Capitulo 7 (Parte 1)

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Ninguno de ellos parecía dispuesto a meterse en la cama, de modo que ______ no se sorprendió cuando Justin la siguió al salón.
Encendió la lámpara y se enroscó en su butaca. Empezó a beberse el té a sorbos y evitó la mirada de Justin.
Había sido directo. Aunque el hecho de hablar del motivo por el cual ella se había quedado cortada la hubiera molestado, se alegraba de haber hablado con él. La consideración de Justin había sido una sorpresa agradable para ella.
Con Jason ella no siempre se había mostrado tremendamente receptiva en su relación íntima con él, pero Jason nunca había notado la diferencia. Algunas veces le preguntaba si le había gustado mientras se apartaba de encima de ella, pero incluso si ella no contestaba él jamás se había dado cuenta. Que Justin se mostrara tan afín a ella, tan atento, le parecía una especie de milagro.
Había estado tan segura de que la decepcionaría.
Si en eso se había equivocado tanto... ¿qué pasaría con el resto?
Más o menos había admitido ser un ladrón. Era posible que estuviera intentando reformarse.
De un modo u otro tenía la certeza de que estaba en peligro y eso era suficiente para ella. Le dejaría que se quedara el tiempo necesario.
Pero eso no quería decir que estuviera lista para confiarle su corazón. Tal vez su cuerpo... si aprendiera a separar los dos.
Justin carraspeó para romper el silencio.
-Gracias por ser mi amiga.
Ella arqueó las cejas.
-Es por si no te lo había dicho.
-¿Quieres decir cuando estábamos en el instituto?
-Entonces y ahora. Eres una persona muy amable y generosa, Mack.
-Mis amigos piensan que soy demasiado adaptable. Tranquila hasta el aburrimiento. Supongo que lo era, pero gracia a Dios que tengo a Sabrina. He estado pensando en hacer cambios en mi vida. Ella fue la que me animó a hacerlos.
-¿El corte de pelo?
Ella sonrió.
-¿Por qué estás tan empeñado con el pelo?
-Porque siempre te he imaginado con el pelo largó.
¿El se la había imaginado? ¿Siempre?
-Sí -respondió, leyéndole el pensamiento-. He pensado en ti mucho durante estos años.
Ella tragó saliva. No se había dado cuenta de que tal vez él hubiera sentido algo también por ella. Sorprendente.
¿Querría eso decir que Justin le había hecho el amor? ¿Que no había practicado sólo el sexo porque le había resultado conveniente?
-No tenía ni idea -dijo-. Cuando estábamos en el instituto me tratabas como a una hermana pequeña. Era tolerable, útil, me tenías cariño...
-Eras más que eso.
-No sé si puedo creerte.
-¿Porque nunca te lo dije? -se inclinó hacia delante y apoyó un codo en el muslo, como si quisiera que ella lo mirara-. ¿Porque nunca te besé?
-Sí -susurró con la vista fija en la taza que tenía en la mano.
-Mack, estabas fuera de mi alcance. Ni siquiera iba a intentarlo.
-¿Cómo? -preguntó con incredulidad-. Podrías haber tenido a cualquier chica, incluida a mí.
-Lo sabía. Pero yo fui más listo que tú, al menos en ese sentido.
-No te entiendo.
-Tal vez tú te sintieras intrigada por mí temporalmente, pero no habríamos durado como pareja. Tú ibas a ir a la facultad. Yo a ningún sitio.
-No, Justin; tú eras lo suficientemente inteligente. Podrías haber ido a la universidad de haberlo intentado.
Pero entonces recordó lo mucho que le habían disgustado las aulas, lo mucho que había desdeñado a los profesores autoritarios, las reglas arbitrarias. Lo había ignorado todo y había hecho lo que le había apetecido. Por eso era por lo que siempre había resultado tan fascinante.
-¿Y tus padres? ¿Qué habrían dicho si hubieras empezado a salir conmigo?
Ella se encogió de hombros.
-¿A quién le importa?
-Sabes que a ti te habría importado, para empezar.
Ella lo miró a los ojos.
-Nunca me diste oportunidad. Tal vez te habría sorprendido.
El la miraba con fascinación.
-Me has sorprendido ahora.
-Me he sorprendido a mí misma.
-¿Crees que tenemos alguna oportunidad?
Él corazón le empezó a latir con tanta fuerza que apenas podía respirar.
-Tal vez la haya.
-¿Qué tendría que hacer para que eso fuera verdad?
-Ser sincero.
Él suspiró y desvió la mirada.
-Qué diantres, sabía que ibas a decir eso.
-¿Ni siquiera lo quieres intentar?
-Es más complicado que todo eso.
-Tú lo estás complicando.
Estaban en el mismo lugar en el que habían empezado. Sólo que ya había probado lo que era hacer el amor con Justin. Había atisbado su buen carácter y las emociones que él tenía cuidado de no mostrar. Y lo deseaba aún más por todo ello.

