Capitulo 11

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Capitulo 11.


-Bueno como decía...- dijo Antonio y movió las manos -¿Han comprado por casualidad un objeto en una tienda vudú?- pregunto a lo que mi hermano y yo negamos -¿Alguien los ha visitado últimamente?. -Prosiguió con sus pregunta, Frank negó y yo me puse a recordar.

-Si. -afirme. -hace tres días el sobrino de la vecina de abajo, la señora Perez pero antes de ese momento ya había comenzado todo esto- respondí a lo que ellos asintieron.

Me sentía atormentada, sentía que en cualquier momento explotaría y gritaría de la frustración.

-Y antes de el... ¿alguien mas los visito? -ahora el que pregunto fue José.

Empecé a hacer memoria, cuando recordé quien mi hermano se me adelanto y empezó a relatar.

-La ultima vez fue Angela, mi ex- dijo y yo lo mire confundida ¿cuando ella había pisado mi casa?.

Frank sabia lo mal que me caía, nuestra relación era basada de odio y bromas pesadas entre nosotras que raras veces incluían a otras personas para que cayéremos en ellas.

Decidí guardarme mi comentario y darle una mirada; y el solo me dio una de disculpa.

-Fue hace dos semana- prosiguió sin apartar su mirada de perdón. -había peleado con sus padres y llego llorando, no duro mas de dos horas aquí conmigo- dio un suspiro.

-Interesante- dijo Antonio anotándolo en un libro completamente negro con unos que otros detalles grises.

-Empezaremos con lo básico- dijo José -ustedes nos nombraron que han sido atacados por 'eso' y normalmente los fantasmas no pueden tener contacto con el mundo físico- explico -Pondremos cámaras en varias zonas del departamento donde nosotros los estaremos viendo y descubriremos con que estamos tratando- saco unas cinco pequeñas cámaras de su bolso poniéndolas sobre las mesas.

-Pero antes de ponerlas necesitamos que lean y firmen los términos- Antonio hablo mientras ponía unos papeles bien ordenados y engrapados en la mesa.

Ellos empezaron a poner las cámaras, ya habíamos leído y firmado el largo contrato que parecía no tener final alguno.



-El trabajo por ahora esta terminado- dijo José guardando varios cables -Si sucede alguna inconveniencia no duden en llamarnos, ya saben nuestros números.

-Vendremos en tres días a informarles sobre lo que hemos investigado o visto estos días en su casa- hablo Antonio haciendo lo mismo que su compañero.

En el momento que ellos estaban aquí no había sucedido nada paranormal o extraño, eso me tranquilizaba y me daba una pequeña esperanza de que todo aquello a terminado al fin.

Los acompañe a la puerta y les agradecí que hallan venido aquí a ayudarnos en nuestro problema, hicieron un gesto y se marcharon.

Cerré la puerta con llave.

Invitado no deseadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora