Andy POV
Han pasado 3 meses desde que me di la oportunidad de intentar derrumbar mi muro. De tratar de formar lazos, no lo niego, fue al principio muy duro. Aún mantengo cierta angustia cuando los chicos me llaman Andy. Aún espero que algo malo pase y todo se vaya a la mierda pero tampoco puedo negar el hecho de que he tenido varios momentos de felicidad.
Hubieron noches en que todos, inclusive Nana, nos sentábamos a ver una peli con palomitas. Esos momentos me hacían sentir feliz, inclusive una noche, todo terminó en una guerra de palomitas. Me divertí tanto que termine riendo a carcajadas, hecho que me asustó a mí y a los chicos. Sus mandíbulas llegaban hasta el piso y esto hizo que estallara nuevamente en carcajadas.
Al tratar de no formar lazos, las personas para mí siempre eran las mismas. No distinguía rasgos, estaturas, cicatrices, color de ojos, tatuajes, color de cabello. Todos esos detalles pasaban desapercibidos para mí. No llegaba a conocer ni reconocer a las personas, peor sus personalidades. Yo pensaban que eran los mismos, que se comportaban igual. Pero cuando me di la oportunidad fui capaz de empezar a ver con claridad estas cosas.
Ahora era capaz de mantener conversaciones más largas con los chicos. En estos meses me había dado cuenta que el más ocurrido era Ri, el más travieso era Choi, el más maternal era Daesung, el más tierno y tímido era Tae y bueno Ji aún seguía siendo un misterio para mí. Pesé a que con él era con quién más hablaba y con quien más tiempo pasaba su vida era un completo misterio. Casi siempre evadía temas personales, igual que yo, ambos sabíamos cómo salirnos por la tangente.
Nana seguía todas las noches con las galletas, los besos en la frente y los abrazos. Puede decirse que me había acostumbrado, aún que para ser franca, los recibía pero no los respondía. Aún había detalles y ciertas costumbres de las que no me podía deslindar.
Como por ejemplo hace un mes se me ocurrió revisar mi email y para mi sorpresa tenía un correo de mis padres. Una reglar a lo que se refería a ellos y casi abarcaba a la mayoría de las personas era: "SIEMPRE PIENSA MAL". Así que no me ilusioné pensando que ahí estarían las preocupaciones de mis padres respecto a mi ubicación o un "cuídate" y peor aún un "te extrañamos". La carta decía lo siguiente:
Vanessa Flores Paredes:
Ya debíamos haber sabido que siempre podrías hacer algo nuevo para avergonzarnos. Nuestra sorpresa fue grande al llegar con nuestras amistades y no encontrarte en la casa ¿Puedes imaginarte lo que dirán de nosotros? ¡Unos padres que no saben dónde está su hija! Siempre nos tienes que avergonzar frente a nuestros amigos. Al principio con tu padre pensamos que debías estar donde sea que pases tus tardes haciendo quién diablos sabe. No sé pensamos una borrachera o que te habías escapado con un chico pero sabemos que no eres lo suficientemente buena para que un hombre se fije en ti y asuma el calvario es que es tenerte a ti, además tampoco tienes amigos. Así que si hubiéramos querido buscarte no teníamos a quién preguntar por ti.
No sabemos dónde estás ni tampoco queremos saberlo, al fin, hiciste algo por tus pobres padres, ya ha sido suficiente aguantar por más de 25 años a una persona como tú. Hemos dicho a todos que te has ido lejos a ser alguien en la vida. Vanessa esperamos que estés haciendo algo así. Si por el contrario no llegas a convertir en nada ten la delicadeza de no regresar. Por favor Vanessa No vuelvas a cometer el mismo error que en el pasado del que tuvimos que a encargarnos porque esta vez sí estarás sola y arruinada.
Ya suficiente hemos sufrido, haz tu vida y déjanos hacer la nuestra.
ADIÓS.
Sí, así fue, ni una muestra de cariño, solo odio. Ni siquiera habían querido buscarme y más doloroso aún me hicieron acuerdo del error que deje que cometieran conmigo y del que siempre me arrepentiré. Fue tan duro el leer eso que me encerré en mi cuarto por dos días. En esos dos días volví a construir mi muro pero al tercer día, los chicos y Nana me ayudaron a salir adelante. Ellos jamás me preguntaron cuál era el motivo por el cual me encontraba así, simplemente estuvieron ahí. Me demostraron que ellos me estaban apoyando y que se preocupaban por mí. Ellos volvieron a recordarme del porque me había dado la posibilidad de ser feliz.
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No te merezco
RomanceAndrea creció toda su vida sintiendose una basura. Ella creía que no merecía nada. Sus padres no dejaban de recordárselo. Cansada decide irse a otro lugar, donde sin saberlo, encontraría todo lo que ella quería y necesitaba pero ¿será capaz de aleja...