"Mensajes" [Parte 2/3]

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—Pero quiero que te alejes de mis sobrinos, y es un trato. — No quería hacerlo, no por una segunda ocasión, pero parecía ser la única forma en la que el demonio se iba a alejar de ellos dos.

—Creo que tendré que rechazar tu trato. Verás el menor de ellos tiene un trato conmigo, pero no un trato cualquiera.— Sonrió con malicia.

Se sorprendió ante tal revelación, sabía que su sobrino no era capaz de hacer tal cosa, pues sabía que él no iba a cometer los mismos errores que él había cometido.

—¿No puedes cumplir el trato estando lejos de él?— iba a buscar la manera de alejar a tal demonio del chico, quería hacerlo y no iba a haber manera de no encontrar la forma.

—Tendría que romper el trato con él sixier y eso no te conviene, a ti ni a nadie en este lugar. — La seriedad inundó el ambiente por segunda vez.

Mientras tanto Dipper estaba completamente preocupado por el estado en que Ford se encontraba, no quería imaginar tan terribles cosas que pudo haberle hecho el demonio.

—Es un trato Cipher...— Con pesadez extendió la mano para poder estrechar la del demonio, no tenía otra opción, y aunque la tuviese el destino muchas de las veces es cruel y pone el mismo resultado, pero en peor manera.

Las horas largas habían pasado, cuando su teléfono sonó mientras se encontraba absorto en sus asuntos.  «Llamada entrante: Ford» marcaba la pantalla de su celular, inmediatamente había contestado, no era un asunto que se tratase de pensar mucho.

—Hol...

—Necesito que regreses a California y encuentres a Mabel.— Interrumpió al momento en que escuchó al timbre cesar.

—¿Por qué?

—Solo hazlo, es de suma importancia, ella...— Suspiró, no quería hablar y decir aquello, pero era lo único que quedaba, no había otra forma de decir las cosas. —Está en peligro.— Evitando más preguntas por parte del menor de los Pines, colgó inmediatamente el teléfono.

La noticia, por obvias razones le impresionó a la vez que le era demasiado difícil poder asimilar. Tomó el celular para marcarle a la castaña y verificar que por el momento se encontraba en un buen estado. No contestaba, lo cual le comenzaba a preocupar. "Vamos Mabel contesta, sé que estás ahí" se repetía una y otra vez, quería escuchar la voz de la chica.

—Hola.— Se escuchó una dulce voz detrás de la línea. Lo cual fue de gran alivio.

—¿Por qué tardaste?— Molesto decía.

—Me estaba bañando. — Dijo algo extrañada ante el reclamo por parte de su gemelo. —Son las 10:30, en un rato me iba a dormir.

Volteó a ver el reloj de la muñeca, era media hora más temprano donde se encontraba su hermana. —¿Te encuentras bien?

—Sí, ¿Pasa algo? — Su voz estaba algo confundida por la forma en que escuchaba a su hermano, preocupado, angustiado, no, estaba desesperado.

—No, es solo que necesito que vengas a Gravity Falls, quiero que por lo menos estemos juntos durante la universidad. — Era una mentira lo suficiente creíble como para convencerla de venir.

—Yo también, tal vez mamá y papá acepten. Aunque no lo hicieran iba a ir contigo por mis propios medios. — La alegría regresó a la vos de la mayor, misma razón por la que se encontraba aliviado.

Soltó una leve risa al otro lado de la línea. —Aquí te espero. Me tengo que ir... Por favor cuídate, no hables con extraños y cuida de mamá y papá. — colgó sin darle chance de despedirse a la chica.

«Mensaje nuevo» marcó la pantalla después de varios minutos de haber colgado.

  "Tic tac, tic tac...El tiempo corre niño, será mejor que te decidas por algo."

La indecisión le abrumaba, quería ir, pero al estar ahí ¿Qué pasaría? Nadie le aseguraba que aquel ente no le fuera a hacer daño alguno mucho menos que no fuera alguna clase de sucio truco por parte de Cipher (que por cierto no había visto ya desde hace algún tiempo).  Las horas pasaban "12:00" marcó su reloj, era preferible descubrir los misterios de aquellos dos objetos en lugar de entregárselos a un completo desconocido con malas intenciones.

"12:01 niño apresúrate o llegarás tarde."

Llegó otro mensaje, pero ya decidió ignorarlo, y tratar de descansar, pero cierta presencia por mala suerte hizo su inesperada aparición, fingía estar durmiendo, así evitaba cualquier clase de contacto con el chico, pero eso solo había empeorado la situación en la que se encontraba, debido a que escuchaba que hablaba pero de una manera muy baja, por lo que no distinguía ninguna palabra.

  Las caricias sobre su cabello no cesaban al igual que sus susurros.

—No planeas dejarme de tocar el cabello ¿o si?  — Habló quitando la mano del demonio de su cabeza para dirigirle una mirada fría.

—Solo vengo de visita y a recoger algo que nunca debió entregarte Ford... Además está en mejores manos conmigo. — Comenzaba a vagar por la habitación en busca de aquello, dejando tras de si un caos del cual no se preocuparía en recoger.

Con molestia el castaño se levantó de la cama para sacar al demonio del  lugar; no quería que hiciera más desorden del que ya se encontraba en la habitación, al tomarlo del brazo para sacarlo, fingió un leve quejido de dolor, ya que quería que le soltara a pesar de saber bien que eso no iba a suceder.

—No hay nada que te pertenezca, será mejor que te vayas. — Iba a cerrar la puerta, esta vez con seguro. Pero fue impedido, ya que el demonio atravesó su pie.

—Lo único que me pertenece en este lugar eres tú. — Sonrió con malicia para finalmente marcharse, aunque a medio camino se regresó. — Será mejor que cuides a tu hermana. — Esta vez fue lo último que dijo para irse.

—¿Qué sabes sobre eso? — Abrió la puerta de golpe, quería respuestas, y las quería en ese momento, no estaba dispuesto a esperar.

—Nada interesante. — Se iba a marchar pero el menor le detuvo del brazo, pues le preocupaba demasiado su hermana como para perderla, además estaba dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de mantenerla a salvo.

Untiled 4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora