1

58.6K 1.6K 239
                                    

Me despierto sudando, este mes de agosto está siendo terriblemente caluroso. La luz entra a raudales por el gran ventanal que ocupa toda la pared del hotel que hemos elegido para nuestras vacaciones. Llegamos ayer por la noche, y esta es la primera mañana aquí, me asusta que el tiempo con Fede siempre pase demasiado rápido, seguro que los seis días restantes así serían.

Si, parezco tonta, sigo teniendo miedo de que esto algún día pueda terminar. No me doy cuenta de que tengo junto a mí al hombre más perfecto del planeta. El hombre que hace ya dos años y siete meses me dio mi primer beso y después de ese pequeño problema con papá que hizo que nos separáramos, no me ha fallado ni una sola vez.

Fede duerme a mi lado, no quiero despertarlo, ayer nos acostamos demasiado tarde, pero es que... me propuso un paseo por la orilla del mar, con la luna llena, en todo su esplendor, como más me gusta a mí. Como desde que estamos juntos, más nos gusta a ambos... la teníamos sobre nosotros, gigante y preciosa, y Fede hizo que pudiera acariciarla una vez más. Sigo sin creerme que cada amanecer despierte junto a mi maravilloso novio.

- ¿Vuelves a hacer eso? - Está tumbado de lado cuando abre los ojos, la fulgurante luz hace que los entrecierre de nuevo y tape su cara con un brazo. No lleva nada de ropa en la parte de arriba de su cuerpo, y esa imagen vuelve a dejarme sin aliento.

- ¿Hacer qué, amor? - Le pregunto pegándome a él y dejando un pequeño mordisco en su hombro, que está demasiado cerca de mi boca.

- Mirarme mientras duermo, pequeña - Respira hondo mientras destapa su cara y me deja ver sus dos preciosos ojos verdes y su hermosa sonrisa - ¿Acaso quieres gastarme?

- Solo quiero cerciorarme de que vuelvo a tenerte a mi lado y, de paso, disfrutar del paisaje - Le digo, besando sus labios de forma fugaz.

- Él único que disfruta de tener a alguien como tú conmigo al abrir los ojos soy yo, princesa. - Mete un mechón de mi pelo detrás de mi oreja, mirándome con ternura, con amor - ¿Sabes? Ya no quiero saber lo que es dormir sin abrazarte por detrás y disfrutar de tu aroma cada noche.

- Créeme, Fede. Cada parte de mi cuerpo lleva grabado a fuego tu nombre - Le sonrío al ver ese conocido brillo en sus ojos - Nadie podrá borrarlo, nunca. Pase lo que pase - Aseguro, firme y sincera.

- Tengo algo preparado para cada día de la semana - Se incorpora, dándome con su dedo índice en la punta de la nariz - Así que será mejor que vayas dándote una ducha, saldremos enseguida.

- ¿Y qué es eso que tienes preparado para hoy? - Le pregunto ansiosa.

- Me sorprende que sigas pensando que algún día te diré algo de lo que preparo para hacerte feliz - Ríe dirigiéndose a la pequeña nevera negra que forma parte de la habitación, cogiendo una Coca Cola.

- A mí me sorprende que no se te acaben las ideas... siempre se te ocurre algo nuevo - Me acerco al armario, de donde saco mi ropa interior y prendas frescas para ponerme encima.

- Cuando se quiere a alguien con las tremendas ganas que yo te quiero a ti, toda la felicidad que le provoques a esa persona, siempre será poca - Se encoge de hombros, sin ser consciente de todo lo que me provocan sus románticas palabras - Ah, mi niña... ponte el bikini.

- ¿Para algo en especial? - Sonrío, dejando mi ropa interior y cogiendo en su lugar el bikini color rosa que él mismo me regaló hace unos meses.

- Estamos en la playa... el bikini solo quiere decir que nos bañaremos, no empieces con una nueva investigación de periodista del corazón, por favor. No descubrirás nada de la sorpresa. - Se burla ahora de mí, sacándome la lengua.

- ¡Tonto! - Le grito metiéndome al baño por fin y así poder ducharme, sabe que no me gusta nada ese tipo de periodismo y por ello me intenta incordiar. Pronto empezaría el tercer año de universidad y había decidido decantarme por la rama de periodismo deportivo, él fue quien me ayudó a tomar dicha decisión. Era lo que siempre me había ilusionado y, en cierto modo, ahora estaba cumpliendo ese sueño; estudiar sobre algo que me gustaba.

No tardo demasiado en darme la ducha, me tienta el gran jacuzzi del que dispone el cuarto de baño, y pienso que no pasará de esta noche el probarlo, a poder ser con Fede, claro. Por muchas cosas que sigamos compartiendo juntos, siento que nunca es suficiente.

Tengo algo preparado para cada día de la semana.

Pienso en sus palabras, ¿cómo puede existir alguien así? Que ponga la felicidad de otra persona por delante de la suya, Fede lo hacía cada día conmigo. Sentía que cada día se esforzaba por hacerme feliz, a pesar de tenerme totalmente enamorada, enganchada a él. Nunca podría alejarme, ni permitir que algo como esto pudiera terminar.

Me seco el pelo, aunque no demasiado ya que, según Fede, iremos a bañarnos, me pongo el bikini como ropa interior y sobre él ropa veraniega que no me haga pasar más calor del necesario. Aunque, estoy segura de que, si fuéramos desnudos, también nos agobiaría el sol que pegaba fuerte desde primera hora de la mañana hasta casi anochecer. Era sofocante, pero al mismo tiempo, ver el sol cada mañana me hacía despertarme de buen humor. Y ver que Fede estaba a mi lado, solo podía mejorar dicho estado.

- Tu chica está lista - Le anuncio acercándome por detrás, está recostado en el sillón, con la cabeza apoyada en el respaldo, por lo que perfectamente puedo rodear su cuello con mis brazos y acariciar su pelo con mi barbilla.

- Mi chica está preciosa, como siempre - Sonríe, mirándome desde abajo y haciendo que así sus dos ojos se vean más preciosos que de costumbre - Y ahora mismo la llevaré a pasar un mágico día de submarinismo.

- ¿Submarinismo? - Le pregunto boquiabierta, eso sí que no me lo esperaba.

- Claro, pequeña. Es una experiencia que hay que vivir al menos una vez en la vida - Se levanta, rodeando el sillón hasta llegar hasta mí y cogerme la cara con ambas manos- Y yo quiero vivir toda una vida a tu lado.


___________________________________


¡¡Hola a todos!!

Bueno, no tenía pensada una segunda parte de esta novela, pero al final, dado el recibimiento de la primera novela y gracias a vosotros y a vuestras peticiones, aquí la tenéis. Espero que no os defraude y sigáis enganchados a Fede y Míriam.

¡Gracias! Os leo siempre ♥


Te sigo queriendo. ( Segunda parte Te quiero sin querer, profesor.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora