Capitulo 1: "Doble"

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Un par de jóvenes de aproximadamente 20 años, que vestían un traje de color naranja, se encontraban en un modesto gimnasio de ciudad Satán practicando artes marciales:

Y eso fue lo escuche mientras venía a entrenar, decía un joven calvo muy simpático, mientras se secaba el sudor de su cara con una toalla.

¿Qué buena noticia? y ¿Cuánto es el premio Krilin?, decía un entusiasmado joven de test blanca, ojos negros, cabellos azabaches muy alborotados, pero muy atractivo, quien también se encontraba secándose el sudor con una toalla.

Un millón de yenes el primer lugar y medio millón el segundo lugar, te imaginas Gokú todo lo que haríamos con ese dinero, ya no tendríamos que trabajar por un buen tiempo decía el jovencito calvo imaginándose su nuevo futuro.

Claro Krilin, a mi me serviría de mucho para poder realizarse los estudios a mi abuelo, si no consigo ese dinero antes de fin de mes la enfermedad de mi abuelo se complicará más y desde que perdí a mis padres él es lo único que tengo, decía en tono triste el joven de cabello alborotado.

Te entiendo amigo, tu abuelo, lo es todo para ti; lo malo es que el concurso se llevara a cabo en tres meses decía el joven calvo. Pero no te preocupes amigo, hay que buscar la forma de que te den un préstamo y luego con el premio del concurso lo devuelves; yo se que tú serás el ganador y yo el segundo lugar, decía el joven de forma muy optimista.

Mientras en otra parte de ciudad Satán:

Dos lindas jovencitas se encontraban conversando en una heladería.

Amiga, no es tan malo que tus padres te comprometan con alguien créemelo, a lo mejor y te termina gustando como a mí, decía una linda joven de peli azul, quién vestía un vestido rojo muy provocativo que hacia resaltar su bien contorneada figura.

No, no es lo mismo Bulma, a Vegueta tu ya lo conocías desde niño, ambos tienen 20 años, asistieron juntos a la escuela, aunque ambos tuvieron sus aventuras, era muy notorio que ustedes dos se atraían y que en algún momento terminarían juntos aunque por su terquedad ninguno quería admitirlo en un principio y el compromiso solo fue una ayuda para que por fin aceptaran sus sentimientos; decía tristemente una linda joven de cabello negro lacio, con flequillo , test blanca y que llevaba puesto un vestido holgado muy conservador de color rosado, que hacía que su hermosa figura pasara desapercibida más no su bello rostro.

Vegui, me mostro algunas fotos donde sale con su primo y puedo decirte que es bastante atractivo, creo que vale la pena el sacrificio decía la joven peli azul guiñándole un ojo a su amiga.

En un departamento en las afueras de la ciudad Satán:

Unos jóvenes conversaban acerca de sus planes futuros.

¿Y ahora que harás?, quedamos en ir, ¿o es que piensas dejar plantado a esa belleza y de paso perder la apuesta?, decía riendo un joven de cabellera negra larga.

Eh ¿qué dices Raditz? , claro que no, Turles, nunca pierde algo, nunca, óyelo bien.

Claro claro claro, eso me queda muy claro, mira que no te importo, bajarle la novia a tu primo, por ganar una apuesta, decía el joven de cabellera clara riendo.

Mira, le hice un favor, esa zorra era una convenenciera, igual que esta solo se hace la difícil, pero en el fondo es igual a todas, pronto ganare de nuevo, decía el joven de test morena y cabello alborotado.

¿Tú no cambiaras nunca, verdad?, eres peor que yo, decía riendo.

Por eso somos amigos, no lo crees, no ha nacido la mujer que me satisfaga por completo, como para no voltear a ver a otras, y la verdad no creo que exista.

¿y tu prometida?, ¿qué va a pasar con ella?, no que al fin la conocerás la semana próxima, decía Raditz.

¡Ah¡ a ella no la conozco, pero por los gustos de mis padres debe ser alguien muy seriecita y sin chiste, pero como es millonaria, no me queda otra que aceptar ese estúpido compromiso, para que nuestra fortuna se siga incrementando, solo espero que no esté tan fea la pobre, sino pobre de mí que tendré que sacrificarme decía riendo, pero eso no afecta el viaje ni que yo gane esa apuesta, ya veré que hago, decía Túrles.

Vamos Turles a ciudad Satán, ya me dio hambre, yo invito, decía el joven de cabellera larga.

Vamos dijo el joven de test morena y cicatriz en el rostro.

Minutos después:

Los dos jóvenes abordaron un auto color negro, propiedad de Raditz, cuando se encontraban pasando por una calle muy transitada de ciudad Satán, Turles vio o alguien que le llamo su atención.

Raditz, detente unos minutos, dijo el joven moreno.

Pero ¿para qué?, el restaurante no es por aquí, y yo muero de hambre, decía el joven de larga cabellera.

Ya deja de quejarte y cállate, acabo de encontrar la solución a mi problema, decía el joven moreno.

¿Qué? ¿a qué te refieres?, dijo Raditz.

Estaciónate y vamos a ese gimnasio del frente, decía muy seguro el joven moreno.

No me digas que ahora quieres retar al dueño de ese mugroso gimnasio, se nota que es de gente de clase baja, no creo que haya un rival digno de ti en ese lugar, además ¿cómo vas a solucionar así el problema del viaje?, decía el joven de cabellera larga.

No, no tonto, solo estaciona el auto y acompáñame, ah¡, pero antes préstame tus lentes.

¿Qué? y eso ¿porqué? ¿no me digas que estas huyendo de alguien de ese gimnasio?, decía intrigado el joven de cabello lago.

Ya cállate, y dámelo, le dijo quitándole los lentes y colocándoselos; luego procedieron a bajar del auto e ingresaron al gimnasio, al entrar Turles buscaba con la mirada a alguien y de repente dijo: ahí está, es el decía señalando hacia un joven igual a él solo que su piel era de color blanco.

Raditz, que no salía de su asombro no hacía más que girar su cabeza mirando a su amigo y aquel jovencito tan parecido, no lo puedo creer; Turles ¡tienes un doble¡, pronunciaba atónito.

"Los Caminos de la Vida"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora