"Un Maslow muy comprometedor" [NAFDS#2] (con James Maslow)

Cap. 11 |"Celebración judía"| (Tercera parte)

Tocaron a nuestra puerta.
—ya es hora —era mi suegra.
James y yo nos separamos, sonreímos y James se robó un ultimo beso. Fuimos hacia la puerta, y las madres de ambos nos esperaban. Fui acompañada por mi James y por nuestras madres, quienes nos siguieron el paso hasta el lugar del banquete, donde nos recibieron los invitados con ponerse de pie de sus mesas y con aplausos.
Lleno de orgullo, James me tomó del brazo y me acurrucó a él.
—seré la envidia de todos los hombres, mi amor —me dijo.
—no creo que sea para tanto.
—por supuesto que sí, preciosa. Estas bellísima.
Solo sonreí a su bonito comentario.
Nos acercamos a una mesa, ubicada en una parte vista del jardín. Donde se ubicaban cuatro sillas mas, dando un total de seis. James y yo nos ubicamos en las sillas centrales, y los padres de ambos en los lugares de sus respectivos hijos, mis padres a mi lado, y los padres de James a su lado.
El banquete comenzó a luz del atardecer, muy agradable ambiente. Y mi amado esposo me lo agradaba mas al ofrecerme caricias en mi mano, o en mi pierna por encima de las telas de mi vestido.
—me haces el hombre mas feliz de la tierra —me dijo.
—¿por que?
—por que hiciste de mi sueño, una realidad.
—tu también James, te convertiste de una ilusión, a una realidad.
James me sonrió tierno, y me besó la mejilla.
Comenzaron a servir la cena, y todos empezamos a comer muy a gusto y en pacifico ambiente.
—perdoname por todas esas veces que te hice sufrir James —le dije después de pasar un poco de comida.
—son cosas que pasan en la vida, mi amor. No tienes por que pedir perdón.
—no mi amor, te hice sufrir muchísimo. Como cuando...
—por favor no lo repitas —me interrumpió colocando su dedo índice en medio de mis labios—. Sé a que quieres referirte. Y por nada quiero que tu y yo volvamos a recordar esos momentos. Lo importante ahora es que nos amamos y somos lo que ahora somos.
—¿aunque la boda se haya llevado a cabo muy tarde?
—mi amor, nada se arruinó.
—pero se suponía que este seria el mejor día de nuestras vidas.
—¿y que mas pido? Claro que fue el mejor día de nuestras vidas. Y aun falta el desenlace —musitó esto ultimo en mi oído.
—pero...
Me interrumpió con un beso.
—te prohíbo los peros. Te quedan estrictamente prohibidos, mas ahora que estamos casados.
—eres igual de recio a como cuando eramos jefe y empleada.
—lo hago por tu bien, preciosa.
—sobreprotector.
—pero resguardador. Protejo lo que es mio.
—que envidioso eres Maslow.
—admite que te encanta mi envidia. Sin esta, no habría amor —y selló mis labios con un beso.
Durante el banquete, James me presentó a toda la familia, quien me pareció encantadora en ese momento. Principalmente el tío Jack, un hombre mayor mucho muy agradable, quien me sacó risas a mi y a James con bromas inofensivas.
A James le presenté a Tori, mi hermana, a quien no había conocido mucho hasta ese día.
—Tori, es un enorme gusto conocerte —le ofreció un beso en la mano—. Mi esposa me ha hablado demasiado de ti. Y ahorita que tengo la oportunidad de conocerte y verte en persona, me pareces una joven encantadora.
—gracias James —respondió Tori.
—estoy seguro de que hay una enorme fila de pretendientes detrás tuyo.
—oh no. No soy muy social, así que no hay algún joven que se fije o preste su atención en mi.
—no te desilusiones. Te aseguro que hay un hombre que busca algo especial, y ese algo especial solo lo llevas tu. El amor llega a todos.
—y ese hombre lleva el nombre de Zac —intervine.
—_________ —dijo a regañadientes, empezando a ruborizarse.
Solo reí y James sonrió.