Capítulo 23.

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Sung Kyu aguardó en silencio, esperando pacientemente en su cama a que Dong Woo se durmiese, aún si el chico hizo grandes esfuerzos por mantenerse despierto. Sung Kyu le echó un vistazo y asintió para si mismo cuando su amigo de la infancia finalmente cayó.

Tomó sus zapatos y abandonó la habitación. Ya sabía que las posibilidades de encontrarse con Min Ho eran altas, pero se permitió arriesgarse. Había pasado todo el día pensando en Woo Hyun. Sabía que no era normal, pero había descubierto que prefería pensar en él que en lo que ocurría en la Academia. En esos recuerdos recuperados. En esas palabras sobre sus padres. Sobre los Kim. Pero por ahora no quería pensar en eso. Si sus recuerdos volvían algún día entonces...

Distinguió la esbelta figura de Woo Hyun junto al pasillo, con las manos dentro de sus bolsillos. Daba un aspecto tan despreocupado... como el de un novio esperando a su chica. Y así era, ¿o no? Claro que Sung Kyu no era ninguna chica, pero... Y recordó las palabras de Woo Hyun y su "nido de amor". Ellos lo habían hecho.

Habían mantenido relaciones sexuales y dada la conducta del rubio Kim podía decir con seguridad que rol le había tocado a él asumir.

¿Dolería mucho la penetración anal? Woo Hyun dijo que lo habían hecho muchas veces... Y estaba seguro que él no lo hubiera consentido si no le gustase. Y que Nam no le obligaría a nada, porque él era...

Como un perrito amaestrado.

Sung Kyu frunció la boca. ¿Otro recuerdo? No estaba seguro. ¿Él se referiría a Woo Hyun de esa forma? Lo dudaba. Lo amaba, ¿no? Y la gente no se burlaba de aquellos a los que amaba.

Y entonces Sung Kyu percató de que estaba considerando hacerlo con Nam. ¿No había dicho que no estaba listo? Y, sin embargo, estaba considerando seriamente acostarse con Woo Hyun esa noche.

—¿Me tardé? —murmuró Sung Kyu llegando junto a Woo Hyun, el cual negó con la cabeza.

—Pero Hee Chul ha pasado tres veces por aquí. Debe temer que huyas conmigo de nuevo.

—A ese creído que le den.

Nam rió tan bajo como pudo ante las palabras de su novio, el cual se limitó a encogerse de hombros. No era un secreto que Hee Chul no le agradaba, aún si todos decían que habían sido buenos amigos. Sung Kyu no lo creía así, no podía ser amigo de alguien que miraba al resto de las personas como seres inferiores.

—¿Nos vamos? —murmuró el joven amnésico, logrando que Woo Hyun interrumpiera su silenciosa risa y asintiera, tomándolo de la mano.

—¿Estás bien?

—Sí. ¿Y tú?

—Supongo que va a épocas —respondió Woo Hyun mientras echaban a andar por los pasillos.

—¿Qué quieres decir?

—No es importante.

—Todo lo que tú digas es importante para mí —replicó Sung Kyu, pero no obtuvo respuesta—. ¿Tiene que ver con el asesino?

—Tiene que ver con el Gremio. Los chicos no los quieren aquí y temo lo peor.

Sung Kyu se detuvo, tirando de la mano de Woo Hyun para obligarle a hacer lo mismo.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Un chico ha escapado. Le hemos buscado todo el día, pero Soo Eun no está. Y ya sé lo que pasará con él—. Sung Kyu abrió la boca para preguntar, pero Woo Hyun se le adelantó—. Aún si intentan ser buenos afuera sus instintos son más fuertes. Y cuando lastimen a alguien el Gremio enviará a los cazadores.

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