CAP 7

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Lia P.O.V.~

Escuché un horrible grito detrás de nosotros, a unos metros. Justo... Donde estaba Talía.
Solté a Scott sin tirarle, y salí corriendo.
No me costó encontrarla, rápidamente distinguí su olor.
La encontré sentada en el suelo apoyando la cabeza en un tronco. Miraba abajo, a sus pies.
-Eh, tía. ¿Estás bien?
Ella levantó rápidamente la mirada, asintiendo enérgicamente.
-¡S-sí, bien! ¡Todo bien!
Sonreí levemente.
-Tali... Yo...
-Vamos... -se levantó- ¿Has dejado tirado a Scott? ¿Solo? -pasó su brazo derecho por mi brazo, con una sonrisa que se convirtió en una mueca.
-, bueno... Está con Stiles -le dí un leve codazo, sonriendo divertida.
-¿Y-y qué? -un leve rubor se pasó por sus mejillas.
-Tía. A no me engañas... ¿Cuál de los dos te parece más guapo?
-Ambos.
-¿Stiles?
-Stiles.
Llegamos hasta ellos, y pudimos ver como -además de no haber adelantado más de medio metro- Scott se resbalaba de los hombros de Stiles y caía al suelo.
-¡Oh, vamos! ¿Otra vez?
-¿Otra vez? -dije mirando a Stiles, luego a Scott- Scott, ¿Cuántas veces te ha dejado caer?
-Cuatro... -le dirigió una mirada acusadora a Stiles, el cual levantó los brazos en señal de rendición- Con esta cinco.
-¡No es mi culpa! Pesa demasiado... -hizo una mueca.
-Claro. Yo puedo con él y tú no, ¿verdad?
- eres una mujer lobo. Eso no cuenta.
-Y eres un flojucho. Eso que cuenta.
-Ya, claro, ahora es culpa mía...
Todos miramos a Stiles.
-¡Claro que es tu culpa! -le gritamos a la vez.
-Buscáos otro vehículo. Paso de llevar a unos tíos tan acusadores en mi Jeep.
-Scott y yo podemos correr. -me encogí de hombros- ¿Pillas la indirecta, no?
-Vale, vamos. -suspiró.
Volví a cargar a Scott y nos pusimos en camino.
-¿Cómo vas? ¿Te regeneras?
-Eso creo... -se estiró un poco- lento, pero ahí voy.
-Ojalá pudiera ayudarte chaval.
-Para eso necesitamos una...
-Eh. Para el carro.
Miré hacia atrás, para ver a Stiles y Tali riendo de no se qué. En cuanto los miré dejaron de reír y bajaron la mirada, con la cara totalmente roja.
-Scott -subí el tono de voz y extendí mi mano hacia él- cinco euros a que estos se acaban enamorando.
-Hecho. -chocó su mano con la mía.
-¡O-oye! ¡Ni se te ocurra, Lia!
-Está hecho. -divisé el Jeep enfrente de nosotros- Ya llegamos.

Tumbamos los asientos de detrás y cargamos a Scott. Yo me quedé con él en la parte de atrás. Tali y Stiles delante.

Apoyé mi cabeza sobre la pared, con la mirada fija en Scott.
-Lia, que soy guapo...
-Cállate. Solo me preguntaba por qué no te regeneras. ¿Olfateaste veneno, o algo así?
-No. Pero me hicieron daño. No por qué tardo tanto...
Vi la cajita de primeros auxilios que llevaba Stiles en el Jeep. La cogí y me acerqué a Scott.
-Déjame ver.
-Tiene pinta de que me va a doler.
-Seguramente. -me levanté y fui hacia Tali- no paréis si le oís gritar.
-¡No mates a mi mejor amigo!
-No creo que muera. -bajé el tono de voz- Pero lo va a pasar mal.
-¡Lo he oído! -gritó Scott.
-Te jodes. -dije riendo. Eché algo de agua oxigenada en una venda y limpié los alrededores de la herida, dando leves toquecitos. De vez en cuando levantaba la vista, preguntandole a Scott con la mirada sobre su estado. El asentía, soltando leves suspiros o resoplidos. Yo reía, divertida por la situación.
-¿Cuánto queda? -dijo Scott elevando la voz, quitando su mirada de mí.
-No mucho. ¿Cómo vais?
-Lia es buena médica.
-Lia también es buena en otras cosas... -Dijo Talía, colando su cabeza entre los asientos delanteros y sonriendo.
Tosí, atragantándome con mi saliva.
-¡Talía! -gritamos Scott y yo a la vez.
Empezó a reír y Stiles miró hacia atrás. Dio un frenazo, haciendo que la cara de Talía quedara a escasos centímetros de la suya.
Stiles parecía un tomate, y Talía una bola que solía decorar los árboles en navidad.
Scott y yo negamos.
-Prepara los cinco euros, Scottie.
-Mañana te los traigo.
Discutimos sin apartar la mirada de ambos y con una amplia sonrisa en el rostro.
Talía, negando y tapándose la cara, gritándonos que dejáramos la apuesta, y Stiles, dando toquecitos sobre el volante, hundido sobre su asiento con la cara roja y la mirada fija al frente.

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