Lia POV
—Algo va mal... Muy mal. —me repetía a mí misma, golpeando rítmicamente el hombro de Scott. Mantenía una mano en su cintura, mientras que había subido la otra inconscientemente—.
—Lia, me distraes. Vamos a tener un accidente si no...
—¡Para! —grité, y segundos después estábamos derrapando. Scott apoyó su pie sobre el suelo, intentando frenar. Yo tambien bajé el mio, y la velocidad se redujo hasta frenarse—.
Mis piernas corrían todo lo que podían, dejando a mis espaldas la voz grave de Scott llamándome una y otra vez, suplicando que esperara.
Pero era tarde, ya no podía controlar mis piernas, ya que estas iban complétamente solas. Zancada a zancada, más, y más rápido. Zigzagueando entre árbol y árbol, saltando rocas hasta que llegué.
No me dio tiempo a frenar cuando ya estaba encima de aquel bicho, rugiendo y apartándolo de Talía, la cual estaba medio inconsciente en el suelo.Tiré de sus patas hacia mí, jadeando. Cuando levantó su cabeza le gruñí, mostrando mis caninos, los cuales crecían con desesperación hasta clavarse dolorosamente en mi labio superior.
—¡No toques a Talía! —grité, antes de clavarle los colmillos en el cuello una y otra vez, sin dejarle tiempo siquiera para moverse. Estaba furiosa, y me estaba costando controlarme. La fiereza se había apropiado completamente de mí, volviendo todo a mi alrededor una mancha de marrones y sangre.
Scott POV
Me costó unos minutos seguir el rastro de Lia por la densidad del bosque, y cuando la encontré... Dios, cuando la encontré.
Estaba tirada en el suelo, con la cabeza de Talía –la cual tenía los ojos cerrados– sobre sus rodillas. Lia acariciaba su cabello cuidadosamente, repitiendo una y otra vez algunas palabras ilegibles entre sollozos y lágrimas.
(. . .)
Lia POV
Scott me enseñó como ayudar a sanar a otra persona, absorber su dolor.
No había conseguido despertarla, pero si hacer que sus heridas curaran bastante más rápido.
Volví corriendo desde la biblioteca a casa de Scott, de la cual ya tenía llave.
Subí las escaleras y tiré mi mochila al suelo.—¿Alguna novedad? —me acerqué a la cama donde yacía Talía. Su rostro había palidecido un poco por la falta de sangre. Ahora se supone que era mitad lobo, pero me preocupaba su lenta regeneración. ¿Tendría algo que ver con que hacía poco tiempo de su conversión?— Dime que sí, por favor, Stiles.
—No. Nada de momento... —soltó un largo suspiro, casi un sollozo. Cuando volvió a subir la mirada hasta mí sonrió tristemente— Estoy seguro de que mejorará pronto...
—Stiles, no sabes cómo... —tiré de mi pelo con ansia y mordí todo lo fuerte que pude mi labio inferior. ¿Y si no lo conseguía? ¿Y si le pasaba algo malo?— No puedo. Y-yo... Yo... —la respiración me empezaba a fallar junto a las rodillas, haciendo que mis piernas temblasen. Las lágrimas que estaba intentando contener acabaron escapándose— N-no... No puedo... N-no puedo más, joder... Ya no...
Caí de rodillas al suelo, tapando mi cara con las manos. No quería que me vieran llorar, y me sentía débil al hacerlo delante de Talía, aunque no pudiera verme.
Stiles se quedó sin saber que hacer, masajeando el puente de su nariz, deslizando su mirada de Talía a mí y viceversa, como pidiéndole consejo. Finalmente se acercó lentamente a mí, titubeando de si eso era lo correcto. Acarició mi espalda e hice el intento de secarme las lágrimas, aunque sabía que serviría de poco.
—¿Crees que despertará?
—Estoy seguro de ello.
(. . .)
Scott llegó y preparé la cena. Una vez terminada los llamé para que bajaran. Se escucharon unos pasos rápidos escaleras abajo, y el rostro cansado de Scott se vio aparecer por la sala.
—¿Y Stiles? —pregunté, colocando los últimos platos sobre la mesa—.
—Dice que quiere quedarse unos segundos... —aclaró su garganta— Ahora baja.
—Está bien... —intenté simular una sonrisa— ¿Qué tal? Pareces cansado.
—Lo estoy. No he podido dormir casi nada estudiando para el examen de recuperación... —ambos nos sentamos, uno al lado del otro. Scott no tardó mucho en empezar a comer—.
—¿De qué tienes exámen?
—Latín. —miró hacia el techo, levantando una de sus cejas de forma cómica— Cosa que veo bastante inútil en el día de hoy.
—Siendo tú mitad lobo, creo que eres uno de los pocos que puede que lo necesite. —reí en voz baja, observándole— ¿Necesitas ayuda? A mí no se me da mal...
—¿Lo harías? —asentí vagamente— no sabes cuanto te lo agradezco.
—Una vez superes el exámen, podrás agradecerme...
Escuchamos jaleo en el piso superior, y luego vimos a Stiles bajando de forma patosa, a punto de tropezar con sus pies por la prisa que traía. Una vez recuperó la respiración gritó.
—¡Está despierta!
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→»Querida Lobita...«←
Teen Fiction°~Lia~°→Una rubita de ojos verdes, extrovertida, divertida, activa, muy loca y rebelde. Diferente al resto del mundo. Le gusta dibujar, hacer tiro con arco, boxeo y dormir. ¿Cantar y bailar? ¡Siempre que tiene la oportunidad! ¿Lo que más quiere en e...