En Venecia Con Amor/ Gianluca Ginoble

E p i l o g o

-Mi bisnieto -musitó Ernesto, mirando al bebé que tenía entre los brazos.

Lily estaba sentada a su lado en la cama, y se emocionó al oír la trémula gratitud que había en su voz.

-Se llama Ernesto -le dijo.

El anciano alzó la cabeza y la miró con brillantes ojos verdes, momentáneamente mudo.

-Gracias. Gracias por hacerme muy feliz.

-Es un honor -Lily besó su mejilla-. Nunca podría explicarte cuánto ha significado tu generosidad para mí. Me encanta ser parte de tu familia y es un placer para mi que mi hijo lleve tu apellido.

-Llevas puesto el collar -dijo él, fijándose en la exquisita joya que rodeaba el cuello de Lily-. Como no te lo ponías nunca, pensé que no te gustaba.

-Oh, no, me encanta -dijo Lily tocando las pulidas cuentas-. Gianluca lo llevó a un joyero experto para que comprobaran que estaba en buen estado. No quería que se rompiera.

-Pero ésta es una ocasión muy especial, nonno: presentarte a mi hijo -dijo Gianluca, mirando a su esposa. Era lo más bello que había visto nunca y se le henchía el corazón de amor solo con mirarla. Lo avergonzaba haber tenido guardado el collar durante meses después de su restauración.

-Sí, lo es -Ernesto volvió a mirar al bebé, pero Gianluca notó que empezaba a estar cansado.

-Te dejaremos ahora, nonno -alzó al bebé con gentileza-. No te preocupes, volveremos mañana.

-Eso espero -dijo Ernesto. Sus ojos empezaron a cerrarse y apoyó la cabeza en la almohada.

Salieron y, una vez Lily estuvo en el barco, él le pasó al bebé.

-Has hecho muy feliz a mi abuelo -dijo Gianluca, subiendo al barco y sentándose a su lado.

-Se lo he dicho todo muy en serio -Lily miró la magnifica fachada del palazzo barroco mientras el barco se incorporaba al tráfico del Gran Canal-. Estoy orgullosa de que mi hijo sea parte de esta familia.

Miró el rostro del hombre al que amaba y se estremeció de placer cuando sus ojos se encontraron. Estaba cansada, pero nunca había sido tan feliz.

-Te amo. Y estoy muy orgulloso de que seas mi esposa -Gianluca la rodeo con un brazo-. Tu lugar está en Venecia. Tu lugar está conmigo.

-Quiero estar aquí -dijo Lily, mientras el barco dejaba el Gran Canal y ponía rumbo a casa-. Pero, más aún, te quiero a ti. Y siempre estaré contigo.

FIN

Amor, por ti respiro

y en tu piel mi sueño escribiré,

sé que yo me quedaré,

no me iré jamás.

Me enamoré,

a ti me entregaré, fiel seré.

Siempre contigo, hasta el final.