Una oportunidad

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Andy POV

Me duele la cabeza ¡Me duele la maldita cabeza! Ahí estaban las consecuencias de haber bebido mi peso en cerveza. Ni siquiera me acuerdo como regresé a la casa. DIOS, QUIERO QUEDARME TODO EL DÍA EN LA CAMA. Estoy literalmente que muero. Lo bueno de beber es que te puedes olvidar hasta de tu nombre pero lo malo es al otro día cuando la resaca llega.

Oí tocar la puerta y hasta ese pequeño golpe me rompía la cabeza.

-¿Quién? – dije para que dejaran de tocar.

-Soy yo mi niña – dijo Nana – te traigo una sopita para que te ayude con la horrible resaca que debes tener.

-Gracias – dije y Nana puso ante mí una sopa extraña.

-No hagas caras feas, esta sopa es típica de aquí y te aseguro que te hará sentir mejor

-Ok Nana, la tomaré – dije mientras me tomaba la primera cuchara. La sopa no tenía mal sabor pero mi pobre estómago estaba haciendo hasta lo imposible para no devolverla.

-Mi pobre niña no vuelvas a preocuparnos de esa manera, todos estábamos desesperados por saber dónde estabas. – No creía eso pero que podía hacer después de esa conversación con mis padres.

-Ok Nana, gracias a Dios puede regresar a la casa aunque no sé cómo – Era sorpréndete ¿cómo lo hice para llegar yo sola desde ese bar hasta aquí?

-No sabes cómo mi niña pero si fue Ji quien te trajo en brazos- ¿¡QUE!? ¿Ji me trajo? ¿Y en brazos? Debe haber un error porque yo no recuerdo nada de eso.

-¿No entiendo Nana?

-Mi niño recibió una llamada de donde estabas diciendo que te habías dormido sobre la mesa y él fue por ti. Dijo que trató de levantarte pero no respondías así que te trajo sobre su espalda.... – y dejé de oír lo demás. ¿Cómo fue posible que el me haya ido a ver? Y sobre todo ¿por qué no respondí? ¡Qué vergüenza! Traté de hacer memoria de lo sucedido ayer no venía nada. Piensa Andrea ¿qué pasó? De pronto me vino como un relámpago todo a la mente. Y era peor de lo que había pensado. Estaba llorando por todo lo que me dijeron mis padres. Me volví a hundir en mi mierda. Después alguien me llamaba cuando abrí los ojos me encontré con Ji. No recuerdo de que pero Ji parecía enojado. De pronto, otra imagen me vino ¿Ji y yo besándonos? No, no podía ser. ¿Nos besamos? Inconscientemente toqué mis labios ¿Sería cierto que nos besamos? ¿Por qué nos besamos?

Mientras estaba perdida en mis pensamientos Nana empezó a mover sus manos cerca de mi cara

-Hee si ¿Qué estabas diciendo?

-¿Qué fue lo que pasó? Ji dijo que te encontraste con unas personas y después de eso saliste corriendo

-No pasó nada Nana – dije cortantemente. Ella no necesitaba saber lo que pasó. Eso era cosa mía.

-Mi niña no te cierres. Cuando se comparten las penas, estas se hacen menos dolorosas.

-Nana no... - empecé a decir pero ella me interrumpió.

-Solo quiero que sepas que cuando quieras hablar yo estaré aquí. Puedo simplemente oírte. Ya te lo he dicho te quiero como a mi nieta.

-Lo sé – le dije aunque la verdad era que no lo tenía muy en claro.

-Ahora acaba la sopa, báñate y vístete, los demás están abajo. –dicho esto me dejo sola.

Tenía muchas cosas en la cabeza ¿Cómo fue posible que haya permitido que Ji se acerque a mí de esa manera? No podía pasar por lo mismo. Después de él, de David, juré jamás volverme a involucrar con una persona de esa manera. Pero pese a esto hay una parte de mí que se siente feliz de que Ji y yo nos hayamos besado.

No te merezcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora