Novio de Mentiras.

Adiós

Sin protestar dejo que Seungri me guie por la mansión hasta la habitación donde desperté atada, la cabeza me daba vueltas y el estómago amenazaba con liberarse.

Aún contemplaba la imagen de Mirlen y Ji juntos besándose.

Durante esos largos minutos Ji no protesto, al contrario la abrazo.

-Ya lo has visto Madison, no te ama. Solo te ve como su cliente.- las últimas palabras las pronunció muy cerca de mi oído y mi cuerpo se quebró al igual que mi corazón.

Pero que estúpida había sido, de nuevo siendo engañada por un hombre al que no puede superar un pasado.

-Quiero irme a casa.- susurre sin ganas, Seungri retiro las ataduras de mi manos y se lo agradecí con una sonrisa amarga. Las acaricio levemente observando las marcas rojas que se aferraban a mis muñecas como brazaletes.

-Lo lamento Madison, pero tenías que saber la verdad.- posa su mano sobre mi hombro y me aparto con brusquedad.

-No me toques, en este momento no sé quién es el peor hombre de mi vida y quien es más estúpido.- visualizo mi bolso sobre la mesita de noche y camino hasta ella, y Seungri de nuevo me detiene.- ¿Qué?- gruño

-¿Qué harás con él?- sus ojos están brillantes posiblemente de felicidad por haber destruido en castillo de mariposas en mi interior.

-Lo mismo de siempre Seingri.- digo sin ánimo, cierro los ojos y reprendo las lágrimas amenazadoras. Seungri me suelta y yo simplemente desaparezco...

[POV JI YONG]

Me reuní de nueva cuenta con los invitados y Madison no regreso, espere unos minutos más y nada. Saco mi móvil y le llamo pero rápido envía a buzón.

*¿Buscas a tu chica?* - Seungri, fue lo primero que pensé. Idiota.

*¿Dónde está Madison?* Si le tocas un pelo te juro que te mueres*

*Bájale a tus amenazas, tu chica está bien. Claro después de "follartela" la dejaste medio satisfecha y creo que es momento que ella se divierta mejor.*

*¿Dónde mierdas esta?*

*Si quieres verla de nuevo pues ven a la dirección que adjunto, tu solito*

Segundos después recibo otro mensaje de texto con la dirección sin pensarlo dos veces me fui directo al auto donde una vez que estuve al volante conduje a gran velocidad.

La dirección estaba a las afueras de la ciudad de Seúl un lugar bastante familiar y doloroso.

Mirlen.

La mansión que estaba frente a mí era donde Mirlen y yo planeábamos vivir por el resto de nuestras vidas.

¿Cómo Seungri había adquirido aquella propiedad?

Aparco y hago sonar el altavoz y al otro lado de la línea responde Seungri, las puertas de abren dejando ver el jardín y resto de la mansión. Estaba en perfecto estado, como si nunca hubiese estado sola.

Una vez que llego a la sala de estar espero a Seungri quien aparece con una estúpida sonrisa en los labios la cual borro de un golpe.

Riéndose lo veo secarse la sangre de los labios y ponerse de pie tambaleante.

-Si sigues cometiendo estupideces no podrás verla.- empuño las manos y doy un paso atrás.- Buen chico, ahora espera que ya la traigo.

Desaparece y espero doy otro vistazo y la casa parece que ha estado habitada ¿Acaso los padres de Mirlen se la vendieron?