(Último capítulo)
¿Paoz?, decía una linda peli azul.
Si Paoz, allá fue¡ lo sé, me lo dice mi corazón, dijo la bella pelinegra.
Entonces no se diga más, vayamos a Paoz, dijo Vegueta.
Horas después:
Tres jóvenes se encontraban en un auto color negro, en medio de un espeso y frondoso bosque.
Vaya que este lugar es tal como lo describiste, dijo asombrada Bulma.
Te lo dije amiga, es maravilloso, decía feliz la bella pelinegra pensando en que al fin volvería a ver al amor de su vida.
Milk, estoy yendo por el camino correcto, preguntaba Vegueta.
Si, en unos cuantos minutos estaremos allá, decía la pelinegra.
Mientras tanto:
En el lago, un joven de cabello negro alborotado se encontraba recostado en la grama debajo de un árbol de manzanos.
Espero que te haga muy feliz mi ángel, pensaba tristemente el joven mientras observaba la cadena con el dije de dragón tallado que Milk le había regalado.
Mientras en el auto:
Llegamos, decía muy alegremente Milk, mientras bajaba y corría rápidamente hacia una pequeña y modesta cabaña, ante la mirada expectante de Vegueta y Bulma.
Toc toc toc, toco la bella joven, la puerta se abrió sola ante los golpecitos que dio la pelinegra.
La joven entro, pero no encontró a nadie, minutos después sus amigos la vieron salir inmersa en una profunda tristeza.
¿Qué paso?, pregunto la peli azul.
No está, dijo Milk tristemente, mientras sus ojos se humedecían.
Vegueta entro nuevamente a la cabaña y salió con una ligera sonrisa en el rostro: Ahora no está, pero se está quedando acá, en la habitación hay ropa limpia, debe andar por algún lugar cercano.
Anímate amiga, será mejor esperar aquí un rato, dijo la linda peli azul.
El lago¡, dijo Milk, de repente.
¿El lago?, dijo Bulma.
Si voy a buscarlo halla, ustedes, pueden quedarse a descansar si lo desean, dijo la pelinegra.
Está bien, voy a sentarme por aquí a respirar un poco de aire fresco mientras vuelven, dijo Vegueta.
Yo me quedo contigo cariño, no quiero hacer mal tercio, dijo guiñándole el ojo a su amado mientras se sentaba junto al él abrazándolo.
Bueno entonces, voy a buscarlo ya regreso, dijo la bella pelinegra que salió corriendo lo más rápido que pudo y se perdió entre los árboles ante la mirada de sus amigos.
Luego de algunos minutos la pelinegra llego al lago, y lo vio, ahí estaba recostado en el pasto, con los ojos cerrados, se le veía ojeroso y decaído, se acerco lentamente y se sentó muy despacio junto a él.
¿Podemos hablar?, dijo muy suavemente.
Gokú al escuchar aquella dulce voz cerca de su oídos pensó que se trataba de un sueño e incluso llego a pellizcarse la piel para comprobarlo, pero no era así, frente a él allí estaba ella tan bella como siempre, como un "ángel" como él la llamaba traía puesto un vestido blanco sencillo, su cabello largo estaba suelto y se movía con el aire alrededor.
Milk, dijo Gokú sin darse cuenta, con una encantadora sonrisa.
No importaron las palabras, un solo sentimiento los envolvían ambos, acercaron sus rostros y se dieron aquel beso tan deseado y esperado, sus labios danzaron en un mismo compás, como queriendo recuperar el tiempo perdido, no supieron cuanto demoraron así ni en qué momento acabaron con ese hermoso beso, solo supieron que un amor tan grande como el de ellos no era necesario las justificaciones, pues ellos nacieron para estar predestinados y por más que sus caminos eran totalmente opuesto el amor que se tenían los llegaría a juntar.
FIN
Nota:
¡Gracias a todas las personas que siguieron, votaron y dejaron algún comentario en alguno de los capítulos de está bella historia de amor GoChi¡.
Espero y el final hay sido de su agrado.
Les dejo un pequeño epilogo de esta hermosa historia de amor.
Con mucho cariño.
PrincesaLirio.
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"Los Caminos de la Vida"
RandomGokú un joven de 20 años, huérfano, amante de las artes marciales, vive con su abuelo quién padece de una extraña enfermedad. Por salvar a su abuelo Gokú hará de todo incluso suplantar a otro para obtener dinero, viéndose arrastrado en un mar de men...