Introducción

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Me acabo de levantar, presiento pasara algo hoy pero estoy segura de que no será así, siempre tengo estos presentimientos raros que al final terminan siendo falsa alarma, asi que no me preocupé.

Bajé las frías escaleras de madera (es invierno) que hacía que recorra un extraño escalofrío por mi piel, como si fuera a pasar algo raro.

-Hola.

- Buenos días cariño, respondió mamá, ¿Cómo has dormido hoy?

-Pues tuve frío, al parecer el calefactor se dañó, pero me arropé con una manta que encontré en mi armario.

-Ya mismo le digo a tu padre que le eche un vistazo.

-Gracias mamá, iré a prepararme unos panqueques, te veré luego.

-Está bien cariño, ten cuidado al cocinar.

-Gracias mamá, lo haré. 😉

Me pareció raro no ver a papá en la cocina, ya que mi madre estaba cocinando tocino y él adora el tocino de mamá.

La verdad no es que me encanta cocinar, pero lo hago porque sé que mi madre tiene varias cosas que hacer y no me pudo dar el lujo de decirle que me cocine panqueques que ella destesta cocinar, pero honestamente me salen muy bien para que no se me de bien la cocina, sobre todo cuando uso mis audífonos y escucho mis canciones favoritas.

Me iré a comer al frente la puerta de vidrio que da al jardín, está cubierto de nieve y me encanta verlo asi, me gustaría ir afuera y sentir la nieve en mi piel, pero me resfrío facilmente, así que prefiero verla desde el interior de mi casa con calefacción.

Estaba escuchando música mientras comía mis deliciosos panqueques y veía la belleza de mi jardín cubierto de la fría nieve que no se iría en semanas, cuando sentí que alguien me tocó el hombro.

-Cariño, haz tus maletas.

-Papá, me has asustado.

-Haz tus maletas ahora.

No Todo Es Lo Que PareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora