Invitado no deseado

Capitulo 1

Capitulo 1.
Insomnio.

Me movía incómodamente en mi cama tratando de buscar una posición cómoda para dormir.

-Duérmete, duérmete.- Me susurraba a mi misma una y otra vez, buscando conciliar el sueño.

Hacia una semana que ya no dormía y cuando lo lograba tenía puras pesadillas sobre un esqueleto que me miraba sonriendo diabólicamente mientras parecía tener un tic nervioso en el cuello haciéndolo más tenebroso y escalofriante.

Vi una luz afuera de mi oscura habitación, esa luz iluminaba desde afuera, en la sala, yo vivo en un pequeño departamento con mi hermano menor, desde que murió mi madre, hace tres años, ambos nos hemos dedicado ha cuidarnos mutuamente.

-La luz debe de ser por mi hermano lo encendió para hacer algo "importante". - Pensé mientras me tranquilizaba, sabía que a la media noche el estaría en el quinto sueño solo si es que no había salido con sus amigos.

Me acomode entre las cálidas sábanas gruesa, el frío en esta época del año era insoportable, sobre todo para nosotros que nos habían criado en un ambiente cálido y fresco.

"Tu hermano no esta en casa, estas sola" me dijo una vocecita burlona llamada conciencia en mi cabeza que decidí ignorar y volver a intentar hacer mi trabajo... Tratar de dormir.

Empece a sentir algo recorriendo mi pierna, era como una cosa fría, afilada y húmeda provocando que mi piel se erizara.

-Deja el fastidio, Frank.- Le dije con un tono de voz molesto.- No es gracioso.- Añadí tapándome la cara con una almohada para evitar que la luz siga molestando.

No sentí más ese objeto afilado recorriendo mi pierna y me tranquilice, di un largo suspiro algo cansada.

¡El colmo, no podía dormir y mi hermano se encontraba fastidiando!

La imagen del esqueleto rodeado por títeres viejos en una habitación completamente polvorienta empezó a aparecer en mis pensamientos atormentadome, sacudí mi cabeza y empece a pensar en cosas felices pero al final terminaba pensando en aquella aterradora imagen que solo he visto en mis sueños.

Volvió a sentir aquella cosa fría y afilada esta vez en su brazo izquierdo sobre la cobija.

-Déjame en paz, Frank.- chille de nuevo quitando mi brazo, presentía que no era él pero nadie más tenía las llaves de nuestro apartamento y prefería pensar en él a que un desconocido entro de alguna forma.

Paso lo mismo que hace unos minutos, deje de sentir aquel roce que me ponía los pelos de punta y solo quedaba rezar para que allá sido una ilusión provocada por mi falta de sueño.

Decidí que lo mejor sería sentarme y asegurar que estaba sola en mi cuarto, acomode mi cobija y me volví a acostar a dormir mucho más tranquila.

¡Sueño, allá voy!

Corregido por última vez 13-08-2019