Un parpadeo de Dios

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(No voto porque me salta error :'v)

El 25 de Marzo a las 14:57 hora de Greenwich, el mundo se detuvo por 27 minutos y 54 segundos. No hubo sacudida repentina, nadie se quedó inconsciente, no hubo una ida a negros y de regreso.

Para todos, el tiempo pareció estar y seguir normal: un segundo después del otro. Los pájaros volaron, la gente habló, el viento sopló, la lluvia cayó; nada pareció indicar que algo inesperado le hubiera ocurrido a los habitantes del mundo. Para ser capaz de notarlo debiste tener una perspectiva externa de planeta y sus torpes satélites artificiales; La NASA y las agencias espaciales por ejemplo, que perdieron comunicaciones satelitales y señales entrantes de casi media hora. Naturalmente, la primer conjetura descansaba en un problema de las computadoras en Tierra; pero esto acarreó una pregunta más grande -un error en una computadora es posible, pero, ¿todas las computadoras de los centros espaciales alrededor del planeta, con la misma falla, al mismo tiempo?

La siguiente conjetura descansó en la posibilidad de un virus o una brecha de seguridad informática, un hacker. Un equipo internacional se ensambló con la finalidad de investigar lo que debía ser la mejor y más gigantesca operación coordinada de toda la historia, cuando los primeros reportes de astrónomos confundidos y preocupados comenzaron a arribar; con ellos, la verdadera dimensión de lo que en realidad había ocurrido.

Utilizando datos extraídos de los observatorios telescópicos en Jodrell Bank, Palo Alto, Mount Pleasant y otros a lo largo del mundo, contrastados contra los registros estelares y los modelos computacionales vigentes del vecindario galáctico, pudo determinarse que durante veintisiete minutos y cincuenta y cuatro segundos, la tierra perdió sincronía con el resto del continuo conocido de espacio-tiempo. El mundo como lo conocemos, parpadeó fuera de la existencia durante este lapso y luego regresó sin ningún cambio, como si nada hubiera pasado. Para toda referencia y resumen, durante esa breve ventana de tiempo, todos dejamos de existir.

El equipo de investigación internacional fue reasignado, se firmó un cheque en blanco, poniendo a disposición el máximo de recursos y atrayendo a las mayores mentes de todos los campos científicos, para investigar este hecho bajo la mayor confidencialidad posible. Nadie necesitó una explicación del pánico resultante de volver esta información pública antes de encontrar una racional y ojalá que tranquilizante explicación. Aquellos que no deseaban guardar silencio, fueron invitados a colaborar con métodos menos ortodoxos.

Al margen de los distintos nombres códigos asignados a los equipos de investigación, aquellos involucrados en el hecho comenzaron a llamar a la anomalía, con cierto tono cómico: "el día que dios parpadeó". En conversaciones casuales entre los miembros del proyecto, eventualmente esto terminó siendo acotado bajo el término de "el parpadeo".

Tras seis toques de timbre, Ben finalmente abrió la puerta.

—¡Mark!, ¿Qué haces aquí?

—Tú me invitaste.

—¿Yo te...? Ah, qué extraño... y la razón era... ¡bueno!, de todas formas, es bueno verte, ¡pasa!

Conozco a Ben desde que somos niños. Fuimos a la misma escuela por un tiempo, antes de que su coeficiente lo llevara a escuelas especiales y de ahí a... bueno, a esto. Nos mantuvimos en contacto, de todas formas. Sus padres pensaron (y pensaron bien), que Ben necesitaría de algún lazo con el mundo real y apoyaron nuestra amistad, permitiendo que nos quedáramos en casa del otro y que saliéramos de viaje juntos; previniendo que las habilidades sociales de Ben se atrofiaran por completo, como suele ser el caso con los niños genio y produciendo a este tipo amnésico y distraído que al menos es capaz de funcionar socialmente a un nivel aceptable.

Los dos terminamos en servicios informáticos, por supuesto, a niveles bastante distantes. Yo tomé el camino del soporte técnico, casi siempre manteniendo sistemas de bases de datos para un grupo de pequeñas compañías independientes. Aburrido, sí, pero bien pagado, al punto que me permitía viajar. Él, por otro lado, trabajó de manera independiente, prefiriendo trabajar siempre desde su "fortaleza de la soledad", como él mismo la llama, refiriéndose a sí mismo como un asesor experto; su trabajo siempre fue mucho más variado y complejo; aunque nunca ha admitido abiertamente que suele hackear, cuenta con el suficiente conocimiento técnico y la experiencia: ha sido empleado de Google, ha trabajado para Microsoft y para IBM; cuando han necesitado que alguien pruebe los nuevos e impenetrables sistemas de seguridad; y cuando han necesitado rastrear a alguien que encontró una grieta en sus impenetrables sistemas de seguridad. Prefería la última variable, le gustaba la intriga de la persecución y la paga era mucho mejor.

Creepypastas :3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora