La dirección que marcaba su celular le parecía demasiado lejos para una sorpresa, pero si James le había dicho que era importante, lo haría, sino, que clase de amigo seria.
Llegó al departamento y subió al piso indicado. Al acercarse a la puerta correcta, notó como esta se encontraba abierta, así que sin miedo entró y la cerro detrás de él.
- ¿James? - Preguntó al no ver a su amigo por el lugar.
- Edward - Una voz a sus espaldas, logró que se quedara congelado. Conocía esa voz, la conocía demasiado.
Volteo lentamente, deseando que todo eso fuera solo una pesadilla. Pero no fue así.
Delante suyo se encontraba un castaño de estatura menor a la suya y con los ojos mas hermosos que alguna persona hubiera visto en la historia. Se encontraba aquel que fue en amor de su vida.- William - Dijo en un susurro.
- He vuelto amor - -Dijo con notable esperanza. El mayor, cuando ideó ese momento en su cabeza, imaginó que su acompañante se pondría feliz, se acercaría, se abrazarían como nunca antes, y se besarían de esa manera tan especial que ellos tenían. Pero ocurrió todo lo contrario.
El menor solo se cruzo de brazos con una expresión neutra en el rostro.
- Volviste. Que bien, felicidades - Escupió con resentimiento.
- Ed... Volví, estoy aquí, por ti - La confusión en el mas bajo era monumental, y se notaba.
Una risa seca y sarcástica se escucho por parte del rizado, incluso, hasta podría decirse que contenía odio.
- William, te fuiste, te fuiste sin decir una palabra, por dos malditos años. ¿Qué esperabas? ¿Qué saliera corriendo a tus brazos? - El castaño se mantuvo en silencio, manteniendo esa mirada de confusión, demostrando que era justo eso lo que estaba esperando. Ante el silencio de su acompañante, el rizado simplemente bufo con molestia mientras bajaba los brazos.
Y de cierta forma, muy en el fondo, él también tenia ganas de acercarse a aquel que fue el amor de su vida, abrazarlo, y dejar todo lo ocurrido atrás. Pero eso es imposible. Es imposible olvidarse todo el dolor que sintió, el vació que lo invadió, y las cosas que hizo en ese tiempo.
- Escucha William - Ahora su voz se mantenía calmada, hasta algo triste, mientras su mirada no demostraba odio, sino cansancio - Siempre supe que eras una persona libre, que no te mantenía mucho tiempo en el mismo lugar, y tampoco pretendía cambiarte, ya que esa fue una de las cosas que me enamoró de ti - El dolor en sus palabras era notable, y las pequeñas lágrimas al rededor de sus ojos comenzaban a hacerse visibles - Pero jamás creí que irías sin mi. En un principio pensé que era otra de tus bromas, pero luego de que transcurriera una hora, entendí que no era así -
- Si, lo se. Pero intente comunicarme, te deje una nota - Mencionó con una mezcla de ilusión y desesperación en la voz.
- ¿Una nota? - Preguntó con un pequeño toque de ironía y algo de ira - Sólo dejaste una maldita nota que decía 'lo siento'. Nada mas, ni un como, ni un donde, ni un porque. Ni siquiera me pedías que te esperara, porque te juro William, que si lo hubieras hecho, te habría esperado - Muchas emociones se mezclaban dentro del rizado en ese momento, la ira, la tristeza, el odio, la desilusión, y muy en el fondo, el amor.
- Si, lo se, y lo siento mucho, yo... -
- No William - Lo corto el más alto. Esa conversación no llevaría a nada, solo generaría problemas, dudas y odio, y lo ultimo que Edward quería era odiar al castaño - Debo irme a casa, mi prometido me espera con la cena - Intento acercarse a la puerta, pero cuando paso por un lado del mayor este lo tomo del brazo, impidiéndole el avanzar.
- ¿Prometido? - Pregunto el más bajo con ira y mucho sorpresa en su mirada y tono de voz. ¿Como era eso posible? ¿Se iba dos años y Edward estaba comprometido? ¿Tan rápido lo había olvidado?
Edward se soltó de su agarre con un movimiento brusco y con rostro de pocos amigos - Si, prometido - Respondió, enfrentándose nuevamente al castaño.
