Dos Años De Vacaciones (Julio Verne)

parte 2

Tenían muy buen corazón, pero poco afán por el trabajo y no pensaban más que en divertirse. Dan, apasionado por el acordeón, había tenido muy buen cuidado en llevarlo a bordo. En cuanto a Mark, podemos asegurar que era el más alegre y travieso de todos; no soñaba sino con aventuras de viajes, y alimentaba su espíritu con el Robinsón Crusoe el Robinsón Suizo, que se sabía de memoria.
Otros dos muchachos de 9 años, Bill Jenkins, hijo del director de una sociedad científica, y Francis Iverson, hijo del pastor de la iglesia Metropolitana de San Pablo. Aunque sólo pertenecían al segundo y tercer año, eran considerados los más aplicados.
Dos pequeñuelos. Tom Dole, de 8 años y medio, y Jack Costar, de ocho, eran hijos de oficiales del ejército anglo-zelandes. Tom era muy terco y Jack muy goloso. Si bien no brillaban en el primer año, creían estar muy alentados porque sabían leer y escribir, cosa no rara a su edad.
Dick era Americano y tenía 14 años; su rostro y su porte llevaban ya el sello de la rigidez de los yanquis.
Aunque algo torpe y Pesado, el más serio de los alumnos de quinto año. Poseía un espíritu justo y un buen sentido práctico. Observador, frío y metódico. Sus compañeros lo estimaban, apreciaban sus cualidades Y, aunque no era inglés, siempre era bien acogido.
Había nacido en Boston, su padre y su madre habían muerto, y si no tenía más parientes que su tutor, antiguo agente consular.
Los dos franceses, Luis y su hermano Santiago, eran hijos de un distinguido ingeniero que se había instalado hace dos años y medio en Nueva Zelanda. El mayor tenía 13 años; ir a poco amante del estudio, Aunque muy inteligente; muchas veces Era uno de los últimos de la clase. Sin embargo, Cuando quería con su facilidad de asimilación y su notable memoria, elevada al primer lugar, con lo que provocaba la envidia de Robert. Por este motivo no estaba en buena amistad, como ya hemos visto en el de sloughi. Además, Luis era audaz, emprendedor, diestro con los ejercicios corporales, vivo en la contestaciónes, servicial, buen muchacho, sin nada del orgullo de Robert Doniphan y algo descuidado de su persona; en una palabra, muy francés, y por tanto muy diferente se sus compañeroa de origen inglés. Era generalmente querido, así es que cuando se trató de la dirección del sloughi, la mayoría de sus compañeros no titubeó en obedecerles.