La naturaleza de aquel moreno era aventurera desde pequeño, siempre aprendía por medio de experimentos, de ahí que conociera tan bien a las langostas e insectos; y si el pelirrojo creía que ahora mayor se le había quitado lo curioso, estaba muy equivocado.
Lo busco a él y al gato, por las habitaciones del departamento sin encontrarlos, miró con los ojos entrecerrados hacia el único cuarto que quedaba. -¿Será posible que se lo llevara ahí, para cuidarlo?
Abrió la puerta encontrándose con un Aomine hincado y emocionado, en el interior del baño.
-Mira Bakagami, no se asusta ni lanza arañazos. - el gatito naranja estaba quieto mientras el peliazul lo remojaba una y otra vez en un pequeño bote de plástico que hacia de bañadera.
Primero el de mirada rojiza sólo lo observó en silencio, pero luego su niño interno salió a encontrarse con el del moreno. Comenzaron a reír y aún más cuando el minino naranja comenzó a mover sus patitas nadando cual perrito.
Lo dejaron en el agua esperando que saliera disparado o algo, pero el Nekotakao sólo se quedó remojado. -¡Que clase de gato es este, le gusta el agua como a un perro!
Después de la exclamación del pelirrojo, dio otra pero no con el mismo pretexto. -¡Que demonios Aho! ¿Por qué te desnudas?
No es que fuera santo alguno, ya que bien conocía esa piel chocolate que ahora estaba expuesta, pero cualquiera se altera al verla así de cerca.
-Me daré un baño mientras él -señaló al minino- se asea, ¿nos acompañas? - se metió a la tina y les extendió su mano al humonoide rojo, digo a su pelirrojo frente a él.
-No, no, no... - observó al gatito. -Iré a terminar la comida.
-Jajajajaja, ni que le fuera a contar a alguien. - se burló el moreno, mientras en la carita regordeta del Nekotakao apareció una felina sonrisa. -Nekoshin-chan, ¿contará como un alguien?
Ruborizado y un tanto ofuscado al ser descubierto, salió Kagami del cuarto de baño sin antes recordarle a su novio su responsabilidad.
-Secalo bien, ¿eh? - Aomine se quejó por la poca fe, pero antes de seguir con el berrinche el de orbes rubí prosiguió. -También al gato. -cerró la puerta no sin antes ver como las mejillas morenas se volvían rosas.
-Tsk, Bakagami. - dijo por lo bajo, pero aún así recibio un maullido del gato fudanshi.
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Después del baño se secó lo propio, y luego al gato con una camisa de su amado, que luego se cobraría tal agravio. Tomó la secadora de cabello y con un -¿Por qué no? - dejó al Nekotakao todo esponjado.
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¡Gracias por sus lecturas y votos! :)
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"Cuentos de Nekos."
FanfictionUna ocurrencia que ya había iniciado en la página "Aomine le da a Kagami" serán escritos pequeños, la mayoría inspirados en la tiras creadas por "Sorato" :) [ Ranking: #1 "AominexKagami" - 18/05/19. ]