"Cuentos de Nekos."

"Su familia, a sus ojos."

Nekogami era un gato adorable, pues amaba a su familia y aunque muchos compararían sus acciones con las de un perro, a pesar de que les tuviera miedo a aquellos animales, no le importaba.

El acompañaba a Kagami mientras cocinaba, se quedaba en la barra lejos de las hornillas y los alimentos. Se quedaba ahí para vigilar que ni su Nekomine ni su Aomine, robaran lo que su pelirrojo par con amor preparaba.

Todos esperaban a que terminara ese era el trato, aunque el mismo Nekogami luego como si nada, se robara algun bocado.

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Despues de la comida jugaba con sus humanos o con su peliazul amado. A veces por diversión le escondía su peluche de langosta. No se la devolvía y sólo hacía como que la buscaba e inclusive el moreno terminaba ayudandole a su par felino a encontrarla.

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A veces, Aomine se dormía en el suelo de la sala o en el de la habitación, y por mero placer iba a acomodarse a su lado y sino lograba conciliar el sueño, iba acomodarse a su pecho.

Ahí acomodaba con sus garritas, su improvisada cama. Eso sí que al moreno despertaba, pero Nekogami era tan adorable que sólo lo acariciaba para adormecerle y que dejara de rasguñar su panza.

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Nekogami era feliz, pues a diferencia de su peliazul gato, el nunca había tenido familia y ahora si que la tenía.

El clic de la cámara se dejo escuchar, no abrió los ojos pues, ya sabía que su par pelirrojo los había retratado y era porque también se sentía feliz al tener una familia por fin.

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¡Actualización rápida! Nekogami es tan lindo. ❤