- ¿Quien? - Mantenía los dientes apretados y el enojo transformando ese azul cielo en una tormenta.
- ¿Crees que te debo explicación alguna? -
- Edward - Su paciencia estaba acabando, y el enojo debido a lo de 'prometido' y la tristeza por el rechazo del rizado, no hacían una buena combinación.
- Con Nick - Respondió, seco, hastiado, furioso.
- ¿C-con Nick? -
- Si Nick, y sabes ¿por qué? - No le dejo responder. Primero, porque no quería saber lo que diría, y segundo, se notaba que él aun no hablaría - Porque fue él quien estuvo a mi lado cuando tu te fuiste. Fue el primero en venir, consolarme, entenderme, a al menos, intentar hacerlo. Y no, no fue por despecho, ni porque era el único que estaba a la mano, si es lo que te estabas preguntando - La ira comenzaba a crecer en él, a cada segundo, a cada palabra, se arrepentía de no haberse ido en cuanto lo vio - El estuvo a mi lado durante este tiempo, me ayudo, me cuido, me quiso, me amo, y al final, yo también termine enamorándome de él, por ese motivo decidí aceptar cuando me pidió matrimonio - Comenzó a respirar hondo, calmarse. No podía llegar a casa alterado, Nick lo notaria y se preocuparía, y no tenia ganas ni energía como para explicar lo ocurrido - Ahora, si me permites, regresare a mi hogar - Comenzó a darse la vuelta, pero nuevamente una mano en su brazo le impidió seguir caminando.
Cuando volteo, William lo observaba con lagrimas en los ojos, devastado. El agarre en su brazo no era fuerte, era suave, delicado, el cual bajo hasta su mano, la cual fue envuelta por las del mas bajo.
- Por favor Edward - Su voz se encontraba rota y en su mirada se podía apreciar el completo dolor - Por favor no te vallas. Lo siento ¿si? Lamento haberme ido, pero no te vallas. Quédate conmigo. Reconstruyamos aquellos que teníamos, prometo no irme esta vez. Es más, si quieres puedo cambiar. Puedo conseguir una casa, un trabajo, casarme. Negarme a cualquier viaje, cualquier huida. Pero no te vallas -
Edward se mordió el labio levemente. No lo estaba pensando. No le estaba clavando una duda en la cabeza. No lo estaba considerando. Él debía volver a casa. Pero verlo a William de esa manera lo destrozaba. Estaba prometiendo cambiar, dejar todo lo que lo hacia él, para que se quedase, y de alguna manera, le dolía mucho.
- William - Las lagrimas comenzaban a hacer presencia, porque, aunque lo negase, muy en el fondo él lo seguía amando como la primera vez - No hagas esto más difícil, déjame ir -
- No, por favor Ed, no te vallas. Hare lo que sea, pero no me dejes ahora -
Era irónico como la vida daba ese tipo de vueltas. Hace dos años, si Edward hubiera tenido la posibilidad de rogarle a William que se quedara, lo habría hecho, es más, lo habría seguido para no abandonarlo. Pero ahora, era él que estaba decidido a irse, mientras el mayor se mantenía suplicando para que no lo abandonara.
- Lo siento Will - Tomo las manos del castaño y las acerco a sus labios para dejar un corto beso sobre estas - Cuídate, y no lo olvides - Una sonrisa llena de tristeza se depositaba en su rostro. Se sentía que estaba tratando de consolar a un niño, pero eso hubiera sido mucho mas fácil que lo que estaría por hacer - Te quiero, como no te imaginas - Deposito otro suave beso sobre aquellas pequeñas manos y comenzó a salir del lugar - Ten una buena vida Will -
El castaño se quedo petrificado. Hubiera dicho algo, pero sus labios no se movían. Hubiera ido detrás de él, pero sus piernas no respondían. Hubiera hecho algo, pero su cerebro no reaccionaba. Solo se quedo en silencio, observando aquella puerta, y pensando como había sido tan estúpido de perder al amor de su vida, otra vez.
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Historias Incompletas
Random¿Nunca te paso que pensaste en una historia, pero solo la trama? Sin personajes, sin inicio, sin final, sin conflictos. Solo una escena. Estas son solo escenas o tramas de historias, sin principio ni final, personajes sin nombre, tal vez no fueron...