"Amor controlado"

600 58 6
                                    

Aquella no era la primera vez en que controlaba las acciones del castaño y tampoco creía que fueran a ser las últimas veces , no desde que comprendió lo que en verdad sentía; aunque fue difícil de asumir para él, al final de todo terminó aceptando sus verdaderos sentimientos, aunque había deseado llegar a alguna otra conclusión que no fuera esa.

Dipper se encontraba sumido en sus estudios, mañana iba a presentar aquel gran examen, mismo que iba a ser esencial en el futuro. A pesar de saber todos los conceptos de memoria, comprender cada tema, cada página, cada palabra, no se sentía con la confianza suficiente para el examen, era la primera vez que se sentía tan incompetente ante algo muy simple.

–Pine, créeme que ya pasaste el examen con un 93... – Enunció al momento de aparecer repentinamente en el cuarto del chico.

–Realmente necesito estudiar...– Replicaba sin apartar la vista de aquel libro, extrañado por aquellas repentina aparición.

–Leo el futuro, y si te lo digo es por algo.– Una sonrisa de malicia ya se había comenzado a dibujar en su rostro, la cual no había sido notada.

–¿Crees que eso me ayuda? Además yo... – Se vio interrumpido, debido a que el demonio ya le había vuelto a hechizar. Se había vuelto una costumbre, la cual no podía evitar no hacer.

–¿Qué opinas del estudio en éste momento?– Sonrió con lujuria al mismo tiempo que se acercaba al menor para tomarle de la cintura y comenzar a besarle por el cuello al mismo tiempo dejando leves mordidas.

–Existen mejores cosas en este momento.– Replicó sonriendo con lujuria.

"Respuesta correcta" pensaba el rubio, debido a que era lo que quería escuchar. Comenzando a besar aquellos suaves y carnosos labios al mismo tiempo que había comenzado a recorrer su abdomen con una de sus manos, mientras que con la otra, éste le comenzaba a estimular aquella zona, dando caricias por encima de la ropa; para luego comenzar a desabrochar aquel short de pescador, que era típico del castaño; dejándolo en ropa interior, misma que no tardó demasiado en quitar, dejando una perfecta vista a su miembro erecto al cual no le había tomado mucha importancia, pues volvió a la parte superior de él, poniéndole dos de sus dedos frente a él para que los comenzara a lamer, lo cual hizo sin problema alguno. Al quitar sus dedos de la boca del menor, con uno, comenzó a acariciar su entrada para posteriormente introducirlo lentamente, causando algunos jadeos por parte del mismo; continuando así con dos de sus dedos esta vez moviéndolos a modo de tijera por un corto momento, para que al introducir su tercer dedo no fuera tan doloroso.

Aquellos gemido que producía el chico, al parecer del demonio eran como una melodía, ya que le agradaba escucharlo; con la otra mano que tenía libre se estaba quitando lo que era su pantalón, con ello se iba la ropa interior. Recostó al contrario en el escritorio, tirando aquellos libros, papeles, carpetas, y demás cosas que se encontraban ahí; sacando aquellos dedos que tenía en el interior de él, para así poder introducir lo que era su miembro dentro del chico, haciendo que esté mismo jadeara, pero pronto sus jadeos cesaron, pues, juntó los labios de ambos en un profundo beso lleno de emociones por parte suya mientras que el otro, lo hacía con el afán de responder aquel beso, a causa de estar bajo aquel hechizo, lo único que podía sentir era la lujuria del momento, lo cual le daba cierto grado de decepción al demonio; mientras que por otra parte no le interesaba demasiado que sus sentimientos no fueran correspondidos , podía manipular al contrario las veces necesarias.

Había comenzado a moverse en un vaivén algo lento, que consiguientemente pasó a ser algo un poco más rápido y profundo, debido a que trataba de dar con el punto P del chico; lo cual no resultó ser algo muy difícil a causa de estarlo escuchando jadear y gemir repetidas veces en breves lapsos de tiempo; los cuales le excitaban demasiado; el único sonido que se podía escuchar eran las pieles de ambos chocar, junto con los leves jadeos ahogados del menor. Ambos llegando al climax del acto; el rubio corriendose en el interior del castaño, mientras que este manchó a ambos. 

Ambos se fueron a la cama que estaba frente al escritorio que se encontraban, estuvieron acostados en esta por un rato, hubiera sido un momento perfecto si en verdad el menor hubiera sentido tan siquiera algo de amor al contrario; a pesar de que podía hcer que él le amara, no iba a ser lo mismo, quería que Dipper lo amara de manera natural y no -obligada- como lo hacía en aquel momento. No supo en qué momento se había quedado dormido, pues al despertar, no estaba él; escuchó el ruido del agua por lo que dedujo fácilmente que  se había ido a duchar, lo que le dio un largo rato para sumirse en sus pensamientos.

Al salir de la ducha, aquel recuerdo había sido borrado por parte del rubio, a la vez que salía del trance. Quería evitarse conseguir más odio por parte de él.

"¿Qué pasó?" Se preguntaba al ver el desastre del cuarto, recordaba haberlo ordenado, al igual que recordaba haber tendido la cama. Recogió el desastre que tenía en el escritorio, para dirigirse a la cama

—¿Cipher? — El llamado estaba dormido plácidamente envuelto entre la sábanas. Abrió los ojos y no hubo respuesta alguna, solo estaba quieto en completa calma.

"Más extrañas las cosas no pueden ser ¿O sí?"

Untiled 4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora