CAPÍTULO VII

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Pasó una semana y media des de que Ruby y yo nos besamos en su salón. Des de aquel día no volví a hablarle por mi estúpido miedo a que mis padres supieran que me atraen chicas. Si, así es. Decididamente soy lesbiana. Supe que era lesbiana des de hace mucho pero no sabía cómo llamar lo que sentía por las chicas. Me atraían físicamente las chicas que yo veía por la tele o en muchas galas de mi padre. No era un "Quiero ser como esta chica" sino siempre ha sido un "Quiero estar con esta chica". Recuerdo como admiraba cada parte del frágil cuerpo de las chicas de las galas de mi padre, ahora ellas tendrán como veinte años. Gracias a Ruby pude descubrirme a mí misma, gracias a este beso en la comisaria pude aceptar mi sexualidad. Ahora por cosas estúpidas le dejé de hablar. Y esto me está matando aunque no lo admita.



Hace unos días por fin traje todas mis cosas a mi nuevo apartamento. Me fue duro dejar a Franky i Max ahí, pero ellos no podían venir a vivir conmigo, simplemente porque ellos no querían molestarme en mi vida pre-adulta. Me encantaría tenerlos todos cerca mío, pero el apartamento era pequeño.

Estaba tumbada sobre mi nueva cama mirando al techo. Realmente no tenía nada que hacer.

-Voy a comprar comida y cosas para la casa- dije en voz alta como si le avisara a alguien que me iba-. Tengo que cogerme un gato o un perro, esta soledad me volverá loca tarde o temprano.

Me acerque al armario y saque de él unos shorts, una camiseta de tirantes blanca y una camisa roja de cuadros. Como no tenía muchas ganas de arreglarme, me hice un moño alto y me puse la máscara de pestañas. Cogí unas gafas que muchos policías de películas llevan y mi nueva mochila, ya que me empezaban a disgustar los bolsos de marca. Salí de mi apartamento cerrándolo con llave. Me dirigí hacia mi coche para ir a comprar algunas cosas. Encendí la radio y salió la canción "Addicted to you" de Avicci. Me gustaba el ritmo de la canción pero nunca me fije en la letra... hasta ahora. Cambié rápido de la emisora porque esta canción me estaba volviendo loca y depresiva. Hablaba perfectamente de lo que yo sentía hacia Ruby. ¿Por qué tenía que ser tan estúpida y orgullosa? ¿Por qué no podía admitir que realmente me pille fuerte por Ruby? En realidad la conozco muy poco como para decir que la quiero, pero si tengo un sentimiento fuerte que me mata cuando no estoy a su lado y no oigo su voz.

Un pitido muy fuerte me sacó de mi pensamientos, y fue entonces cuando me di cuenta que delante mío hay un camión parado que me está haciendo señales para que pare. Frené el coche lo más rápido posible. Casi me estallo contra un camión. Crucé mis manos sobre el volante y deje descansar mi cabeza sobre ellas. Sentí como alguien se acercaba hacia mi coche, pero igualmente no quería levantar la cabeza.

-¿Está bien?- dijo una voz masculina en un tono enfadado pero a la vez preocupado. Levanté la cabeza y me di cuenta que era el conductor del camión.

-Sí, lo siento, no prestaba mucho la atención a la carretera- dije sinceramente. Vi como el enfado del hombre crecía más.

-Este es el problema de los jóvenes hoy en día, que no prestan atención a nada- dijo el hombre alejándose de mi coche mientras que se sentaba de vuelta en su camión.

Vi como el camión se marchaba. Arreglé un poco mi pelo y ropa y volví a conducir, pero esta vez prestándole más atención a la carretera, no quería encontrarme en una cama de hospital o algo peor.

Estacioné mi coche en el parking de un centro comercial y entré para ir a comprar comida y cosas nuevas para mi apartamento.

Empecé por las tiendas y no pude resistirme en comprarme ropa. Después de comprarme unas cuantas prendas, entré en una tienda de biquinis porque necesitaba algunas, ya que el verano ya había empezado y yo tenía ganas de ir a la playa.

DANGEROUS LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora