Jesús.
-Ahora es cuando me toca besarte, ¿no?-pregunto pillándola por sorpresa.
-Si, supongo.-contesta sorprendiéndome gratamente. Me creía que iba a ser más difícil con ella, pero oye, que bien.
Me acerco nerviosamente hasta quedar a pocos centímetros de ella, la veo coger aire y después de tragar saliva, sonríe sarcástica.
-Eres preciosa.-le digo en un susurro apunto de lanzarme.
-Si, y tú un desesperado.-me hace la cobra de mi vida.-¿Ahora es cuando te dejo a dos velas y te jodes, no?
-Maldita seas...-gruño riendo avergonzado. La madre que la parió.
-¿Enserio creías que conmigo sería tan fácil?-levanta una ceja obvia.
-No, sabía que me mandarías a la mierda pero he preferido arriesgarme.-hablo seguro.-Y cuando has dicho que si, he caído, pero como siempre, era una trampa.
-No era una trampa.-se muerde el labio.-No soy tan mala, chico.
-Bueno, pero has acabado dejándome...
-Si.-sonríe victoriosa.-Hay que empezar a enseñarte que no todas caemos en tus reyes.
-Tu acabarás haciéndolo.-me cruzo de brazos seguro.
-Te lo tienes muy creído, ¿no?-da un paso hacia mí.-¿Y cómo estás tan seguro, guaperas?
-Pues porque todo lo que quiero lo consigo.
-Entonces, ¿me quieres?-vuelve a pillarme sin dejar de sonreír orgullosa.
-Uff.-me frustro.-Eres imposible.
-Pero te mueres por mí.-se acerca más a mi.-¿Qué se siente al ser la otra persona, Jesús?
-No me tientes.-hablo con la voz ronca por la cercanía de sus labios a los míos.
-Acepto el reto.-dice y frunzo el ceño viéndola separarse.-Dices que puedes conseguir que me enamore de ti, pues hazlo.-sonrío de oreja a oreja por lo dispuesta que está en estos momentos.-Pero si no lo has echo en...-se muerde el labio.-Un mes, me deberás...-se queda pensativa.-Bueno, en su miembro te lo diré, porqué vas a perder.
-Nunca pierdo una apuesta.
-¿Eso es que aceptas?-levanta una ceja y asiento seguro.-Bien.-me tiende su pequeña mano y la cojo para estrecharla.
-¿Cómo puedo fiarme de ti?-le pregunto.-¿Cómo sabré que te has enamorado de mi?
-No lo sabrás, porque no lo haré.-se chupa los labios.-Pero en el caso de que lo logres, que no creo, te juro por todo lo que tengo que te lo diré.
-Echo.-sonrío sin soltarle la mano y atrayéndola de nuevo a mi.-Pero de momento somos amigos, así que déjame que me despida de ti como es debido.-me acerco a su mejilla y le dejo un suave beso, provocando que sonría un poco y joder, los hoyuelos que le salen cuando lo hace me hacen perder el norte, el sur y el resto de los puntos cardinales.
