"La Cabaña"

235 22 0
                                    

Aquel castaño, andaba recorriendo el lugar, tomaba algunos de los libros que estaban en la estantería. "Vaya clase de símbolos tan raros," pues parecían ser alguna clase de idioma -extraterrestre- si lo podría describir de dicha manera; no era parecido a ninguna clase de lengua o idioma antiguo, mucho menos a alguno de alguna cultura. Lo sabía bien y estaba seguro de todo eso por la razón de saber muchos de ellos, algunos los podía leer, otros simplemente conocía la estructura básica, pero nunca había visto nada igual a aquellos símbolos. 

Guardó el libro y continuó con su recorrido, dejando para más tarde curiosear por la estantería. Hasta el momento lo único que le parecía de lo más interesante había sido el libro que se encontraba en la mochila. 

– ¿Dipper? – Se escuchó la voz de cierto rubio detrás de él. 

–¡¿Bill?! – Se mostraba sumamente sorprendido al encontrarlo en aquel lugar, no lo necesitaba cerca. No en ese momento.

–¿Qué es lo que haces aquí? – cuestionaba el rubio, con una mirada un tanto difícil de descifrar el significado, ya que no parecía mostrar emoción alguna o sentimiento alguno, lo cual era extraño de ver, ya que era típico verle con una mirada un tanto pícara mezclada con cierta posesión.      

–Yo solo estaba...– "No le voy a decir lo que estaba haciendo, no debería interesarle." El fugaz pensamiento le interrumpió. –Esa respuesta no te debería interesar. –finalmente habló. 

– Debería de saber.– habló con autoridad. – Después de todo esta es mí casa.– mintió. Era realmente la casa de aquel sujeto que le había retenido minutos antes. La única razón por la que le dejó en dicha "libertad," fue por haber hecho una alianza con él. 

El castaño estaba desconcertado por lo que le había dicho. No parecía ser casa de él, pues si aquel demonio tuviera una en este mundo, lo más seguro es que sería una casa con demasiados lujos, amplias habitaciones y con una ostentosa decoración. Así era como veía al demonio, y nada le iba a hacer cambiar su forma de verlo.

– Si esta es tu casa, me podrías decir de qué son todos esos libros. – Si iba a conseguir una manera en saber la verdad sería esa, ademas de poder descubrir algunas verdades en ese momento, pues si realmente tenía las respuestas para todas las cuestiones se ahorraría un poco de -mejor dicho, demasiado- tiempo en investigación. – Parece ser que son libros muy interesantes. – agregó viendo con atención al rubio.

Ante la pregunta la reacción del rubio cambió un poco, pero decidió no prestarle demasiada atención y evadir esta misma. – Me parece que deberías salir de aquí. necesito hacer algunas cosas. – iba a tomar al castaño de la mano, pero este simplemente la quitó al momento de apenas sentir el leve roce. 

Sin más que decir se fue dejando al rubio en el lugar. No le interesaba lo que le fuera a hacer, e incluso le extrañaba la manera en que este se comportaba; no era que le desagradara, solo le era demasiado rara, y más en aquel demonio. Aquellas últimas semanas se había comportado un tanto raro. 

La noche cayó y él no salía de la biblioteca, hace horas había entrado buscando respuestas y aún las seguía buscando, no parecía ser que pronto las fuera a encontrar o algo parecido. Entre más buscaba sentía que estaba más lejos de encontrar la respuesta, parecía ser un tanto imposible de encontrar, parecía una búsqueda sin fin, parecía un circulo sin fin.

'Llamada entrante: Mabel.' Marcó la pantalla del celular con aquel ruidoso timbre, mismo que le despertó del sueño. 

– Hola Mabel.– Habló con cansancio. Se había quedado dormido en la biblioteca con aquel montón de libros rodándole.

 –¡Dipper! ¿Dónde estas? Tío Stan está preocupado por ti al igual que yo.–La chillona voz de la gemela se escuchó detrás de la línea. 

Separó el teléfono por unos momentos de su oído para ver que hora era '12:05 a.m' –Ya voy Mabel, solo deja y...– No encontraba el libro que había tomado, por lo que se había preocupado un poco de que alguien lo hubiese tomado. –...y hago algo...–colgó el teléfono para buscar mejor el libro que hasta hace unos momentos traía en manos pero, por mas que lo buscaba menos lo encontraba. Lo había perdido...

Al regresar a casa hice el mínimo ruido posible hasta llegar a mi cama y dormir plácidamente en aquel profundo sueño.

  – Ya te dije que lo hicieras. –  Ordenó Ford.

  – Pero tío Ford, no sabemos que vaya a hacer con el diario, no quiero poner en riesgo a toda la comunidad de Gravity Falls otra vez. – Replicaba Dipper con temor a entregarle aquel diario, pero para aquella mala suerte este había sido arrebatado de sus manos por parte de su tío y entregado al demonio...

La alarma sonó y estaba un tanto consciente de aquella pesadilla, por suerte solo había sido eso: una pesadilla. ¿Tendrá algo de verdad? Esperaba que la respuesta a aquello fuera un "No." No quería lidiar con problemas, ahora solo quería enfocarse en aquellos estudios de los cuales se tenía que preocupar, mejor dicho en presentar los exámenes para recibir la beca de estos y poder ya tener uno de sus títulos. 

El resto de la tarde se preocupó por seguir estudiando... 

... o al menos trató de hacerlo...  






Untiled 4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora