Capítulo 16

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Capítulo 16.
Maratón 1/2.



-ya hemos terminado por hoy- dijo José poniéndose a mi lado provocando que la sombra simplemente se espumo por completo.

Sacudí la cabeza y los mire.

-claro- susurre aún anonada por lo que había visto segundos antes -¿necesitan algo más?- les pregunte.

-nada, ya nos íbamos- dijo el otro chico y asentí para levantarme, y abrirles la puerta para despedirme de ellos, agradeciéndoles que hallan venido a ver que pasaba.

Mi hermano salió de la cocina con un vaso llego de jugo de naranja.

-¿ya se fueron?- pregunto y tomó un sorbo.

-hace segundos- respondí a su pregunta.

Cuando dejo el vaso ya vacío en la mesa inmediato fue arrojado al piso, el se sobresaltó al igual que yo lo hice.

Suspire asustada abriendo los ojos como platos.

-¿vistes eso?- me pregunto mirando donde había caído el vaso que ahora se encontraba en trozos pequeños.

"No, no lo vi" pensé con algo de sarcasmo.

-claro que lo vi- dije -a mi ya me paso lo mismo- conteste recordando ese episodio y el se agacho para recoger los cristales -ya vengó- avise.

El solo asintió y me dirigí a la cocina a buscar una bolsa plástica y la escoba, salí con ello y me agache a ayudarlo en eso, pusimos los trozos ya recogidos en la bolsa.

Lo ayude a terminar y por último barrí el lugar para prevenir que quedara un pedazo de vidrio por allí.

-creo que tendremos que sustituir los vasos de vidrios por plástico- dijo mi hermano entrando a la cocina para botar el vidrio.

-tienes razón- dije sentándome en el sofá con mucho cansancio.




Unos días más tarde...




Ya me había acostumbrado a convivir con esa cosa; bañarme con aquel líquido rojo, cosas afiladas (bajo las sábanas, colchones, almohadas, etc).

Todo era un juego mental, me había dado cuenta hace poco, cada vez que me desesperaba y estaba a punto de salir corriendo todo volvía a la normalidad, como si nada de lo que vi hubiera pasado.

Hoy llegaría el o la vidente a ver si había algo que hacer para sacar la cosa esa de aquí.

Aveces he pensado que esa cosa quiere que nos vallamos del departamento o incluso del edificio.

Varios vecinos se habían enterados de lo que me pasaba a mi y a mi hermano, y empezaron a poner en venta su apartamento, apuesto que por el mismo miedo que yo tengo.

Ya varios habían vendido entre ellos estaba el apartamento de al lado que fue vendido a un gótico y el del primer piso que fue vendida desesperadamente a una señora de 50 años o más.

Invitado no deseadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora