POV Vegeta
Vegeta observó a Bulma. Tenía la bragueta abultada —como siempre que estaba con ella— cuando la vio desaparecer en el piso superior de «Las sayas sexys». La cabeza le daba vueltas.
¿Tenía dos licenciaturas? Y, ¿había realizado un máster? Decir que no se lo imaginaba era ser comedido. Sospechaba que detrás de los ojos azules de esa mujer había una gran inteligencia. Pero tanta ambición le asombraba. Fuera o no la dueña de un negocio eran muchos estudios para una bailarina de striptease.
Pero ahora también era la propietaria de un restaurante.
¿Sería el restaurante parte de un plan para cambiar de vida? Y, ¿qué había dicho de las demás bailarinas?
Irritado, Vegeta miró a Broly. El hombre tenía clavados los ojos en las escaleras vacías y prácticamente babeaba. Vegeta sabía que Broly la deseaba. Maldita sea, a pesar de lo que le dijo Bulma, no le extrañaría que fueran amantes. Pero la expresión de Broly hablaba de algo más que admiración. Ese hombre sentía algo por ella. ¿Sería mutuo?
Una repentina punzada de celos golpeó a Vegeta en medio del pecho. Cerró los puños. ¿Estaría ella enamorada de aquella masa de músculos?
No importaba. Él tenía preguntas y Broly respuestas. Si el gorila y ella hacían arder las sábanas o mantenían una relación más profunda, no era asunto suyo... por mucho que le molestara.
—¿Dónde estudió Bulma?
—¿A ti qué coño te importa?
Vegeta se encogió los hombros como si el tema no le importara.
—Curiosidad.
—En la universidad de la Capital del Norte. Se graduó con honores. Es tan lista como sexy. Es difícil no pensar con la polla cuando ella está presente. —Broly le clavó una aguda mirada—, ¿verdad?
Totalmente cierto...
—¿Las camareras del restaurante...? ¿Estudian mientras trabajan?
—Casi todas. Cada cierto tiempo, Bulma les habla a las chicas de la vida que les espera cuando dejen de hacer striptease. Si quieren estudiar, ella les ayuda a conseguir una plaza en la universidad y a solicitar una beca. Les alienta a que aspiren a más. Sólo hay un par de chicas que prefieren seguir en el club porque el horario les permite estar más tiempo con sus hijos.
Santo Dios. No se imaginaba que Bulma fuera tan comprensiva. Aquello hacía que la comenzara a considerar de una manera totalmente distinta.
—¿Esas mujeres no sacarían más dinero bailando y luego... haciendo otras cosas con los clientes?
—¿Trucos de alcoba? —Broly arqueó una ceja—. Tienes suerte de que Bulma no te haya oído. Te desollaría vivo si lo hiciera. Esas cosas no ocurren aquí, y punto. No puede impedir que alguna de las chicas esté dispuesta a entretener a los clientes fuera de las instalaciones, pero suele acabar despidiendo a las que lo hacen, no crean más que problemas.
Aquella respuesta dejó noqueado a Vegeta.
¿No sólo tenía estudios, sino también principios? ¿Estaba tan ensimismado en el sexo abrasador y en aquellas minifaldas que llevaba, que no había visto a la mujer que escondían?
A pesar de lo mucho que odiara admitirlo, sí.
Pero ¿importaba? Por mucho que la deseara, no podía tenerla. No tenía aspecto de madre. Vegeta ni siquiera podía imaginarla como esposa. Bulma era imposible de domesticar y él quería a una mujer que se sintiera feliz en casa cuidando de los niños. Ella no era la respuesta.
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Más que solo deseo
FanficEl futuro del famoso chef Vegeta Ouji está planificado hasta el último detalle: una esposa que se convierta en una madre como la suya y que esté dispuesto a emprender con él el difícil camino que les espera para concebir un hijo. Solo se interpone u...