Invitado no deseado

Epílogo

Epilogo

dias despues...

Todo estaba tranquilo en el departamento de los hermanos Jones, tan tranquilo que para estos dos parecía casi una mentira.

Con un suspiro Camina frente a su espejo empezó a peinarse su largo cabello repetidamente.

Últimamente se sentía perdida y distanciada de los demás pero nadie la puede culpar de ello, todo lo que pasó aquella noche esta guardado en su mente que al parecer se repite todos los días la escena poniéndola algo asustadiza y atenta a lo que sucede a su alrededor.

Sus ojos habían perdido aquel brillo especial que la hacían parecer más alegre.

El único que no cambió o al menos eso quiere aparentar es Frank, lo hizo para tratar de ayudar a su hermana mayor a recuperarse del "pequeño" trauma.

Ahora los caza-fantasmas arreglan sus cosas para irse de allí y dar el caso por cerrado.

Estaba comprobado estos últimos días si el "cosa" (así lo llamaron al no saber que era pero estaban seguros de que era maligno) volvía a reaparecer.

Frank toco la puerta del cuarto de su hermana mayor y abrió al no oír respuesta.

-ya se van- dijo -vamos a despedirlos- añadió

Ella se levantó de la silla y fueron a despedirse ellos, los hermanos le agradecieron su tiempo y que los hubiera ayudado en hallar su tranquilidad.

La señora Rose tenía una corazonada que cada vez se volvía más fuerte y se trataba de aquel vínculo, sabía que algo seguía mal pero no sabía que era.

-les recomiendo mudarse- hablo ella -sería bueno para ustedes- añadió y José estuvo de acuerdo con ella en eso.

-tiene razón, sería como pasar página- la apoyo.

Ellos se fueron al rato después de una corta conversación sobre mudarse, casas y cosas de ese tipo.

Un silencio inundo la habitación, era un silencio incómodo.

-vamos a comer afuera para celebrar que podemos estar ahora tranquilos- dijo feliz causando que su hermana sonriera.

Ella entro a su cuarto, agarro su cartera y salió, su hermano la estaba esperando con la puerta abierta.

Apagaron las luces y salieron.

Caminaron al restaurante más cercano que tenían, estaba aproximadamente a 1 o 2 cuadras de allí.

Al llegar pidieron una mesa para dos y no tardaron mucho en dársela.

Pidieron de comer y esperaron a que les trajeran su pedido.

-¿estas bien?, te noto muy callada- dijo Frank con un tono de preocupación en su voz.

-claro- respondió Camila para tranquilizarlo aunque sabía que no lo estaba.

El iba a habla pero al apenas abrir la boca el camarero lo interrumpió, puso la comida sobre la mesa y se despidió con un "si desean algo llámenme".

Ambos asintieron y comenzaron a comer en silencio.

Terminaron y pagaron la factura de la cena.

La cena había pasado muy silenciosa y sin ánimo.

Caminaron al edificio donde vivían, Camila empezaba a trabajar de nuevo el próximo lunes.

Saludaron al portero para tocar el botón y esperar el ascensor.

El ascensor llego y se montaron, se sentían mejor con un peso menos diré los hombros, franco sabía que al

Llegar a casa todo estará como hace un mes.

Abrió la puerta, encendió la luz y al parecer se equivocó.

Todo estaba desordenado, absolutamente todo.

Vasos rotos, muebles boca abajo, las flores que había comprado ayer cortadas y los pétalos que antes de irse estaban lleno de color ahora estaban sin vida.

Camila y Frank se llenaron de terror y no se preocupaban por mostrarlo.

Esto no había terminado...

-mira esto- grito Antonio desde el estudio mientras veía las cintas de la noches anteriores.

El amigo de este se acercó y se puso detrás de él viendo la pantalla.

-al parecer hicimos todo mal- añadió -lo que hicimos sólo lo retuvo temporalmente.

-pero... -susurro José- eso es imposible-

-nada es imposible- escucho en su oído como aquella noche que pensaron que había acabado con eso.