"Pocas respuestas, más preguntas"

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  — ¿A dónde vamos? — Y llevaban horas de viaje y el chico no se había dignado a preguntar hasta sentir que todo estaba más calmado, pero las cosas simplemente no parecían calmarse, la vista de su tío, a pesar de ir conduciendo y centrado en el camino, parecía cada vez más perdida ¿Qué pasaba por su cabeza? Si tan solo fuera un poco más abierto al momento de hablar no estaría en aquella situación.

— Espera a que lleguemos y lo verás.— volteó a verle por un par de segundos y regresó su vista al camino.

La impaciencia de Dipper era demasiada, no podía contenerse, sentía la necesidad de conocer cada simple detalle cada simple cosa, pero simplemente no podía seguir preguntando, aunque, nadie le había dicho que no lo hiciera.

— Tío, realmente necesito saber a dónde vamos, no puedo pretender que nada está sucediendo, cuando realmente quizá el Apocalipsis está enfrente mío y no lo veo...

Parecía que Ford le había dejado de escuchar pues no reaccionó ni un poco, mucho menos se inmutó por lo que había dicho el chico. Hacía que sus dudas cada vez fueran más grandes, no comprendía nada sus suposiciones de que algo realmente malo eran cada vez más, y no solo por el hecho de la manera de actuar de su tío , sino por la misma presencia de Cipher. No solo cada vez era más molesto estaba tratando de apegarse a él, pues estando en California, había sentido su presencia, sabía que no era de su imaginación pues su gemela le había visto en breves momentos durante sus lúcidos sueños e incluso el también lo hizo, pero quien lo había hecho más veces había sido ella.

— No estamos, estas, seguro ahí, necesitas tú y tu gemela ir a otro lugar en donde estén lejos de él.—Respondió después de varios minutos, a lo que supuso que necesitaba estar lejos de Bill Cipher, pero si hubiera sido él, al menos lo hubiese mencionado ¿no?

— Lejos de ¿Cipher? —No dudó en preguntar.

Y aquella respuesta jamás supo. Lo último que vio habían sido las luces de otro auto irse hacia donde ellos se encontraban y sentir un terrible dolor...El ruido de la ambulancia le había despertado muy poco, pero antes de poder reaccionar volvió a caer desmayado.

Al abrir sus ojos lentamente una blanca luz le había cegado por los primeros segundos hasta que sus ojos se acoplaron a la luz en el lugar. ¿Dónde estoy? Se preguntaba al no ver en donde era que estaba, ya que moverse le era algo complicado por el hecho de estar atado. ¿Por qué estaba así?

— Parece ser que ya despertó...— Se escuchó la voz de una chica, la cual de manera inmediata se había acercado a donde era que el chico se encontraba recostado. Estaba en el hospital después de aquel accidente tan terrible que había tenido. No podía recordarlo muy bien, pero el ruido de aquel momento pasaba por su cabeza en aquellos instantes una y otra vez sin parar.  

El aparato al que se encontraba conectado, había comenzado a sonar y su vista se volvía a hacer borrosa cayendo en aquel estado por segunda vez. Los doctores se alteraban, pues parecía ser que había caído en un coma, e iba a ser difícil de deducir si en algún momento iba a despertar. Por otra parte, Ford solo había obtenido un par de fracturas y demás cosas de menos riesgo. No había sido nada grave como a Dipper le había sucedido.


  — ¿Dónde estoy? —  Veía a su alrededor y no veía nada en concreto, parecían haber muchas cosas carentes de sentido.

— Bienvenido al Escape Mental. — Se escuchó una voz al lado de él.

Al voltear a ver a Bill le parecía todo tan confuso, pero mientras él se encontraba en aquel lugar, la realidad era un tanto diferente.

—Doctor, lo estamos perdiendo, su pulso desciende muy rápido. — Al escuchar la voz desesperada de la mujer, este, se apresuró en ir a ver cómo estaba, en ver lo que le sucedía.

Si no hacían algo rápido, podían perderle y Dipper moriría, pero realmente eso no tenía nada que ver con su salud, sino, era causado por cierto rubio que se encontraba en su subconsciente.

—Y dime Dipper, ¿Quieres quedarte aquí? Aquí, tengo todo lo que necesitas; respuestas y conocimiento infinito.— Parecía saber que sabía seducirlo con lo que le gustaba, pero Dipper era más inteligente que el demonio... Al menos él creía que lo era.

— ¿Quedarme aquí? — repetía como si lo estuviese pensando, ya tenía una respuesta definitiva, siendo esta un: no. — Sabes bien que nunca aceptaría, quiero regresar a mí casa. — Presentía que algo tramaba el rubio, pues nunca se había comportado de tal manera.


El rubio, no se iba a rendir tan fácil, pues comenzó a distraer a Dipper con diversidad de objetos que habían en el lugar; libros raros, avances en ciencia y tecnología. Como había dicho el demonio ahí estaba el "conocimiento infinito."

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