CAP 1

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P.V Lia:

-¡Corre, Talía! ¡Corre, corre! -dije agarrándome a la valla que daba entrada al pueblo mientras ella me impulsaba con sus manos-.
Hago lo que puedo, pesas mucho!
-¿Me estás llamando gorda? -pasé mis piernas al otro lado de la valla y salté al suelo-.
-Solo huesos anchos... ¡Vamos, ayúdame a subir! -dijo haciendo señas con las manos-.

Espera, espera, para todo esto. ¿No nos hemos presentado? ¡Se supone que es lo primero~!

Mi nombre es Lia Wayland, y soy una adolescente rebelde e incomprendida. O eso decía mi madre... Tengo 15 años, y me encanta nadar. Soy la típica chica que se le da mejor todo aquello que esté relacioando con las artes, cantar, bailar, dibujar, hacer fotografía...~ y los videojuegos. Creo que jugar es como mi superpoder, o algo así. Me encanta salir al bosque y estar en contacto con la naturaleza. Las fotos... principalmente lobos. ¡Son tan fieles y elegantes~...! Bueno, bueno...

¿Veis a la morena que está a mi lado?

Ella es Talía. La rebelde y bipolar Talía. Un día esta feliz por todo y otro está triste por nada, pero se le ama igual. Es un mes menor que yo. Ella es clavada a mí en personalidad, pero también hay cosas distintas. A ella no le encanta tanto el agua como a mi, y ella lee muchísimos libros, nunca se cansa. Eso sí, somos igual de frikis y subnormales. No intentes separarle de la musica, según ella, le separarías de su alma. Va a una escuela de baile, en un nivel bastante elevado, y a veces me gusta verla bailar. Si te metes conmigo... "No verás la luz del día nunca más..."- Dice siempre Talía.

Nuestra historia comienza el día en el que nos conocimos. ¿Normal, no?

Era el último día del curso antes del verano. Coincidimos castigadas después de clases en la misma sala.
Como los profesores terminaban de trabajar ese día, nosotras nos quedamos solas en el colegio.
-¿A qué profesor se le ocurre dejar a las peores alumnas, solas, en el colegio antes de vacaciones? Es tener ganas de que pase algo horrible. ¿No crees? -dije intentando animar el ambiente-.

Llevábamos varios minutos ahí y no habíamos hablado nada.

-Y que lo digas. Yo creo que no sabe a lo que se enfrenta.

Me di la vuelta para mirar la mesa de detrás, donde estaba la chica. Coloqué mis piernas alrededor del respaldo de la silla, y mis manos sobre su mesa.

-Soy Lia. ¿Y ?
-Talía... ¿Por qué te han castigado?
-Por quemar la moto de un gilipollas. ¿Y ?
-Por pintar en las paredes del baño... -suspiró- ¡Solo mostraba mi arte!
-Te entiendo.
-¿Te gusta dibujar?
-¡Claro! Me encanta. Es una forma de expresar lo que pienso.
-¡Exacto!
-Vaya, ¿dónde has estado toda mi vida?
-Eso me gustaría saber a . ¿Salimos de aquí y vamos a dar una vuelta?
-Vale. Vamos. Paso de seguir en este estúpido lugar cuando se supone que estoy de vacaciones...

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