CAPÍTULO II

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Ruby se acerco a mí y tiro el cigarrillo por la terraza. Se apoyo en la barandilla a mi lado y me miró directa a los ojos.

-Estoy aquí metida igual que tu- dijo ella cogiendo mi copa de champagne y dándole un buen sorbo.

-¿Metida?- pregunté confundida. Si está aquí es por dos razones: una, se ha colado. Dos, sus padres son gente importante y ella tuvo que venir si o si.

-Mis padres son dueños de Rose Enterprises- explicó ella. Abrí mucho los ojos. La empresa Rose Enterpises, es la empresa de bancos más famosa de los Estados Unidos. Nunca pensé que tuvieran una hija.

-¿Y por eso estas aquí?- pregunté murmullando.

-Exacto. Y a eso me refería de que pronto nos volveremos a ver- dijo ella aun mirándome.

-¿Sabías que voy a estar aquí?- ella asintió con la cabeza-. Pero... ¿Cómo?

-Mis padres me dijeron que a esta gala asistirá el senador Thomas Hunter. Y pues cuando te conocí hoy en la calle y me dijiste que eres la hija de Thomas, entendí que tu también estarás aquí- explico ella.

-Vaya- dije lo primero que me vino a la cabeza porque realmente no sé qué decir. Nos quedamos un tiempo mirando una a la otra sin decir ninguna palabra. Ella empezó a acercarse más. Mi corazón empezó a batir con más rapidez. Sentí como mi respiración se aceleraba. De un momento a otro, su móvil sonó, sobresaltando a ella y a mí.

-¿Si?- dijo ella algo enfadada-. ¿Ya estáis aquí?... ¿Lleváis lo que os dije?... Perfecto... Vale, ahora bajo- dijo ella y luego bloqueo su móvil.

-¿Ya te vas?- pregunté aun con la respiración agitada como si corriera un maratón.

-Sí, me voy otra vez. Si quieres, puedes venir- dijo ella con una sonrisa.

La mire a los ojos. La verdad, quiero ir con ella a donde sea, pero yo nunca me junté con gente como ella. Ella es rebelde, desobedece a sus padres y probablemente si hoy saldré con ella, mañana me despertaré en México, semidesnuda y con un panda a mi lado.

-Bueno, ¿vienes o no?- dijo ella sacándome de mis pensamientos.

-No puedo, mis padres no me dejaran ir a ninguna parte hasta final de la gala- dije algo insegura.

-Entiendo, hija de papi- dijo ella encogiéndose de hombros-, entonces ya nos veremos en alguna parte del mundo, al fin y acabo, el mundo es pequeño- dijo ella. Se acerco a mí, mientras que me daba un beso en la mejilla, cogió mi mano y puso algo en ella. Algo como un pequeño sobre de plástico.

-¿Qué es?- pregunté aun teniéndola pegada a mi mejilla. Su mano se posó en mi cadera, y sentí todo su cuerpo apretarse contra el mío. Sentí un calentó en mis partes intimas.

-Un regalo de mi parte- susurró ella en mi oído. Se separo de mí, me guiño el ojo con una sonrisa de lado y se fue directa a la multitud, desapareciendo en ella.

Cerré los ojos y respire profundamente. Abrí los ojos y con ellos abrí mi mano. Me fije en sobre de plástico que me entregó Ruby. Resultó que habían dos sobres de plástico pequeños. Cogí uno y lo mire confundida. Dentro de este sobre hay dos pastillas blancas. Cogí otro sobre y en él había un polvo blanco. ¿Qué es?

-¡Mierda!- grité lo más alto posible. Mire a los lados muy nerviosa y vi como la gente me miraba frunciendo el ceño. Disimule una sonrisa de disculpa y volví a mirar los sobres. Estos sobres llevan droga. ¿A esto se refería ella con que recogió su pedido? ¡Mierda! Si alguien me pilla con estos sobres, no sé que me harán mis padres. Los tengo que tirar. Pero no aquí. ¿Qué hago? Me está entrando el pánico. Vale, Jade, tranquilízate, son solo dos sobres pequeños con droga. Los tengo que esconder en alguna parte.

DANGEROUS LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora