Capitulo 11: "Cita doble"

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Era una tarde soleada, los rayos del sol entraban por la ventana de una habitación donde una joven se encontraba tratando de elegir que ponerse para la cena que tendría con su novio y sus amigos.

Ya solo faltan 3 horas para que Turles venga por mí y no sé ni que ponerme decía desilusionado la bella joven pelinegra, en ese momento un recuerdo le vino a su mente sacándole una linda sonrisa.

-.Recuerdo.-

Dos bellas jóvenes una peli azul y la otra pelinegra se encontraban en una cafetería platicando.

Hable con mi Vegui de la idea de la cita doble, primero estuvo un poco necio, con que prefería darles su espacio, pero usando mis encantos como siempre lo convencí, decía triunfal la bella peli azul.

Y ¿dónde acordaron la cena?, preguntó la bella pelinegra.

El famoso "Restaurante Kitcho", es el preferido de la familia Saiya, creo que allí tuviste tu primera cita con Turles, dijo la peli azul.

Milk, al escuchar ese nombre por poco y se atraganta con el café que estaba tomando, cof cof cof.

Que pasa Milk, pregunto la peli zazul.

Eh, nada, nada, dijo la bella pelinegra, imaginándose la cara de Turles cuando se lo dijera.

-.Tiempo actual.-

Creo que este está bien, dijo la bella pelinegra, eligiendo para la ocasión un lindo vestido largo color rojo.

Mientras tanto en la casa de los Saiya:

Un joven de cabello alborotado se encontraba alistándose para ir a recoger a su novia.

Qué bueno que ya conseguí los datos de ese restaurante, no quiero que me pase lo mismo de la primera vez, decía sonriendo el joven, mientras guardaba la dirección en su billetera.

2 horas después: "Restaurante Kitcho"

Y eso es lo que me dijo Milk, comentaba una bella peli azul a su novio.

No entiendo a que está jugando el insecto de Turles, es muy raro que siendo un mujeriego y teniendo a una chica tan linda como Milk de novia hasta ahora no la haya besado, decía pensativo el joven cabello de flama.

Me voy a poner celosa de Milk, decía riendo la bella peli azul.

No tienes porque le respondió el joven cabello de flama, tu para mi eres la única, dijo Vegueta, mientras se acercaba a darle un apasionado beso.

Cuando en eso escucharon un carraspeo a sus espaldas haciendo que ambos se separase y se encontraran con  dos jóvenes muy ruborizados .

Ja ja ja, rio la peli azul, esa cara lo puedo esperar de Milk, que nunca ha besado a nadie pero de ti Turles, siguió riendo Bulma; ante la atenta mirada analítica a los recién llegados de parte de Vegueta.

Tomen asiento, dijo Vegueta.

¡Gracias¡ dijeron los jovencitos. 

El joven cabello de flama seguía con la mirada a Milk y al supuesto Turles mientras procedían a sentarse.

En eso una joven mesera que llevaba un vestido muy provocativo, se acerco inmediatamente a la mesa para tomar el pedido.

Buenas noches, saludo de manera muy coqueta la mesera mirando a todos pero por momentos su mirada se posaba en el supuesto Turles, que ni siquiera se daba cuenta, pues estaba tan entretenido mirando la carta y tratando de adivinar que debería comer.

La joven empezó a tomar los pedidos y a Gokú, se le ocurrió pedir mariscos, cuando en eso Vegueta de manera irritada le dijo: Qué te pasa Turles, acaso quieres morir aquí el día de hoy.

Ah, se me olvido, dijo Gokú cubriéndose la boca al darse cuenta de lo que dijo sin querer, quién en ese momento recordó que en el cuaderno que Turles le había dejado le había escrito con letras rojas que era alérgico a cualquier tipo de marisco.

Últimamente se te olvida todo, dijo de manera irónica el joven cabello de flama.

Ante el sonrojo de Milk y la sonrisa de Bulma, quien trataba de calmar a Vegueta.

Entonces pido lo mismo que Milk, se ve delicioso,  dijo Gokú.

La cita luego de ese pequeño incidente transcurrió de lo más normal, Bulma decidió llevarse a Vegueta a bailar dejando a solos a la otra pareja.

No entiendo qué diablos le pasa a Turles, decía el joven cabello de flama.

Es el amor Vegui, esta vez el mujeriego cayó y por eso el pobrecito anda medio atontado, dijo la peli azul.

Medio atontado no Bulma, está completamente atontado, decía riendo Vegueta.

Mientras en la mesa:

¿Qué pasa Turles?, siento como si no estuvieras a gusto aquí, dijo tristemente la pelinegra.

No, nos eso mi ángel, yo estoy feliz donde tu estés, dijo el joven de cabello alborotado.

Sabes se me ocurre algo y ¿por qué no aprovechamos el resto de la noche para ir al mirador, ese lugar es muy lindo a Bulma le gustara la idea.

No lo creo, míralos están felices, bailando dijo Gokú, cuando en eso una música lenta empezó a sonar y el joven se atrevió a preguntar.

¿Milk, quieres bailar conmigo?, dijo nerviosamente el joven de cabello alborotado.

Claro Turles, dijo la joven quien tomo su mano y se dirigieron al centro de la pista.

La música sonaba tan suave que para ellos solo los dos se encontraban en la pista, Gokú tenía a Milk, muy pegada a él, Milk había colocado su cabeza en su hombro y el con una mano la sujeta de la cintura mientras con la otra sin darse cuenta empezaba a acariciarle el rostro.

Eres muy bella, le dijo cerca del oído, mientras le daba un dulce beso muy cerca de su labios, ambos jóvenes se miraron mutuamente y poco a poco acercaron su rostros sellando tan bello momento con un beso aunque torpe e inocente por su inexperiencia lleno del amor que ambos se transmitían. No duraron mucho pero para ellos fue más que suficiente para saber que se amaban y muy ruborizados y tomados de la mano, volvieron junto a sus amigos a tomar asiento.

Te lo dije Milk, dijo la peli azul, guiñándole el un ojo a una sonrojada pelinegra.

Entre bailes, risas, comentarios y anécdotas de parte de Bulma y Vegueta transcurrió la noche, que después de todo no resulto tan aburrida como en un principio pensó Gokú.

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