Noto las miradas de todos clavadas en nosotras y niego con la cabeza intentando disimular.
-Yo no sé quién son y tampoco quiero saberlo.-hablo.-¿Por decir eso ya tengo que conocerlas?-bufo.-Puede que aquí lo que se lleve es meterse en la vida de los demás pero en Dinamarca cada uno nos preocupamos de la nuestra.
Todos se callan ante mis palabras, no sé porque he sonado tan borde pero los nervios me comían por dentro y necesitaba liberarme de ellos.
-Esta bien.-susurra Jesús y lo miro fijamente unos segundos.
El resto del recreo se pasa algo incómodo, en silencio y cada uno con su móvil hablando o jugando tontamente. Y como el recreo, el resto de las clases igual, rápidas e incómodas.
Vuelvo a casa recordado que esta tarde tengo una "cita" con Jesús y que se me va a hacer rarísimo.
-Hola guapas.-saluda mi madre desde la cocina.-Tengo buenas noticias.
-¿Si?-se pregunta Samantha saludándola.-¿El qué?
-Esta tarde empezáis a grabar un disco.-dice sonriendo y abro los ojos como platos.
Mi hermana me abraza expresándome su alegría y se lo devuelvo algo dudosa. Estoy feliz, muy feliz, pero esta tarde era mi tarde con Jesús y me sabe mal decirle que no voy a ir. Espero que lo entienda.
Comemos rápidamente un gran plato de macarrones y subo corriendo a disfrazarme, ya que en menos de dos horas tenemos que estar allí. Pero antes, agarro el móvil y lo desbloqueo dispuesta a enviarle un mensaje a Jesús.
-Escucha, esta tarde no puedo quedar que voy con mi madre a mirar unos muebles. ¿Lo dejamos para mañana?
Tarda varios segundos en contestar y cuando lo hace parece tomándoselo bien, así que bloqueo el iPhone y me pongo manos a la obra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Acabo de cardarme el pelo cuando oigo un grito procedente de mi madre.
-¡Mamá!-grito mientras me pinto los labios.-¡¿Estás bien?!
-Si, si.-se ríe abriendo la puerta de mi habitación y mirándome de arriba a abajo.-Es que tu hermana...
-¿Qué pasa con mi hermana?-me pregunto mirándola con una débil sonrisa.
-Que le he dado un susto.-aparece Sam, produciéndome una carcajada sonora. Quizás ella se tome muy enserio lo de disfrazarse.