Novio de Mentiras.

Prologo.

[POV MADISON]

Observo las hermosas letras cursivas sobre el papel donde está escrito el nombre de Layla Mckay y Kang Dae Sung, paso la yema de los dedos por encima del fino papel sellado con flores y adornos de boda.

Mi respiración es cada vez más pesada los dedos tiemblan al tocar su nombre grabado en el papel debajo del nombre de mi hermana y mi cuñado. Vamos Madison ya pasaron seis meses debes de superarlo.

El sonido del teléfono sonando me saca de mi terrible shock.

Camino descalza por la sala de estar hasta la cocina donde tomo el teléfono en manos aún temblantes.

-¿Hola?-mi tono es suave pero a la vez ahogador.

-Madison.-grita Layla al otro lado de la línea, sonrío débilmente aunque no me esté viendo sé que puedo trasmitirle mi alegría de alguna manera.- ¿Te ha llegado la invitación?

Me giro sobre mis talones sin soltar el teléfono veo en la mesita de centro donde he dejado la invitación.

-Sí, me alegro mucho por ti hermana.-susurro

-Gracias.- la puedo imaginar brincando de alegría mientras come un poco de cajeta de su cuchara al tiempo que recarga el teléfono en su hombro y oreja.- ¿Vendrás?- de nuevo el nudo en mi garganta.

-Bueno yo...-dejo las palabras en el aire alejo el teléfono y ahogo un jadeo de tristeza.

-¿Madison?-la escucho seco la lagrima que roda por mi mejilla y suspiro antes de volver a responder.

-Claro que iré, se casa mi hermana menor ¿Cómo no asistir?-me siento en un taburete al tiempo que tomo una libreta y un bolígrafo garabateando lo primero que me distrajera de aquel nombre grabado en la invitación.

-Bueno.-dice con un tono algo preocupado.- Creí que no lo harías porque bueno tu sabes.- dice sin mencionar su nombre y se lo agradezco.

-Lo he superado Layla.- mi subconsciente se burla de mí y yo la fulmino con la mirada.

-En ese caso.-dice más alegre.- ¿No tienes problema en venir una semana antes de la boda?

-¿Por qué?- la intriga me agobia no podría tolerar verlo una semana antes de la boda, si antes me creía capaz de tolerarlo en la boda ahora no del todo.

-Bueno tu sabes hay que hacer ensayos y además las chicas planean una despedida de soltera a la cual no puedes faltar.- hago una mueca y tomo el teléfono para caminar de regreso a la sala de estar donde me siento en el sofá y observo la invitación abierta donde deja ver su nombre a todo su esplendor.- Las chicas te extrañan.-dice por ultimo para convencerme.

-Bien, tomare el vuelo a Seúl mañana por la tarde.-digo rendida.

-Gracias hermanita, no vemos en dos días por acá.-y cuelga. Dejo el teléfono aún lado de la invitación.

-¿Cómo soportare tanto tiempo verte?-le digo a su nombre suspiro y me voy a mi habitación dispuesta a tomar una ducha para iniciar un largo día de trabajo.

El elevador se detiene en el piso diez algunos compañeros me sonríen otro me dan los "buenos días Madison" y mi asistente y mejor amiga me recibe en la puerta de mi despacho.

-Qué cara traes.-se burla de mi Emily pongo los ojos en blanco y tomo mi asiento detrás del escritorio.

-Menos bromas y más trabajo.-digo tomando la carpeta que ha dejado sobre mi escritorio.

-Oh vamos Madison ¿Qué te pasa?- toma asiento y me mira detenidamente, odio que se ponga así en esa postura de "te conozco y algo te pasa o te paso"