Mi hermanastro. ★YoonMin.

Minnie Te amo..

*PovOmnisciente*

Jimin luego de haber leído aquello suspiró con una sonrisa bastante amplia sobre sus labios. Estaba feliz, y triste a la vez.. Pero no podía evitar sonreír siendo que la persona que amaba había escrito eso para él.

Dejó la foto sobre la cama y guardó las maletas del mayor, empezó a acomodar su ropa para así oír su móvil.
Agarró ése y vio un mensaje de J-Hope.

¿Te encuentras mejor?..
Te llevaré a comer algo..bien?..

Hoseok.. Tenemos que hablar.

No hace falta. . puedes ir con él.
Igual, si te vuelve a hacer daño..
Aquí estaré yo para apoyarte..
Te quiero pequeño bobo.

Como te adoro Hoseok.. También te quiero Hyung.

√√.

—¿Qué he hecho?..—Se preguntó Suga mientras se bebía su cuarta copa de Ron. Estaba totalmente borracho.—Minnie te amo, te amo.. Perdóname..—Comenzó a balbucear cosas sin sentido. Se levantó apenas y comenzó a caminar fuera del bar, sacó su móvil y marcó a Jimin.—Contéstame ...

¿Aló?

Minnie.. Te amo..
Perdóname por todo lo que te he hecho.. Y-yo nunca quise hacerte daño..
Perdóname. ..
Te amo, te amo.. Perdóname ..

Oh.. Ya ... ¿Estás..borracho?..

Eso no importa ahora..
Te amo..

Deja de llorar, ¿Donde estás?. .

No lo sé..

Aish, bobo.. Iré a buscarte..

—Este hombre, por dios...—Dijo Jimin preocupado mientras tomaba un chaleco y salía del departamento e iba en busca del mayor.

Suga caminaba sin sentido alguno, su mundo daba vueltas al igual que su mente.
Por su suerte antes que cruzara la calle Jimin lo encontró logrando abrazarle por detrás..

—¡Te encontré! .. Hueles a alcohol..

—Te amo..

—Bah, sigues con eso. Vamos.—Se agachó y subió al mayor a su espalda, poco después fue hasta el departamento.

Cuando llegaron lo llevó hasta el baño, con cierta vergüenza lo desnudó y le miró.

—A bañarse, ¿vale? Para que despiertes..

—Bañame tú..

—Aish.. Viejo.—Gruñó riendo un poco, y abrió la regadera y tomó el mismo para poder pasarlo por el cuerpo ajeno.—Despiertaaa.~

—Se me va a despertar otra cosa.—Levantó un par de veces las cejitas y él otro rodó los ojos.

—Ya te despertaste, bañate.