Cap. 8 |"Cosas buenas"|

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—¿que pasó? —pregunté bloqueando mi celular.
—hablamos con el oficial, y Tori queda fuera de cargos mayores, podemos irnos.
—¿enserio?
—si. Pero ya, aun falta mas de medio camino por recorrer.
—es raro, ¿que hizo Tori para convencer al oficial de dejarnos ir?
—más bien, “que hice yo para que el oficial nos dejara ir”.
—¿que hiciste Karen?
—le hice la barba solamente. Sin malas intenciones.
La mire seria.
—por favor ________. El oficial esta jodidamente atractivo. Incluso logre conseguir su teléfono.
—¿enserio?
—ya luego te explico. Vámonos —me tomó de la mano y me levantó de la silla.
Salimos juntas hacia el auto, seguidas de Tori y mi madre.
—es mejor que esta vez yo conduzca para evitarnos otro problema mas grande —dijo Karen.
Estuvimos de acuerdo, y subimos al auto. Tori del lado del copiloto, y mi madre y yo en la parte de atrás.
Mamá empezó a maquillarme, sin dejar de lado sus absurdas explicaciones de lo importante que debían ser las direcciones de las pinceladas de rubor en las mejillas.
—es digno de las Freire Clark conservar un color firme y elegante.
Y mientras yo le seguía la explicación, moviendo los ojos de derecha a izquierda, como si no supiera lo importante que es mantener un buen fije en el color y tono de rubor.
—Karen, ¿como fue que lograste convencer al oficial de dejarnos libres, exactamente? —le pregunte.
—con seducción. Es digno de los Maslow este don de seducir y hacer caer a tus víctimas en tus encantos.
—guau —respondió Tori sorprendida—. Ayudame con eso de la seducción.
—Tori, aun eres muy joven para eso de la seducción —le dijo mi madre.
—mamá, tengo 20, casi 21. Y me dices que soy joven para esto. ________ tiene 24 y hoy se casa. Esta algo joven ¿no?
—para el amor no hay edad —dije.
—ya ves mamá. Para el amor no hay edad.
—pero sí límites señorita.
—dejala mamá, ¿que acaso no te das cuenta de que esta enamorada de Zac, el mecánico de hace rato?
—¿que Tori que? No me vas a salir con cursilerías del amor señorita.
—pero mamá, prometo conocerlo.
—conociendote, te emocionas.
—mamá, no es justo, en lo que va de mi vida no he tenido novio.
—mamá, no seas dura con ella, deja que sienta el amor —le dije.
—si promete no emocionarse, puedo dejarla —dijo después de un momento.
—gracias mamá. Pronto que todo sera lento y con calma.
—pero prometelo. No quiero que en menos de un mes llegues panzona y sin nada que hacer —bromeó.
Después de cuarenta minutos, llegamos al jardín del evento, donde se llevaría a cabo nuestra boda.
Inmediatamente bajamos del auto, y la madre de James me esperaba afuera del lugar.
—querida, que gusto que ya llegaste —me saludó contenta, con un beso en la mejilla—. James me dijo lo que pasó, no sabes cuanto lo siento.
—esta bien señora —le dije—. Y de verdad lamento tanto haber retrasado la boda. Todo fue mi culpa.
—nadie tiene culpa ________, las cosas suelen pasar. Y desafortunadamente sin previo aviso.
Puse cuidado en una caja de ropa que sostenía en un brazo, supuse que ahí estaba mi vestido.
—¿es mi vestido? —le pregunte.
—si, querida. James tenia otro de repuesto, es casi idéntico al que traes puesto. No se que pasa en mente de ese hombre.
—¿por que?
—por que el mismo día que compro tu vestido, me dijo que sería bueno comprar dos del mismo estilo, en caso de que al primero le llegara a pasar algo. Y aunque le dije que no era necesario comprar otro, insistió y compró el segundo vestido. Parece ser que James predice o tiene instintos. Esta vez si le funcionó.
—parece ser que él es muy prevenido —dije.

"Un Maslow muy comprometedor" [NAFDS#2] (con James Maslow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora