Historias Incompletas

Mejores Amigas.

Danielle y Emma eran amigas hace un año y medio, mas bien, mejores amigas. Pasaban casi todo su tiempo juntas y conocían cada mínimo detalle, tanto físico como mental o sentimental de la otra, como si fueran propios. No había secreto entre ellas, no le ocultaban nada a la otra, a excepción de un pequeño secreto por parte de Emma. Desde el primer momento que conoció a Danielle, se enamoro de ella.

La heterosexualidad de Danielle era algo que todo el mundo conocía, había salido con algunos de los chicos mas lindos de su escuela, y la que conocía cada detalle y momento de esas citas era, su secretamente homosexual, mejor amiga.

Viernes por la tarde.

Ambas amigas se encontraban en la casa de la mayor, disfrutando de una tarde de películas y comida chatarra como hacían cada mes.

Siempre, un viernes al mes los padres de Danielle salen a cenas de trabajo, estas normalmente se efectuaban fuera de la ciudad, vendiéndolos obligados a hospedarse en un hotel para pasar la noche. Este día, era su día, no hacían nada y se quedaban despiertas todo la noche viendo películas, jugando juegos y riendo a carcajadas. En ocasiones invitaban a otras chicas, pero al mayoría de las veces eran solo ellas dos, como en esta ocasión.

Danielle estaba sentada en el piso con su espalda contra el sillón, mientras que Emma se encontraba sentada sobre este con las piernas cruzadas. Algunas botellas y recipientes vacíos, papeles y almohadones se encontraban esparcidos por la sala, mientras una película de acción se reproducir en el televisor. Esta era ignorada medianamente por la conversación sin sentido de las jóvenes, pero eso no las detuvo para continuar con el hilo de la acción.

-Dani, ¿tienes algo que hacer el próximo jueves? - Pregunto la tímida Emma con su suave y algo agudo tono de voz.

- Si, tengo una cita con Dallas - Respondió la morocha sin mirar a su compañera - Te lo dije, ¿recuerdas? -

Su tono de vos era un poco mas grave que el de Emma y no tan suave, pero era melodioso y cuando lo necesitaba, podía ser frío u oscuro.

- Ah, cierto, lo olvide - Comento algo deprimida la castaña, bajando la mirada a sus manos, las cuales comenzaron a jugar con las coloridas pulseras que adornaban sus muñecas.

- Hablando de Dallas - Dijo la joven de ojos oscuros mientras se levantaba del piso y se sentaba en el sillón mirando a su amiga - Nos hemos estado llevando muy bien últimamente, y tengo el presentimiento de que si seguimos así, podríamos llegar a empezar a ser una pareja oficial, y sabes lo difícil que es eso para mi - Comento con una de esas hermosas sonrisas que ella acostumbraba a dar. Sus labios se afinaban, se formaban manzanitas en sus mejillas y sus ojos se achinaban un poco, pero aun se lograba ver el profundo negro de su mirada.

- Me alegro mucho, es una muy buena noticia - La ojiverde correspondió una sonrisa falsa a su amiga. La decepción y tristeza se encontraban expuestos en su mirar, pero trato de esconderlo a través de su débil pero creíble sonrisa.

Luego de esa noticia hubo un silencio que fue utilizado para disfrutar de la película, por lo menos para Danielle, ya que Emma se estaba torturando con sus pensamientos. Una vez finalizada la película, se reprodujo automáticamente la siguiente, una hermosa película de romance.

La morocha se encargo de romper con el silencio presente con un bostezo que llamo la atención de su amiga, provocando un contagio automático, y con eso risas que invadieron la casa.

- Ah, Em, hace unos días me ha estado molestando un pensamiento en mi cabeza - Dijo volteandoce un poco para quedar mirando de frente a su amiga - Y me gustaría que me dejaras probar algo -

La menor también se volteo para mirar a su acompañante, mientras la duda estaba implantada en su rostro - ¿Qué quieres probar? - Dijo ignorando completamente los pensamientos de su amiga.

- Esto - Fue lo ultimo que dijo antes de pasar su mano, rápida pero suave, por la nuca de la ojiverde y acercarla hasta ella para poder aprisionar sus labios con los suyos. Emma quedo sorprendida ante tan acción que no podía moverse ni reaccionas.