Durante los dos o tres días siguientes no ocurrió mucho más. ______ y un Justin disfrazado salían cada día de su apartamento, pero en ningún momento vieron rastro de los hombres que lo habían seguido. Él la acompañaba a La Cosita Más Dulce sin incidentes. Siempre lo invitaba a pasar, pero él le decía que tenía cosas que hacer y desaparecía. Regresaba a mitad de la noche y se iba directamente al sofá sin hablar con ella.
El tercer día, Justin se presentó de pronto en la tienda unas horas antes de cerrar. Iba disfrazado, aunque la camiseta azul pálido de la mañana la había cambiado por una brillante. Los empleados de ______ se quedaron boquiabiertos cuando se acercó con él a presentárselos.
-Bueno, esta es mi tienda -dijo después de las presentaciones.
-Es un sitio increíble -Justin se maravilló del efecto del cristal y el cromo brillante con el arco iris de colores chillones que se desplegaban a su alrededor.
Una fila de clientes esperaba delante del mostrador de los caramelos, otros paseaban por la tienda, y otros estaban sentados a las mesas con refrescos y bolsas de golosinas que acababan de comprar.
-Estoy sorprendido -dijo él.
-¿Sorprendido?
-Cuando me dijiste que habías abierto una tienda de golosinas me imaginé un sitio de los antiguos. Pequeño y lleno de gente, como una tienda corriente. Esto es todo lo contrario.
-La presentación es lo más importante en Manhattan -le explicó-. Hay mucho margen en el negocio de los caramelos, así que me concentré en la luminosidad, en el volumen y en los turistas. También tenemos una página web y estamos preparando un catálogo para que la gente empiece a comprar por Internet.
-¿No son los mismos caramelos que se venden en la tienda de la esquina?
-Sólo algunos. Otros son especiales, o marcas antiguas. Investigué durante varios meses para localizar a algunas empresas pequeñas. En algunos casos pude convencerles de que hicieran un tipo de golosina especialmente para mí a cambio de hacer un pedido grande.
-Tu éxito es impresionante.
-Gracias -dijo ______ mientras se acercaba a una fila de latas de colores que en realidad eran máquinas llenas de golosinas-. ¿Tienes una moneda de veinticinco centavos?
Justin introdujo la moneda en la ranura de una de las máquinas; cuando bajó la manivela la máquina escupió un paquete de Smarties.
______ abrió una pequeña ventana de plástico y sacó sus caramelos. Sonrió.
-¿Así que te gustan los Smarties?
-Prefiero los besos con sabor a café con leche.
Sonrió tímidamente, pero tenía la mirada atrevida. Tocó la máquina que contenía sus caramelos favoritos.
-¿Tienes otra moneda?
Él le besó la mano. Un beso breve pero tentador.
-Algo dulce -dijo en voz baja.
Su expresión fue de placer.
-Eso era lo que mi madre solía decir cuando rompía una dieta. «Niñas, necesito algo dulce».
-De ahí se me ocurrió el nombre de mi tienda.
-Y para ti.
-Adulador -le dio un leve empujón-. Vas a destapar tu disfraz.
-¿Qué hay arriba?
-Te lo enseñaré.
______ lo condujo hacia la escalera de caracol que había entre un grupo de columnas muy altas que se alzaban hasta el balcón. Cada columna estaba hecha de plexiglás y llena de golosinas, bolas de chicle y piruletas, pero sobre todo caramelos de varios tamaños y colores. Verdes, naranjas, rosas, rojos y amarillos.
Rojos, pensó de pronto mientras subía las escaleras con la vista fija en los caramelos. No. Era una locura. Tanto que tal vez funcionara.
-¿Qué se supone que es esto? -le preguntó a ______.
Habían llegado al segundo piso y él se apoyó sobre la barandilla, examinando la parte superior de una de las columnas. Sobre la superficie había una trampilla bien hermosa.
-Grandiosidad -______ se echó a reír-. Sabrina dice que tengo complejo de Willie Wonka.  

Algo Dulce - Justin Bieber y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora