Maya.
Entro al baño de un portazo y comienzo a desmaquillarme lo más rápido que puedo, consiguiendo retirar la mayor parte del maquillaje.
Me quito rápidamente el absurdo disfraz hasta quedar en un ligero top y unos shorts y salgo por la ventana, intentando no matarme, para correr hasta el parking de abajo.Me apoyo en la puerta del descapotable de mi padre para descansar, y cuando veo venir una sombra hacia mi, doy un salto y entro para acomodarme y disimular con el móvil.
-Por fin te encuentro.-habla y me hago la sorprendida mirándolo.
-¿Qué haces tú aquí?-le digo bloqueando el móvil y alzándome para salir de nuevo del coche y ponerme a su altura.
-Había venido a ver a mis chicas, y ellas me han dicho que estabas aquí con tu madre.-habla.-Por cierto, juraría haber pasado por aquí y no verte.
-Oh, es que he ido a mear.-me encojo de hombros.-Mi madre me ha prometido que no tardaría y llevo aquí más de quince minutos.
-Podrías subir a conocerlas.-me propone tocándose la nuca y me faltan segundos para negar con la cabeza.-¿Pero por qué?
-No me apetece.-me encojo de hombros y sin que me lo espere, me agarra de la mano y empieza a correr hacia la salida.-¡Eh, que no!
-¡Me lo agradecerás!-dice sin soltarme.-¡Venga, no seas sosa!
Me paro de golpe levantando ambas cejas a la vez, consiguiendo que frunza el ceño unos segundos.
-¿Acabas de llamarme sosa?-le pregunto divertida.
-¿Si te digo que si, que pasa?-me sonríe ampliamente, sin soltarme de la mano.
-Que me tocara demostrarte que te equivocas.
-Yo nunca me equivoco.-susurra seductor, alzando la mano con la que no me tiene cogida y tocándome la nariz juguetón.-Sosa.
-No deberías haber dicho eso.-digo segura, agarrándolo bien fuerte y tirando yo de él esta vez, con todas mis fuerzas.
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Samantha.Le sonrío a Dani por la última tontería que ha dicho y abro los ojos como platos al ver como Maya y Jesús aparecen en el fondo del pasillo.
Que lista puede llegar a ser, si, estoy orgullosa de mi hermana.-Uy, ¿esa es una de las mellizas?-le pregunto haciéndole la tonta,consiguiendo que se gire y asienta.-Que ilusión.
Maya se acerca y nada más verme me advierte con la mirada y se acerca a mi para chocarme bruscamente la mano.
-Que pasa tía.-saluda y me quedo un poco desconcertada con su raro carácter.-Soy Maya.
-Eh, hola, encantada.-le sonrío sin saber qué decir, joder, la de las ideas es ella.
-¿Dónde está Trix?-pregunta Jesús y me chupo los labios dándome tiempo para pensar.-Tienes que conocerla también, es genial.
-Esta en el baño.-digo como impulso, bloqueando disimuladamente la puerta.-Se encuentra fatal y tiene ganas de vomitar, por lo que no va a salir en un rato.