Una vez que pasaron unos pocos segundos y que la menor no le devolviera el beso, se decidió a apartarse, admitir su equivocación y disculparse, hasta que, sorprendiéndola una mano se poso sobre su hombro y los labios que estaban en contacto con los suyos comenzaron a moverse, correspondiendole el beso. Este fue lento, dulce, cariñoso.

Luego de unos segundos, cuando el aire comenzó a escasear en sus pulmones, se separaron. Emma seguía incrédula ante lo ocurrido, de que aquel sueño que la perseguía todas las noches, todas la veces en las que se imagino besando a Danielle, se hubiera hecho realidad, y hubiera sido la mayor quien lo iniciara.

Cuando por fin abrió los ojos, luego de pensar lo que había pasado, se encontró con su amiga mirándola fija y seriamente, su rostro no expresaba nada, solo había seriedad en este.

¿Por qué me mira de esa manera? Pensó ¿Acaso esta molesta? ¿No le habrá gustado el beso? ¿Es eso? ¿Beso horrible? Debe ser eso. Dios que vergüenza.

Los pensamientos la torturaron silenciosamente, y muy apenada y preparada para marcharse lo más rápido que pudiera, bajo su mirada a sus manos, con sus mejillas sonrojadas por la vergüenza.

Una dulce, armoniosa, pero al mismo tiempo, corta risa se escucho de la boca de Danielle. Curiosa, subió la vista para ver el motivo de la risa de 'mejor amiga', a quien no sabia de que manera mirar sin avergonzarse de lo que acababa de pasar. Esta, ahora la miro con una sonrisa en el rostro, pero de esas sonrisas en las que se notaba la felicidad de su corazón.

La joven de ojos oscuros se acerco al oído de la menor lentamente y con una sonrisa en su cara - ¿Creíste que no lo había notado? - Fue todo lo que dijo para que un escalofrió recorriera todo el cuerpo de Emma.

La sorpresa y el pánico se apoderaron de ella - ¿A-a qué te... te refieres? - Pregunto maldiciendo a su voz por traicionarla de esa manera.

- Vamos Em - Dijo con un deje de picardia en su voz - ¿Crees que no veo como me miras?, que dejame decirte que no es la manera en la que una mejor amiga mira a la otra,¿la manera en la que te pones cuando hablo de algún chico?, ¿de la infinidad de veces que te has quedado embobada mirándome? - Hizo una pausa para ver si su amiga le decía algo, pero esta seguía petrificada con la sorpresa en todo su cuerpo, entonces decidió continuar - Al principio no estaba muy convencida, así que no intente nada antes de estar segura, y ese momento llego ¿recuerdas la vez que te quedaste a dormir en casa? Si, bueno, tus caricias me despertaron escuche lo que decías -

- ¿Qué escuchaste? - Fue lo primero que su cerebro procesó y pudo decir.

- Lo suficiente como para saber que estas loca por mi - Respondió acercándose hacia en rostro de la ojiverde.

Emma tomo aire y dejo escapar un largo suspiro para calmarse; aunque seguía temblando, ahora su cerebro era más consciente de lo que sucedía y podría hablar. Danielle continuaba a la misma distancia que antes.

- Y si lo sabias, ¿por qué no me lo dijiste? ¿por qué hiciste esto? - Logro preguntar con temblor en la voz.

Danielle alzo los hombros y cerro los ojos, pero no se aparto ni borro su sonrisa - Quería saber que pasaría, qué me pasaría - Dijo, enfatizando en esta ultima frase y acercándose hasta quedar a uno pocos centímetros del rostro de la castaña.

- ¿Y-y qu-qué pasó? -

- ¿Qué crees que pasó? - Se acerco más y tomo los labios de la menor en otro beso dulce, pero esta vez un poco más rápido. Esta se acomodo en el sillón y pasó su brazos alrededor del cuello de la mayor, mientras que Danielle también se acomodo en el sillón y poso sus manos en la cintura de Emma y acariciándola dulcemente con los pulgares.

En un momento Emma recordó algo y se separo de su ¿amiga?, de una manera bastante brusca, pero sin sacar sus brazos de alrededor de el cuello de la mayor.

- Espera, ¿qué pasara con Dallas? ¿qué pasara...? - Preguntó, algo alterada ante el qué pasaría o el qué pensarían. 

La morocha alzo sus hombros y cerro sus ojos, sin darle mucha importancia a la urgencia que le daba la otra al asunto - No se, y en este momento, realmente, no me interesa - Fue lo único que dijo antes de continuar con el beso anteriormente interrumpido.