CAPÍTULO X

1.7K 75 8
                                    

Me desperté por la luz tenue que entraba por la ventana. Cogí móvil y vi que solo eran las seis y media.

Cerré los ojos e intenté dormir de nuevo, pero no tenía sueño.

Salí de mi cama, solo con una camiseta puesta, ya que las noches de verano cada vez son más calurosas.

Al salir de mi habitación, fui a la cocina, cogí leche de la nevera y di unos cuantos tragos de la botella. Sí, lo sé, soy una cerda, pero igualmente vivo sola y no hay nadie más en el apartamento quien beba la leche.

Me acerqué a la mesita que había frente al sofá y de ella cogí una caja de tabaco y un mechero, para luego salir a la terraza.

Me senté en una de las sillas y lleve mis piernas hasta el pecho, mientras que me encendía un cigarro. Al final Ruby tenía razón, el tabaco relaja.

Toda la semana la pasé en nervios, porqué no hablé con nadie de mi familia, y tampoco es que ellos mostraron un interés por hacerlo.

Hoy era un día bastante especial, este día pero hace siete años, mi vida cambió por completo. Dejé de ser una niña y empecé a razonar como una adulta. Este día mi hermana mayor Sandra se suicidó.

Ella era muy joven, pero la depresión resultó ser mucho más fuerte que ella. Sandra se suicidó solo con diecinueve años, pero antes de hacerlo me dejó una nota.

Me levanté de mi asiento y fui a mi habitación. Cuando entré fui a mi escritorio, donde se encontraba una caja, con la nota de mi hermana. La cogí y volví a la terraza para leerla. Cuando me senté, la empecé a leer, mientras que jugaba con el anillo que colgaba de mi cuello.

"Hola pequeñaja. Sé que ahora mismo estas confundida y destrozada, pero por favor, se fuerte.

Seguro que no tienes ni idea porque he escrito esto, y seguro que estas enfadada conmigo por hacerlo, pero no podía seguir así. A lo mejor no lo vas a entender, al fin y acabo solo tienes once años. No te tienes que culpar en nada, no es tu culpa ni de nadie más.

Lo hice porque no me sentía bien conmigo misma. Estaba cansada de sentirme como una mierda, y de verdad que intentaba luchar contra eso, pero cada vez era peor. No soportaba toda esta presión de mundo. Lo siento mucho, no pretendía hacer daño ni a ti ni a nuestros padres, simplemente que perdí sentido en la vida. No te culpes por no haberme ayudado, nadie podía.

Se que estas pensando que no me pasaba nada y que me veía feliz, porque esta era mi intención, pero todo tiene un límite, y no podía seguir escondiéndome detrás de esta mascara. Era mejor para mi tomar esta decisión.

A lo mejor me odias por todo lo que hice, pero me da igual, porque yo te quiero. Hasta muy pronto, Jade."

Esta carta me destrozaba cada vez que la leía. Ha pasado mucho tiempo des de que murió, pero aun no puedo aceptar la idea de que no está.
Sandra siempre estaba a mi lado cuando me despertaba y cuando me dormía, ella era mi ángel. Ella era mi única amiga, éramos inseparables... hasta que pasó lo que pasó.

*FLASHBACK*



Abrí poco a poco los ojos. Estaba todo oscuro, pero esto no me impidió sentir las caricias de mi hermana.

-¿Jade? ¿Estás despierta?- preguntó ella en un susurro.

-Sí, ¿Qué pasa?- pregunté aun dormida.

-Simplemente te quise pedir si me pudieras guardar esto- dijo ella y encendió la luz de la habitación. La miré y vi que tenía ojos rojos e hinchados.

DANGEROUS LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora