Untiled 4

"No todo inicio tiene un fin"

       

Dipper, nunca abandonó Gravity Falls. Había decidido quedarse con Ford por sus enseñanzas, además que iba a hacer lo que más le gustaba –resolver misterios- y pronto iba a ir a presentar un examen en una universidad, para tener el mismo doctorado que su tío. Nada iba a ir mal, ya tenía todo planeado para después de las vacaciones, ya que cada verano a Dipper le agradaba pasar el tiempo con su hermana, para compensar todo el tiempo que él no ha estado con ella. Era un plan sin margen de error alguno, o eso era lo que él creía.

–Dipper, sabes, necesito decirte algo de suma importancia y quiero que me prometas que tratarás de alejar el peligro de todos ¿Entiendes? – Qué podía ser tan grave como para tener que ocultarlo de todo y todos.

– ¿Qué sucede tío Ford? – La curiosidad del chico se había vuelto un tanto poderosa que ansiaba por una respuesta lo más pronta posible.

Dando un ligero suspiro con pesadez, con deseos de no tener que revelarle aquella verdad, por fin se digno a hablar – Es sobre Bill...–

– ¿Qué tiene que ver él? – La impaciencia ya se había vuelto más grande. No quería apresurar al contrario a hablar, pero iba a tener que hacerlo si no hablaba pronto.

–Es solo que, él realmente nunca dejó de existir, debido a que es un demonio. – Tal afirmación era un tanto extraña a la vez que lógica. Pero si nunca había dejado de existir ¿Por qué nunca lo dijo? Quizá estaba equivocado, ya que no tenía pruebas, por lo que creía que quizá era una simple paranoia pero paranoia después de un largo tiempo, eso resultaba ser bastante extraño.

– ¿Por qué estas tan seguro? – Quería. No, deseaba una explicación irracional para que el argumento de él fuera inválido y así no iba a tener que preocuparse en lo absoluto por aquella tan inquietante noticia.

No le dio respuesta alguna, simplemente le tendió un diario. No tenía número alguno o una distintiva portada con alguno, era una simple pasta dura de oscuro color. "Propiedad de F." Era lo único que se podía leer en la portada

– ¿Es otro diario tuyo tío Ford? – Musitó al momento de leer aquella leyenda inscrita en el diario, esperando por una respuesta afirmativa.

– No niño, ese diario lo encontré al momento de construir esta cabaña. Al parecer alguien anterior a mí había decidido investigar los misterios de este lugar; y gracias al diario que tienes en tus manos basé gran parte de mi investigación. –

"No puede ser, no puede ser, esto no es real, es solo una pesadilla, y en cualquier momento despertaré, y Mabel estará ahí" Se repetía a si, una y otra vez, aunque supiese exactamente que todo era verdad, mas que una pura y sincera verdad, de la cual no tenía salida.  

No quería enfrentar a Bill por una cuarta vez, dando como resultado la destrucción del pueblo por segunda vez, al mismo tiempo que no quería poner en peligro otra vez a todos.

– ¿Crees que regrese? – La preocupación ya se había vuelto más grande que hace tan solo unos pocos minutos atrás.

–No estoy seguro de ello. Pues de acuerdo con el autor de ese diario, había regresado para atormentarlo y luego matarlo...

Aquella respuesta no había sido la más esperada, ya que causó gran impresión por parte de él.

"¿Acaso voy a morir en garras de una figura geométrica?"Aunque no había tanto indicio en que Bill estuviera merodeando el pueblo, por lo que debía de calmarse tan siquiera un poco, pues aquello era lo único que lograba reconfortarle en ese instante. "El saber que no había rastro alguno de él en el pueblo."    

–También te tengo otra noticia

El castaño internamente deseaba que no fuese alguna otra clase de mala noticia, pero como el destino nunca parece estar a su favor le trajo lo indeseado, pues aquellas palabras le dejaron en shock.

– Me voy a ir por unos meses del pueblo a un lugar muy lejos de aquí, por lo que estarás solo por si algo malo sucede. Créeme que yo me hubiera decidido quedar, pero hace un largo tiempo atrás había aceptado esta oferta. – Parecía que iba a estar solo en esta lucha contra Bill (si era que llegaba a aparecer en algún momento) pues no iba a querer meter a su hermana en esto, y menos en aquellos días de verano, ya que la promesa que había hecho con su hermana, era: Pasar cada día del verano sin investigar nada, así no dejaba a Mabel de lado a causa de todas las cosas que necesitaba estar haciendo.

En completa calma y silencio se fue al cuarto a <descasar> pues la noticia de la ida de Ford a quien sabe dónde, que Bill puede volver con tal de solo molestarle el resto de su vida o peor aún matarlo, no le dejaba de dar vueltas y vueltas en la cabeza aquel asunto. Convirtiéndose aquel día uno de esos días en los que le daba ganas de dejar las cosas de lado y rendirse ante todo lo que le sucedía.