre el suyo era la mejor que había experimentado en muchos años; ella era un consuelo, y deseaba eso tanto como la intimidad erótica que prometían sus muslos sensuales.
Su dureza sobre su suavidad. Maldición.
-Olvida el disfraz -le dijo con voz ronca-. Me largo de aquí.
-¿Tienes miedo? -le dijo cuando iba de camino al salón.
Su voz era suave pero provocativa. Desafiante.
-De ti no -se dominó para no demostrarle lo que sentía-. Por ti.
-No -dijo mientras se pasaba los nudillos de una mano por el escote-. Tienes miedo de lo que está pasando entre nosotros. No te culpo. A mí también me da miedo. Seguramente sabrás lo enamorada que estaba de ti en el instituto. Y, bueno, tengo que reconocer que fui a la reunión esperando que fueras tú también. Pero nos da miedo porque ahora es distinto y... y... -lo miró a la cara y a los labios-. Y libres de hacer nuestra voluntad.
De pronto se dio cuenta de que no era posible saber si correría más peligro con él o sin él. Si no estaba él y Sloss y Bonny regresaban; parecería inocente. Mientras que no supieran que ella lo había escondido; y mientras no supieran que ella sabía cosas y se pusieran duros con ella para sonsacarla. Era un riesgo.
Justin prefirió la opción de estar con ella para controlar la situación. El problema era que también se tendría que controlar él mismo.
-¿Confías en mí? -le susurró ______ al oído.
-Tengo que hacerlo, ¿no?
-Después del primer corte, lo harás -dio unos tijeretazos en el aire-. Habla ahora, o calla para siempre.
______ miró a Blair, que estaba en el salón, al otro lado del pasillo, escogiendo ropa de un montón que había llevado. Ninguna de las prendas parecía apropiada.
-Dijiste que no llevas pistola.
-Bromeaba.
-¿Sí, pero sobre qué?
Levantó un mechón de pelo y lo cortó pegado al cuero cabelludo. Estaba claro que a Justin un corte de pelo no le resultaba tan traumático. Desde luego tenía el pelo muy bonito. Seguía siendo del mismo color castaño rojizo que años atrás, también espeso y ondulado, y sus mechones destacaban bajo la luz de la cocina.   

Algo Dulce - Justin Bieber y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora