Era una noche hermosa llena de estrellas, la luna resplandeciente alumbraba el bello lago que se podía ver desde lo alto del mirador, el lugar predilecto de ambos, tal lo acordado, Milk salió de su casa como todos los fines de semana sin que Turles la recogiera, era el único día que él no la recogía pues por asuntos de trabajo no podía hacerlo, pero allí siempre la esperaba y ese día no tenía que ser la excepción. Le pidió a su chofer que la llevara al "Mirador" de ciudad Satán, no te preocupes le dijo, mi novio me lleva de vuelta como siempre, le dijo a su chofer mientras bajaba de la limosina.
Su mirada se ilumino, al verlo, allí estaba él, con la mirada perdida recostado en uno de los barandales del mirador, su vestimenta era sencilla, igual a como era hace una semana, tenía sujetada en sus manos una hermosa rosa color rojo.
Turles, llamo con una gran alegría al ver que sus pensamientos no se hicieron realidad, y que el si había cumplido la promesa. Turles, Turles, lo llamaba, pero él no la escuchaba. Se acerco y lo abrazo, como lo hacía cuando están solos en ese lugar, fue entonces cuando Gokú reacciono y vio a su ángel estaba con él, lo estaba abrazando, él le regalo una hermosa sonrisa seguida de un dulce y apasionado beso, que ninguno de los dos quería romper pero sus cuerpos necesitaban oxigeno y tuvieron que hacerlo.
Hola preciosa, es para ti, dijo Gokú dándole la rosa roja que llevaba en la mano.
Gracias dijo la bella pelinegra que había estado extrañando todos estos días un pequeño detalle como ese, así la conquistó y ella lo amaba así pero no sabía cómo decirle para que no termine generando un problema en su relación.
El cielo esta hermoso pero sabes tú eres el ser mas maravillosos sobre la tierra,ni siquiera imaginas lo que soy capaz de hacer por ti, dijo Gokú al que le robaba un fugaz beso.
Milk, lo escucho y lo tomo como un cumplido, tomando un color carmín sus mejillas. ¿Y tu auto?, pregunto al darse cuenta, que no había ningún auto aparcado.
Decidí venir sin el, mintió el joven, te molesta que caminemos un poco, dijo Gokú regalándole una de sus bellas sonrisas.
No , lo único que quiero es que no cambies que siempre seas así, dijo dijo Milkdulcemente.
¿Por qué dices eso?, ¿acaso he hecho algo que te moleste en estos días?, dijo el joven de cabello alborotado curioso por saber cómo se había comportado Turles con ella.
Tu sabes a lo que refiero, dijo Milk, agachando la cabeza.
No, no entiendo, dijo el joven de cabello alborotado levantándole el rostro con una mano, dímelo.
Tus celos infundados, te has vuelto desconfiado y muy posesivo, aveces me das miedo pero me imagino que es por el estrés que tienes con eso del torneo, a ti y Vegueta les dieron la responsabilidad de organizarlo y eso te debe estar cansando, dijo la bella joven evitando llorar.
Nada justifica mi actitud, pero perdóname por lo mal que me estoy portando y que de seguro como bien dijiste es por el estrés del momento lo volveré hacer, pero prometo compensarte hoy y cada fin de semana, le dijo Gokú atrayéndola a su pecho y abrazándola.
Así pasaron 2 horas en el "Mirador", contemplando el maravilloso panorama de la ciudad y el hermoso lago, luego caminaron por la ciudad tomados de la mano, ingresaron tomados de la mano aún discreto restaurante y luego Gokú llevo a Milk a su mansión en un taxi.
Hasta mañana cariño, le dijo Milk.
Hasta mañana dijo con tristeza Gokú.
No te lo quites, no te vi usarlo esta semana, dijo Milk, antes de irse refiriéndose al collar que le había regalado, antes de ingresar a su mansión.
Un mes después:
El primer mes paso, Turles había tratado cambiar con tal de ganar el corazón de Milk, se mostraba más accesible, pero en parte lo hacía porque quería evitar que ella se enterara que había retomado su faceta de mujeriego con Marón y Lunch, con Milk no podía hacer todas las cosas que hacía con ellas, Milk era muy inocente y sensible y eso lo irritaba, pero de que la quería para esposa la quería, ella era perfecta para él y nadie se la quitaría. Su relación con Vegueta había ha vuelto hacer tan fría como antes y mucho mas desde que Turles se le ocurrió piropear a su novia delante de él claro Bulma lo tomo como un halago, pero Vegueta sabía que su primo era capaz si se lo proponía de bajarle a su novia sin remorderle la conciencia.
Gokú y Milk , se encontraban cada fin de semana en el mirador, claro ella ni sospechaba que no era Turles, siempre estaba tratando de buscarle una justificación a sus cambios de actitud.
Llegaba un nuevo fin de semana, Milk, estaba feliz, porque solo en ese día tan especial, Turles volvía hacer el mismo joven dulce y amable del que se enamoro, pero las cosas no saldrían como las tenía planeado.
Milk, cogió su cartera y salió a toda prisa de su habitación, justo cuando estaba a punto de bajar la última grada, se llevo una gran sorpresa, a menos eso pensó ella.
Turles, mi amor, dijo la bella pelinegra, corriendo abrazar a su amado, dándole un tierno beso en sus labios.
Turles, se sorprendió por tan repentina muestra de cariño, pues él era el que siempre tomaba la iniciativa las veces que habían salido.
Una vez que se separaron la joven pelinegra empezó a decir:
Pensé que......, iba a decir algo la bella pelinegra pero se vio interrumpida por su novio, quien le dijo: hoy tuve cambios en la agenda cariño, a partir de hoy no abra un día que te deje sola, dijo Túrles por primera vez sonriendo.
Milk, también sonrió pues hace ya un buen tiempo solo se veían 2 o 3 veces a la semana y ya estaba pensando que su relación ya no era la misma, sino fuera por los fines de semana, donde la hacía sentir amada hace mucho hubiera terminado con él.
Mientras tanto:
En el mirador, Gokú esperaba como todas las noches cada fin de semana a su amada, miro su reloj, ya paso una hora dijo nostálgico, que le abra sucedido, quizó marcarle pero se detuvo ¿y si estaba con él? ¿Y si la metía en un lío por su culpa?, no agito su cabeza y decidió ir a verla de lejos a su mansión.Iba corriendo por las calles de la ciudad, cuando de repente gruesas gotas de lluvia empezaron a caer sobre sus hombros, al fin llego a la mansión, pero la imagen que se proyecto ante sus ojos, hubiese querido no verla nunca, allí en medio del jardín de la inmensa mansión un par de jóvenes se besaban apasionadamente bajo un árbol, ni las gotas de lluvia que cayeron por su rostro y su cuerpo pudieron hacer que el reaccionara, el dolor que sintió en su corazón fue tan grande que su mente comprendió, que él no tenía espacio en la vida de su bello ángel, ella era feliz y el no era nadie para impedirlo, giro sus pasos, la rosa roja que llevaba en la mano cayó al piso, las lagrimas que brotaban de sus ojos se confundían con las gotas de lluvia en ese momento decidió decir adiós finalmente a ese sueño que estaba viviendo.
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"Los Caminos de la Vida"
RandomGokú un joven de 20 años, huérfano, amante de las artes marciales, vive con su abuelo quién padece de una extraña enfermedad. Por salvar a su abuelo Gokú hará de todo incluso suplantar a otro para obtener dinero, viéndose arrastrado en un mar de men...