CAP 5

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P.V Lia~

Talía y yo llevávamos un rato andando solas por el bosque. Iba mirando al suelo cuando decidí hablar.
-Talía. Algo va mal...
-¿Qué pasa, tía?
-Los chicos. -levanté la cabeza hacia el cielo, luego me senté sobre el frío suelo.
-¿Qué pasa con ellos?
-Algo está mal, lo presiento. Necesitan nuestra ayuda. -apoyé mis codos sobre mis rodillas, y sobre mis manos la cabeza, mirando al suelo. Suspiré -Voy a probar algo Talía. Tápate los oidos, va a ser molesto.
Ella obedeció a regañadientes. Era igual que yo, no iba a permitir que nadie le diera órdenes.
Cerré los ojos transformándome de nuevo.
Auyé lo más fuerte que pude, espantando pájaros, y todos aquellos animales que estubieran cerca de nosotras.
Talía cerró los ojos con fuerza ante el ruido.
Tiré de su camiseta cuando escuché a Scott aullar.
-Tía. Están en problemas... -dije quitando algunas hojas secas que se habían quedado en mi pelo- nos necesitan.
Ella asintió y levantó los brazos, emocionada.
-¡Se van a enterar esos cazadores! ¡Hora de aventuras con Lia y Talía!
Sonreí divertida, pero hice una mueca al pensarlo mejor.
-Talía... Voy a ir yo sola... -ella me miró, aún con una sonrisa, que poco a poco fue cambiando a una más bien triste- No quiero que te hagan daño.
-¿Qué dices? ¿Cómo vas a ir tú sola? ¡Yo se cuidarme sola, Lia!
-Talía... No es eso...
-¿Entonces qué es?
-Tía. Por favor... Quédate. Te lo pido.
Ella me miró seriamente. Luego asintió, suspirando.
-Está bien... -miró a nuestro alrededor- me quedaré aquí. Te esperaré a que volváis... Avísame si necesitáis ayuda, ¿sí?
Asentí sonriendo, para luego abrazarla. Ella correspondió pasados unos segundos.
-Lo siento.
-Corre ahora, si no quieres que te tire del pelo. -La miré haciendo una mueca, y ella hizo señas con la mano- fuera, fuera.

Y salí corriendo, transformándome en mitad del bosque.

Intenté rastrearlos, pero había estado muy poco tiempo con ellos como para reconocerlos.

Cuando creí haber escuchado algo me frené, mirando a mi alrededor.
Andé unos metros más y me encontré con Stiles, atado de pies en una rama. Bocabajo. ¿Estaría mareado?
Lamí su cara, para despertarle. Abrió los ojos de golpe y empezó a gritar.
Me tumbé bocabajo, como los "perros buenos" y dejó de gritar. Me siguió mirando un buen rato, hasta que me puse de pie.
-¡Joder, Lia!
Me reí por dentro, lo dijo como si hubiera visto a Satán, o algo así.
Le hice un gesto para que se preparara, echando hacia atrás.
Tomé carrerilla y salté sobre la cuerda, mordiéndola.
Cayó al suelo, bajo un gemido de dolor.
Él me miró dolorido, acariciando su espalda.
-¡Joder, eso ha dolido! ¡Podrías haberme avisado...!
Negué con la cabeza, para luego gruñir. Lamí su brazo y levanté mi cabeza.
-Sí, se han llevado a Scott... Hay que encontrale.
Volví a asentir.
Oí ruidos detrás de mi y gruñí más fuerte, dándole la espalda a Stiles.
Este acarició mi lomo.
-Perrito bonito... Q-quiero decir... ¿Perrita?
¿Lobita? -le miré seria y él bajó la mirada- Está bien, ya me callo.
Di unos pasos, acercándome a los arbustos.
Un lobo de pelaje color chocolate salió de allí. Tenía varias heridas, y cuando nos vio se desplomó sobre el suelo.
-Esto no va nada bien...
Me transformé de nuevo en mi forma humana, arrodillándome frente a Scott.
-Busquemos a Talía. Debemos irnos ahora mismo.

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