Novio de Mentiras.

Gotas de deseo

Nota: En este capítulo les recomiendo escuchar G- eazy -Think about You Feat.Qui$

La luz de la luna cae sobre mi rostro y la botella de vino que llevo en manos, no han pasado más que dos horas desde que vi partir a Ji al Hotel.

Tambaleante me pongo de pie, me llevo la botella a los labios y doy un largo trago. Mi reflejo esta sobre el espejo de cuerpo completo tengo la peor facha que he tenido en meses. La misma facha que el día que descubrí a Seungri con Kenia.

Pero esta vez sentía un vacío en mi corazón.

La puerta se abre dejando filtrar la luz del pasillo, no me giro. Permanezco observando a través del espejo, una silueta delgada aparece detrás de la puerta. Le observo, sus ojos están puestos sobre mí.

Deja caer la vista en la botella y su cara es de reproche.

-¿Qué haces Madison?- susurra Ji entrando en la habitación, asegurándose antes de que la puerta está bien cerrada y nadie puedan entrar.

-Aquí la verdadera pregunta es ¿Por qué estás aquí Ji?- quita la botella de mi mano y le da un trago, algunas gotas se escapan de sus labios. De pronto me siento sedienta.

-¿En verdad quieres saber la respuesta?- deja la botella en el suelo, cuando se incorpora está más cerca de mí. Me falta aire.

-Si.- pronuncio a duras penas. Su respiración choca en mi mejilla su mano acaricia mi cintura atrayéndome a él, dejo caer mis brazos a cada lado de su cuello. Su nariz pasa suavemente por mi cuello provocando que mi piel se erice. Tiemblo debajo de él.

Sus labios apenas y toman la piel desnuda de mi cuello.

-Porque te necesito Madison.- susurra besando mi mandíbula.-Dime que también me necesitas.- murmura, tengo los ojos cerrados. Su forma de mantenerse firme y a la vez tan cerca me enloquece.

¿Qué me estás haciendo Ji?

-Si.- jadeo dejando caer la cabeza permitiendo que sus labios me exploren, sus manos trabajan bajo mi blusa tocando mi vientre subiendo hasta mis senos desnudos. Los pezones se endurecen y él parece estar orgulloso de aquello.

Toma el filo de mi blusa se aparta y yo automáticamente extiendo los brazos y la saca la prenda sin vacilar. La luz verde la veo reflejada en su cara, a pasas torpes llegamos hasta la cama donde me recuesta. Me observa parado frente a mí.

Ladeando la cabeza sonriendo maliciosamente, se desabrocha los primeros botones de la camisa de lino color blanco me incorporo y el niega. Ese es mi trabajo, quiero ser yo quien le quite la camisa. Regreso a mi lugar quieta y gozante de la vista.

Su pecho es firme y esta levemente marcado.

Cuando está completamente desabrochada se la quita dejándola caer a su lado, no rompe contacto visual conmigo. Sus manos toman la hebilla de su cinturón negro y después desabrocha sus pantalones. Los baja y su bóxer también desciende. Dejando libre su miembro erecto.

Me muevo de nuevo, quiero tocarlo pero el vuelve a negar.

-Te quiero quieta.- susurra.

Se acerca uniendo su cuerpo al mío, me estremezco al sentirlo. Sus labios se apoderan de mi pezón izquierdo mientras que con su mano da masajes al otro, doy una larga jalada de aire.

-Ji.- jadeo arqueando la espalda, su miembro roza mi vientre y mi desesperación comienza a ser cada vez más grande entre mis muslos.

Sus labios liberan mi peso y su mano libre toma mis manos presas sobre mi cabeza.