Samantha.
Me cruzo de brazos nerviosa, esperando a que mis padres firmen esos papeles y a qué pongan una excusa para al fin irme y separarme de Dani.
Me sudan las manos y no sé a dónde demonios mirar porque está apunto de decirme la chica que le ronda por la cabeza y no quiero que me afecte, sea quien sea.-Bueno, supongo que jamás había conocido a una chica como Sam.-se ríe indiferente.-Ni como Maya, pero la morena tiene algo especial.
-Bueno, la chica de antes parecía ser increíble.-hablo refiriéndome a mi hermana e intentando no sonreír como una tonta.
-Y lo es, pero no se.-sonríe.-Sam encaja mejor conmigo.-asiento y miro a otro lado.-Pero por otra parte tú también encajas conmigo.-alza las cejas y me guiña un ojo haciéndome sonrojarme.-Con quien logre enamorarme antes, me quedaré.
-Y te parecerá bonito y todo.-me cruzo de brazos.-Dejar a alguna de las dos destrozada, digo.
-Pero nadie ha dicho que yo os valla a enamorar.-alzo una ceja.-No lo voy a hacer, soy un buen chico.
-Eso decís todos.
-¿Cómo vas a volver a casa?-me pregunta Dani después de unos segundos y me giro para mirarlo de nuevo.
-En Helicóptero.-sonrío haciéndole reír.-En realidad nos llevan los Morgan a un hotel y estaremos ahí hasta el concierto.
-¿Y vais a pasar dos días allí encerradas?-levanta las cejas y niego con la cabeza.
-No, claro que no.-me chupo los labios.-Iremos a conocer al ciudad, sin ir disfrazadas, claro está.
-Me están entrando ganas de ver cómo sois en verdad, Rocky.
-Bueno, pues no te lo puedo enseñar, pero...-digo coqueta.-Te prometo que cuando hagáis una firma, Trix y yo iremos sin disfrazar.-sonríe débilmente.-Así ya nos habréis visto.
-¿No habéis ido a ninguna?-se sorprende y niego con la cabeza dudosa.-¿Por qué?
-Caían cuando no podíamos ir.-me encojo de hombros insegura.-Esto... no quiero sonar brusca, pero deberías irte.-frunce el ceño.-Dentro de nada me iré yo y..
-Lo entiendo.-se levanta y se acerca para darme un fuerte beso en la mejilla.-Nos vemos en nada, guapa.
-No me sigas.-bromeo y antes de marcharse me guiña el ojo con una bonita sonrisa, haciendo que la que sonría sea yo, pero sin que me vea, que se lo cree.
*******
Maya.
Corro detrás de Jesús sin saber a dónde me lleva y sin pararme a pensar en las horas que son.
Sam me ha dicho que ya está en casa y que le ha dicho a mi madre que me he tenido que ir para disimular, aunque ella sabe perfectamente que lo podría haber mandado a la mierda y no lo he echo.-¿Qué hacemos aquí?-dudo sorprendida.
-¿No te apetece un baño?-se ríe y niego con la cabeza.-Venga, no seas estrecha.
-Primero, no tengo bikini y ni en tus mejores sueños me baño en ropa interior estando tú.-le señalo.-Y segundo, no tenemos llaves.
-Tampoco las necesitamos.
-¿Uno de los más famosos de Madrid intentando entrar a la piscina municipal estando cerrada?-digo irónica.-No me lo creo.
-Lo he echo más veces.-admite y levanto las cejas haciéndole la sorprendida.-Pero de todas formas, tengo llaves.-las saca de su bolsillo.-Y en vez de bañarnos, podríamos cenar.
-¿Es obligado?-arrugo el morro haciéndole reír.-Esta bien, pero que sepas que lo hago por la comida.
-Me parece bien.-abre la puerta trasera, entrando directamente a la gran piscina, que está iluminada por pequeñas luce citas.
-No sabía que eras un romántico.-me burlo con una sonrisa.
-Bueno, aún no me conoces.-tira de mi hacia una pequeña terraza.-Pero para eso estás aquí.
-¿Pizza?-sonrío ampliamente.-Ya me has ganado.-le doy un pequeño empujón.
-Ha sido más fácil de lo que pensaba.
-Por una noche.-completo haciéndole cambiar su sonrisa a una cara de fastidio.-Seré simpática, no prometo nada más.
-Bueno, me sirve.-abre el cartón donde se encuentra la increíble delicia.
No tardamos en acabarnos la pizza entre risas y cotilleos, y aún nos quedamos un rato hablando de lo que nos gusta o no hacer.
Caminamos minutos después por las calles de Madrid en dirección a mi casa y bajo la oscura noche que hace, no hay casi estrellas y eso me intimida un poco.
-¿En qué piensas?-susurra y me encojo de hombros.
-En las estrellas.-susurro.-¿Nunca te has preguntado lo que esconden?
-¿Enserio?-sonríe bastante sorprendido por lo tierna que me ponen las noches.-Bueno, si.
-¿Y por que brillan unas más que otras?-me mira arqueando una ceja y niego unos segundos.-No, eh.-me río.-Yo sí, pero jamás lo he sabido.
-Es como en la vida real.-habla haciendo que lo mire.-Hay personas que brillan más que otras.-sonrío un poco.-Como por ejemplo tú.
-No me seas un cursi.-le doy un leve empujón, dándome cuenta de que ya hemos llegado.-Bueno, me lo he pasado genial.
-Y yo.-habla acercándose un poco a mi, haciendo que lo mire un tanto extrañada.-¿Ahora es cuando me toca besarte, no?